Tanto si te gustan los RPG tácticos como si llegas nuevo al género, lo que propone Triangle Strategy te interesa. Los desarrolladores de JRPG como Octopath Traveler, regresan con un juego para Nintendo Switch que ofrece duración, variedad, buenos valores de producción y una trama sorprendentemente profunda y adulta. Os lo cuento todo en este análisis.
La demo que pudimos probar hace unas semanas ofrecía los primeros compases del juego, su prólogo. Es la misma parte que pude jugar en las impresiones que os ofrecí hace poco. Ya os adelantaba que la trama era adulta, compleja y profunda… pero tenía dudas sobre su ritmo. Sin embargo, tras pasar esta introducción, todo mejoró. Básicamente, llegaron las sorpresas, tanto en forma de traiciones como de la propia guerra que se libra continuamente en Triangle Strategy. No hace falta que te diga que la narrativa es uno de los aspectos más valiosos (y mejor tratados) del RPG táctico de Square Enix. Es algo importantísimo dentro de este género, y más si atendemos que detrás del juego se encuentra Tomoya Asano, que ya nos deleitó con el destacado Octopath Traveler. De hecho, el director ya sentenció que quería un juego más maduro de lo habitual, con recursos argumentales que recuerdan a las argucias y traiciones que tienen lugar en narraciones tan conocidas como El señor de los anillos o Juego de tronos.
No obstante, aunque la historia sea elemento central de la experiencia, también lo es el rol táctico que se despliega a lo largo de las cerca de 40 horas de juego. Hay elementos jugables que conocerás si estás acostumbrado al género, pero otras te resultarán ingeniosamente innovadoras. La sensación de progresión es enorme. El desafío está lo suficientemente ajustado como para ponerte las cosas difíciles. Hay muchos personajes controlables para tu ejército y además existen cantidad de desafíos opcionales para aquellos que quieran disfrutar de la rejugabilidad (hay una partida plus al acabar la campaña). ¿Te llama la atención? Pues solo te digo que el título de Nintendo Switch es sin duda una de las mejores apuestas del año. Te lo cuento todo en este análisis.
Un RPG táctico con una trama muy trabajada
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La historia es un pilar fundamental en Triangle Strategy. Si has jugado a la demostración jugable y no te convenció del todo (como a mí), déjame decirte que justo a partir del prólogo las cosas mejoran muchísimo. Es un juego que te invita a leer muchas conversaciones, pero que premia con un desarrollo de acontecimientos sorprendente, repleto de giros de guion que personalmente me han mantenido enganchado. Durante las primeras horas podría hacerse cuesta arriba, debido a la elevada cantidad de personajes y sus intrincadas relaciones, pero poco a poco irás conociendo las interesantes motivaciones de cada bando.
Para que te hagas una idea de esto, los desarrolladores han incluido (de forma bastante inteligente) la opción de consultar el perfil de cada protagonista incluso mientras estos conversan. Es fácil perderse entre tanto reino, príncipe y vasallo, pero lo bueno es que el juego sabe desenvolverse con acierto dentro de su complejidad. Una que nos lleva a una trama en que tres reinos se encuentran en un frágil equilibrio a punto de estallar. El control de dos recursos fundamentales (el hierro y la sal) amenaza con volver a desatar una Guerra Ferrosalina como ocurrió antaño.
Justo ahí entramos nosotros, en el papel de Serinoa, representante de la casa Wolffort. Nuestros esfuerzos se dirigirán a luchar por mantener el equilibrio, aspecto que veremos que no siempre es posible. Ese realismo estratégico en las relaciones diplomáticas es lo que aleja a la obra de Square Enix de otros exponentes del género. Aquí nada es evidente, hay muchos claroscuros y no siempre puedes prever cuáles son las intenciones de los reinos en disputa y sus dirigentes. Sobre esta base se construye el sistema de decisiones, clave indiscutible en una aventura que nos invita a tomar distintos caminos, haciendo que una partida pueda variar considerablemente con respecto a otra.
