Análisis de Quest for Infamy. Una aventura gráfica con algo de RPG, mucho humor y el legendario estilo Sierra

Análisis de Quest for Infamy. Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra
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Roehm es un poco como el Nota de El Gran Lebowski, solo que en un mundo de fantasía medieval. Solo quiere seguir su camino, acompañado, si puede ser, de vino y compañía femenina. Descubre en el análisis de Quest for Infamy por qué esta aventura gráfica es menos convencional de lo que parece.

Hace mucho tiempo que me propuse dejar de empezar mis textos sobre aventuras gráficas comenzando con el estado del género. Hablar de la gloria de antaño, que ya no son lo que eran… etcétera. No obstante, me sigue sorprendiendo, y para bien, que algunas editoras estén rescatando nichos para atraerlo a las principales consolas actuales. Es una buena noticia y lo que ha ocurrido con Quest for Infamy, una aventura gráfica inspirada en el clásico Quest for Glory de Sierra, que llegó en en 2014 tras un Kickstarter y ahora la editora Ratalaika ha lo ha llevado a PlayStation, Xbox y Nintendo Switch. Yo lo jugué en su momento en PC y he elegido la versión de Switch para darle una nueva vuelta que, además, tiene todo el sentido del mundo.

Porque Quest for Infamy no es la aventura más convencional de todas, como tampoco lo eran los Quest for Glory. Si crees que esto es un point and click de los de toda la vida... bueno, lo es; pero se le añaden tantas mecánicas a su planteamiento que alguno puede pillarle por sorpresa tratándose de una aventura gráfica. Para empezar, esto es un híbrido con un RPG, por lo que puedes esperar no solo puzles, sino mecánicas de combate, especialización de clases y puntos de experiencia, por ejemplo. Una de las primeras elecciones que tendremos que tomar es si queremos convertirnos en un pícaro, en un mago o en un luchador. Pero, ¿de qué trata Quest for Infamy? Es sin duda una apuesta clásica con un giro hacia el humor ácido. Nuestro "héroe", William Roehm, es pillado in fraganti en la alcoba de la hija de un noble señor, y tiene que salir por piernas primero, y por patas de burro después, directo hacia el valle de Lonaria donde encontrará cobijo en la pequeña localidad de Volksville. Ahí es donde comienza realmente nuestra aventura, metiéndonos sin remedio en una trama de dioses oscuros, corrupción, maldiciones y sectas, mientras que nuestro protagonista solo busca que le dejen tranquilo y, si es posible, ganarse los favores de alguna que otra moza en el camino. No es la historia más conseguida y se apresura demasiado en el último tercio, pero se mantiene más el interés gracias al humor de nuestro protagonista y la forma de hacer frente a todas las situaciones.

Pese a que normalmente no hablo de traducciones, pues entiendo que sobre todo muchas compañías independientes no tienen el presupuesto para ello, me escama más en el caso de este juego, ya que se prometió. La traducción a distintos idiomas, incluido el español, era uno de los objetivos a alcanzar en el Kickstarter al cual se llegó y, lamentablemente, nunca se cumplió la promesa.

El infame anti-héroe

Tras apoyar el Kickstarter, cuando jugué a Quest for Infamy la primera vez me sorprendió, y esta segunda partida reafirma esas sensaciones. El trabajo de InfamousQuests, capitaneado por Steven Alexander (que, lamentablemente, ha tenido muchos problemas de salud desde el lanzamiento de la aventura y no le han permitido continuar desarrollando su actividad con normalidad), mezcla un estilo clásico refinado, con buenos sprites y fondos dibujados a mano, profundizando y expandiendo las mecánicas del híbrido Quest for Glory, aunque notándose también la falta de experiencia. Se nota en el trabajo de las perspectivas, las conexiones de algunos mapas y, sobre todo, en los distintos retratos de los personajes, muy desiguales; algunos, dibujados con un estilo que busca menos el realismo y otros siendo el resultado de la digitalización fotográfica.

Se lleva bien porque, la verdad sea dicha, el aficionado al género tiene tanta hambre de estas experiencias que tiende a dar más valor a aquello que funciona. Y es que Quest for Infamy es una aventura más compleja de lo que parece. A esas mecánicas de rol, le sumamos algo de supervivencia, con un ciclo día/tarde/noche que cambia las rutinas de los NPCs, eventos del propio mapa, así como la necesidad de descansar y comer de vez en cuando para no caer desfallecidos.

Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra

Una historia que entretiene gracias al humor y al cinismo del sagaz Roehm

A todo esto, hay que sumarle la variedad que dan los distintos caminos. Puede que los escenarios y la historia sean la misma, pero hay diferencias entre ser pícaro, mago o guerrero. En mi primera partida fui pícaro (siempre me puede esta clase) y ahora he elegido la ruta del mago. Aparte de que la elección de tu maestro y los objetivos que te marca cambian buena parte del segundo arco de la aventura, la propia forma de recorrer el camino también lo hace. En la primera partida tuve que hacer uso del sigilo, robar ante la escasez de monedas, infiltrarme en casas y usar la astucia. Como mago, en cambio, he tenido que aprender todos los hechizos de combate y entorno, usarlos posteriormente para conseguir objetos distantes y llegar a lugares inalcanzables, así como hacer uso del ingenio para cumplir mis objetivos.

