Plataformas, combates con el mítico disco Tron, carreras en moto y batallas a bordo de un tanque pesado. Propaganda Games nos da la oportunidad de adentrarnos en el increíble universo de Tron, gracias a un buen videojuego que se queda corto por pecar de repetitivo y poco preciso en algunos aspectos.
Cuando está a punto de estrenarse en la gran pantalla la secuela de la mítica película Tron, bautizada con el sobrenombre de Legacy, Disney Interactive y los creadores del último Turok, Propaganda Games, vuelven a la carga con un nuevo juego basado en la serie que, lejos de recrear los acontecimientos que veremos en el cine, han apostado por narrarnos los sucesos acaecidos entre el film original y su secuela, teniendo en cuenta que son unos 30 años de historia entre medias. ¿El resultado? Si bien en algunos aspectos el juego resulta más que notable, en otros peca de estar poco pulido, dejándonos al final con un resultado irregular que nos ha decepcionado mucho dadas las expectativas.
Un héroe habilidoso
Si Monolith se decantó en su día por un juego de acción en primera persona para desarrollar Tron 2.0, Propaganda se ha inspirado en títulos como Prince of Persia para ofrecer un juego de acción en tercera persona cargado de momentos de plataformas, aunque lógicamente con muchos combates de por medio contra la nueva amenaza que se cierne sobre el mundo cibernético de Tron. En nuestro caso, encarnamos al programa de seguridad Anon, creado por el protagonista del título original para investigar unos asuntos menores que, por supuesto, terminarán por convertirse en una guerra total.
Como armas, contamos con el clásico disco que nos permitirá atacar a distancia y cuerpo a cuerpo a los enemigos, pudiendo posteriormente mejorarlo o sustituirlo por otro tipo de discos como los explosivos para hacer frente a los nuevos desafíos que se nos irán presentando. En este sentido, echamos en falta un sistema de combate más profundo, porque al final todo se resumirá en realizar la misma combinación de movimientos de ataque. También, hay ocasiones en las que cuesta distinguir a los diferentes enemigos que se cruzarán en nuestro camino, lo que obviamente dificulta mucho el que sepamos, de antemano, qué estrategia debemos seguir para combatirlos.
Pero como indicábamos, el aspecto más llamativo de este Tron Evolution radica en la gran importancia que se le ha otorgado a su faceta de aventura de plataformas. Siguiendo la línea de otros referentes del género, habrá una gran cantidad de zonas peligrosas que requerirán de toda nuestra pericia realizando saltos imposibles, corriendo por paredes, agarrándonos por diversos salientes, o usando las habilidades de Anon para alcanzar zonas lejanas (el empleo del disco a veces es muy efectista). El problema es que estas fases pueden ponernos de los nervios por un control algo impreciso en muchos aspectos, y una cámara que nos dejará vendidos en más ocasiones de las deseadas, amén de que a la larga, como los combates, se pueden tornar repetitivas.
Actualizar el sistema
Nuestro héroe progresará conforme supere los objetivos del juego, siendo nosotros los encargados de elegir qué habilidades queremos perfeccionar. Este es un sistema profundo, que ofrece gran libertad, pero a su vez nos deja con la sensación de que está poco aprovechado porque como decíamos, al final, todo se limitará a machacar botones realizando una y otra vez los mismos movimientos, lo que es una pena. Sobre todo porque estas batallas tampoco transmiten el espíritu Tron; cosa que sí ocurría con el citado juego de Monolith.
También el nivel de exploración resulta pobre porque los escenarios son muy lineales. Sí, dan ganas de perderse por el mundo virtual que se nos presenta en pantalla, pero no se nos da esa posibilidad. Además, aunque se han intercalado fases a bordo de la mítica moto y un tanque, estas no logran romper la monotonía que destila el título durante sus ocho o diez horas de juego. En el caso de las motos, hay que destacar que viviremos secuencias de acción en las que correremos a toda velocidad por escenarios lineales esquivando obstáculos y luchando contra otros enemigos haciendo uso del disco, mientras que el tanque hará lo propio en zonas con mucha más acción pero un desarrollo más pausado. No en vano, su control resulta algo más tosco, si bien es cierto en el caso de las motos, creemos que tampoco cuentan con un nivel de precisión adecuado (un ligero toque del stick supone un movimiento brusco de esta, por ejemplo).
Lo bueno, al menos, es que las fases de moto en el multijugador sí destilan el aroma a la clásica Tron, pudiendo competir contra otros 9 amigos más en unas batallas en las que deberemos ser muy precisos trazando las rutas para salir airosos. Tampoco faltan las clásicas partidas Deathmatch y capturar la bandera, en las que viviremos intensos combates con vehículos de por medio, creando un buen sistema de juego que además se ha integrado a la perfección con el juego en solitario. Con esto nos referimos a que en cualquier momento de la partida podemos acceder a una terminal y dar el salto al multijugador, ganando puntos de experiencia en esta modalidad; y luego salir y continuar la aventura principal con esa experiencia acumulada. Lo malo, que incluso con el primer pack de mapas descargados, el número de escenarios multijugador se nos antoja muy escaso.
Tampoco podemos olvidarnos del irregular apartado gráfico del juego. A nivel artístico, aunque sí es cierto que se le puede echar en cara una falta de variedad de entornos, el juego se mantiene muy fiel al universo cinematográfico y resulta, en su estilo, de lo más atractivo; a lo que ayuda mucho el buen doblaje y la banda sonora de la película que acompaña perfectamente a la acción. El problema que tiene, aparte de esa falta de variedad, es que algunos modelados no están del todo pulidos y chocan bastante con otros aspectos como las buenas animaciones del protagonista cuando realiza acrobacias o combate contra los enemigos. También nos ha gustado mucho cómo a nivel estético se nos marcan las zonas que podemos recorrer realizando piruetas, aunque esto nos lleva también al punto que criticábamos anteriormente, la notable linealidad que presenta el título.
Una idea interesante que se queda en eso, una mera idea. Como juego de aventuras y plataformas Tron Evolution no cumple las expectativas por ser poco preciso y muy lineal. Como título de acción tampoco, exactamente por los mismos problemas. No queremos decir con esto que esta creación de Propaganda Games sea un mal juego, pero se nota que no han sabido moldear acertadamente las buenas ideas que tenían sobre la mesa. Tampoco el multijugador cumple con lo esperado y se queda a medio camino a todos los niveles.
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