Aquí tengo que hablarte de la conocida como balanza de la convicción. En determinados tramos del periplo te reunirás con tus personas de confianza para tratar de deliberar una solución a los problemas planteados. Por ejemplo, imagínate que se presenta la circunstancia de evitar una cruenta batalla si entregas a uno de tus aliados. ¿Lo harías? ¿Podrías convencer a todos de tu decisión? En estas situaciones, deberás hablar individualmente con cada miembro y tratar de influir en su voto a través de varias opciones de diálogo que se te presentarán. Es muy interesante el concepto, porque al ser un proceso de votación democrático no siempre saldrá adelante tu propuesta.
No obstante, a medida que pasaban las horas, iba conociendo las motivaciones personales de cada uno de los miembros de mi grupo, y más o menos empecé a comprender qué respuestas querían escuchar. Puedes contar con esto para obtener los mejores resultados, aunque ya te adelanto que el juego está diseñado para obligarte a tomar caminos -en ocasiones- bastante dolorosos. Y eso me gusta. Triangle Strategy se separa parcialmente de los cánones JRPG para experimentar con los enfoques narrativos RPG occidentales que llevan cultivándose desde hace años.
Tan importante es la historia, que he tenido la sensación de haber estado cerca de la mitad del juego viendo escenas de diálogo, tomando decisiones y explorando. Pero no quiero que os asustéis, porque todo está muy bien medido. De hecho, la exploración ocurre solamente en determinadas misiones, y tiene que ver frecuentemente con hablar con lugareños para empaparnos de la atmósfera de los poblados, así como con encontrar objetos útiles para nuestra aventura. El resto son las batallas tácticas que tanto nos gustan a todos, y que son el otro pilar fundamental del videojuego.
Un RPG táctico tradicional, pero con innovaciones
En líneas generales, Triangle Strategy es idéntico a cualquier otro RPG táctico: juego por turnos, uso de la vista isométrica, apoyo en la cuadrícula para los movimientos de unidades, escenarios bien delimitados… El esquema clásico de este tipo de juegos funciona a la perfección, con batallas que pueden llevarte unos pocos minutos o prolongarse más de una hora si las cosas se ponen difíciles. A este respecto, hay un selector de dificultad con cuatro opciones: muy fácil, fácil, normal y difícil. En el modo normal, os adelanto que el juego es complicado, tanto como para llevarte a repetir una misma misión en varias ocasiones.
¿Lo bueno? Que a pesar de perder, conservas la experiencia acumulada, y por tanto el nivel de tus personajes. Esto puede parecer un pequeño detalle, pero os aseguro que marca la diferencia e incentiva que sigas jugando. La adicción es potente, y en parte viene porque puedes realizar un montón de acciones en el campo de batalla. Por ejemplo, golpear por detrás a un enemigo causa más daño. También si lo haces desde una posición elevada. De hecho, los escenarios están diseñados para disponer de elevaciones de terreno, e incluso la posibilidad de situar a arqueros sobre tejados.
Luego cada unidad dispone de sus particularidades. El espía puede camuflarse hasta el momento de atacar. El guerrero con escudo puede embestir a una unidad y alejarla un número de casillas, ¡e incluso estrellarlas contra otras! El cabalgador puede atacar a varias unidades de una sola vez. Son muchas las posibilidades, con ataques que pueden afectar a un número variable de casillas, causar envenenamiento u otros estados, así como afectar al propio terreno. ¿Ejemplos? Aplicar un hechizo de fuego sobre una superficie helada provoca un deshielo que después se puede aprovechar parar lanzar un ataque eléctrico que afecte a varios enemigos.
Existen ramificaciones, varios finales y se puede desbloquear el modo partida plus
Sin embargo, no quiero que te lleves a engaños: el protagonismo de los escenarios es más bien limitado, aunque bien es cierto que encontrarás situaciones muy estimulantes que no te revelaré para que te sorprendas por ti mismo. Solamente quiero que te quede claro que en lo jugable Project Triangle es muy satisfactorio, con variedad de planteamientos a lo largo de tu periplo: hay misiones muy inspiradas y que se alejan de lo tradicional. Habrá ocasiones en que tengas a tu grupo de soldados concentrado en una misma posición, pero otras veces estarán desperdigados en distintos puntos del campo de batalla. Son aspectos que harán que tengas que pensar cada movimiento concienzudamente. El juego, desde luego, no solo invita a que lo hagas, sino que es algo necesario para triunfar.