No es el juego en que más haya visto cambiar los puzles según tu clase (ese honor se lo daría a un título llamado Mage's Initiation que recomiendo también al fan de la aventura de Sierra), ni es el juego que más saca partido de las mecánicas temporales (ese honor iría para otro gran desconocido como es Hero-U: Rogue to Redemption, de Corey y Lori Ann Cole, los creadores originales de Quest For Glory, también en Switch); pero Quest for Infamy hace un buen trabajado combinando todos estos sistemas y mezclarlo con una historia que entretiene gracias al humor y al cinismo del sagaz Roehm.

Point and click en consolas

Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra

Normalmente diría que estas aventuras, al beber del estilo clásico de los 90, son atemporales, pues dependen más de si conoces el interfaz y el sistema de juego y te amoldas a él o no. Pero, al tratarse de una versión para consolas, hay algunos cambios, evidentemente. El interfaz ha tenido que cambiar el ratón por el stick y es algo a tener en cuenta, pues, aunque es perfectamente funcional, no logras la rapidez y fluidez de movimientos que consigues en PC. Se han añadido algunos atajos al menú de descanso, el libro de hechizos y las opciones de juego, lo cual ayuda; sigo encontrando algo más incómodo, sin embargo, el hacer uso de las opciones más básicas como caminar, mirar o interactuar con el escenario. Sobre todo aquí donde el clásico sistema de Sierra se expande con opciones de sigilo, correr y usar la espada.

La versión de Switch puede ayudar y, en caso de duda, sería mi plataforma recomendada de todas las consolas. Dos motivos principales: esto es una aventura pixel-art realizada en bajas resoluciones como antaño, de 320x200 si no me equivoco, lo cual no es el mejor despliegue para tu televisor 4K de 55 pulgadas. Sin embargo, la calidad de los fondos es mejor en la pantalla reducida de Switch, y solo la he visto superada por la prueba del juego original en la pantalla de Steam Deck que, además gracias al touchpad, te permite tener lo mejor de los dos mundos. No solo eso, Switch ofrece la posibilidad del control táctil y, aunque depende de los botones para algunas acciones, es útil para desplazarse rápidamente en un juego que tiene un número de habitaciones más abultado debido a la necesidad de abrir espacios para el combate.

Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra

El salto a consolas es una buena oportunidad para que sea dado a conocer a más gente

La versión que ha adaptado Ratalaika es la actualizada 2.0 que en Steam se puede disfrutar accediendo a la pestaña Beta del programa. Esta versión incluye la demandada relación de aspecto en 16:9 (aunque realmente es un poco menos), haciendo scroll cuando es necesario, aunque cortando a veces algunas partes del escenario. Soluciona también errores y bugs en algunos puzles. Además, en la de consolas se incluye alguna opción extra en el menú como unas pequeñas (ínfimas) pistas sobre qué hacer a continuación, que se suman a los consejos de la adivina que ya tenía el juego. No importa mucho, ya que lo interesante de Quest for Infamy es que los puzles guardan una dificultad bastante medida con pocas situaciones que realmente se nos resistan. También hay una opción para resaltar con texto los puntos calientes del mapa, algo que puede ser útil teniendo en cuenta que hay algo de pixel hunting y no es una tarea a llevar a cabo tan fina como la que puede conseguir un ratón.

Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra

Me siento algo reticente a decir eso de que Quest for Infamy es un juego recomendado para los fans de las aventuras clásicas y, sobre todo, las de Sierra. Porque, probablemente, si perteneces a ese nicho, ya la conocerás. Creo que el salto a consolas es una buena oportunidad para que este estilo tan clásico del juego en PC en los 90 sea dado a conocer a más gente que, precisamente, no sea el aficionado que ya está interesado por defecto. Sigue siendo una aventura peculiar y tiene algunos problemas en la lógica de los puzles que evidencian la falta de experiencia de Infamous Quest. Por suerte, las muertes en combate afectan menos que antaño y tienen menos consecuencias, pero es obligatorio salvar partida frecuentemente ante otras inesperadas que creo que, más allá del homenaje, no eran tan necesarias. Y, con todo, está llena de encanto, de amor por el género y de trabajo duro para crear una experiencia más compleja que muchos clásicos. Y me he reído; en ocasiones bastante. Eso solo, en una industria tan intensa como la actual, ya merece mi atención.

Un homenaje a Sierra

Sin sello
Una aventura gráfica con algo de RPG,  mucho humor y el legendario estilo Sierra

Quest for Infamy

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Quest for Infamy es una aventura gráfica de las clásicas, sí. Con su resolución baja de antaño, su menú que imita al estilo de los clásicos de Sierra, su inventario y sus puzles intrincados. Pero también es un juego que mezcla RPG con puntos de experiencia y combate, como el legendario Quest for Glory. ¿Quieres más? ¿Qué tal algunas mecánicas de supervivencia en las que cuidar tu energía y alimentación? ¿Ciclo día/tarde/noche con rutinas de NPC? ¿Distintos caminos a elegir que varían la aventura como Pícaro, Mago o Luchador? Pese a sus fallos, que los tiene, y falta de experiencia del estudio, veo en Quest for Infamy una especie de futuro alternativo, en la que las aventuras gráficas hubieran demostrado de todo lo que son capaces más allá del point and click.

5 Cosas que debes saber:
  • Es una aventura clásica que homenajea directamente a la saga Quest for Glory de Sierra.
  • Podemos elegir nuestra clase entre Pícaro, Mago y Luchador.
  • Hay puzles clásicos, pero también mecánicas de RPG y combates.
  • Los fondos dibujados a mano son hermosos, pero algunos retratos y voces están menos trabajadas.
  • Las mecánicas de combate y alguna lógica de los puzles habrían necesitado más trabajo
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 10-12 horas
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