Como ya te he dicho, subir de nivel es fundamental para progresar, y para ello vienen muy bien una serie de maniobras de práctica que se van desbloqueando a medida que avanzas. Se encuentran todas en el campamento, un lugar en que podrás comprar pociones y materiales muy necesarios para mejorar las habilidades de tus unidades. Sobre esto decir que el dinero y los materiales que obtienes en las batallas es muy limitado, tal vez demasiado, con lo cual aplicar mejoras no es una actividad lo suficientemente satisfactoria. Hubiese deseado un mejor equilibro en este sentido.
No quiero decir que el sistema de progresión no funcione, pero considero que es lento y no todo lo estimulante que podría haber sido. El juego te obliga a obtener hierro, piedra, madera, fibra… para desbloquear mejoras de ataque, salud o defensa. Existe adicionalmente la posibilidad de subir de rango a las unidades, aunque es algo que depende de la obtención de recursos raros que puede que no encuentres en toda la partida. Por ello, completar al 100% el juego es una tarea titánica. ¿Es algo negativo? No necesariamente, porque se incentiva la rejugabilidad, más si os digo que existen ramificaciones, varios finales y se puede desbloquear el modo partida plus.
Heredero del HD-2D de Octopath Traveler
Triangle Strategy goza de muy buenos valores de producción. El equipo dirigido por Tomoya Asano cuenta con mucho talento. En particular, se nota que repite el equipo artístico habitual, con diseños de Naoki Ikushima que recuerdan fuertemente al arte de Octopath Traveler y Bravely Default. Otra vez, todo esto queda apoyado por unos gráficos HD-2D con estilo pixel-art, el cual rememora la etapa de los 16 bits y la Super NES, consola que por cierto destacó por su estupendo catálogo JRPG (de ahí que este concepto visual tenga aún más sentido).
Esto dentro del juego se manifiesta en un diseño de personajes y escenarios que encantará a los amantes de lo retro en particular. Solo echo en falta más definición, porque en ocasiones da la impresión de verse borroso (tanto en modo televisor como portátil), pero más allá de eso el resultado gráfico es más que notable. Los efectos gráficos brillan con intensidad y dan un toque de profundidad visual a cada escena combativa, al igual que ocurre con los distintos momentos del día, en especial los atardeceres.
La banda sonora no se queda atrás y propone composiciones que acompañan la épica de los enfrentamientos. Esta vez la confianza se ha depositado en Akira Senju, más habitual en el mundo del anime, pero que aun así parecería haber trabajado con videojuegos desde siempre, ya que su trabajo ha sido espléndido. En resumen, un juego muy bien ejecutado, con buen rendimiento y que desde ya debería formar parte de tu catálogo para Nintendo Switch, tanto si te gusta el género como si esta es tu primera experiencia. Y es que, ya sea en un caso como en otro, el juego considero que es muy recomendable, tanto por calidad como por disfrute global.
Triangle Strategy es un RPG táctico de mucha calidad que deposita su razón de ser en una trama potente y un sistema de juego muy convincente. La narrativa es profunda, adulta, compleja y posee decisiones en que realmente sientes que puedes influir en el devenir de los acontecimientos. La jugabilidad se cimienta en las bases roleras tácticas de toda la vida, con misiones interesantes, una buena sensación de progresión, elevada duración y hasta elementos de rejugabilidad. Si te gusta el género o quieres iniciarte, no lo dudes, esta es una de las mejores recomendaciones disponibles en Nintendo Switch.
Comprar Triangle Strategy- Una trama profunda y cargada de decisiones que alteran el devenir de los acontecimientos.
- Un RPG táctico con mecánicas sólidas, con conceptos tanto tradicionales como innovadores.
- Misiones interesantes, variadas y con una dificultad bastante ajustada.
- Elevada duración y con posibilidades de rejugabilidad: modo partida plus incluido.
- Buenos valores de producción en lo técnico, gráfico y musical: una gozada de estética 16 bits.
