Análisis de Cursed Mountain

Análisis de Cursed Mountain
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Cursed Mountain llega a PC tras su paso por Wii con su lucha continúa del ser humano contra la naturaleza intacta. El título de Deep Silver vuelve a mezclar religión, misticismo y valores humanos con el único fin de la supervivencia; una cuenta atrás dividida entre el rescate de una vida humana y la ostentación de poder. Un juez de altura que dicta sentencia pero que, sin embargo, pierde buena parte de su fuerza en su port a compatibles.

Siempre hubo una primera vez. Las superproducciones vienen acompañadas de expectación desde el primer momento de su anuncio, en cambio otros títulos deben labrarse un camino hasta el éxito. Ni Deep Silver, desarrolladora de este juego, ni un género como el survival horror en Wii, parecían elementos suficientes para la sorpresa. Si bien en Wii sobran exponentes del survival horror, cierto es que se limitan en exceso al continuismo y que los que intentan sorprender caen por un apartado técnico discutible. Con Cursed Mountain ttuvimos el pasado año en la consola de Nintendo una merecida respuesta al buen trabajo y, sobre todo, a la sabia elección de una excelente ambientación que recordaba a los grandes Silent Hill, y donde el clima psicológico transgrede tanto la personalidad del personaje como la del mismo jugador.

Nuestro protagonista irá sufriendo sustos en bastantes ocasiones y en los momentos menos esperados. De hecho el cambio de planos será normal en estos tétricos momentos.
Nuestro protagonista irá sufriendo sustos en bastantes ocasiones y en los momentos menos esperados. De hecho el cambio de planos será normal en estos tétricos momentos.

En un mismo videojuego se supo plasmar el misticismo y el consecuente miedo a lo desconocido. En aquella ocasión no vimos monstruos ni un argumento salpicado de un terror violento ya masticado en multitud de ocasiones, sino que nos encontramos con un terror clásico, un terror que juega con los sentimientos tanto del personaje como del jugador, y que lo controla, tal marioneta, por un argumento bien hilvanado dentro de la cultura tibetana, con su religión, sus miedos y los misterios que la rodean. La buena labor documental del título que recogió sabiamente los puntos principales de la religión tibetana; los elementos fundamentales de la meditación reflejada en el yoga; los rituales, e incluso el lenguaje del sánscrito que da juego en los distintos mantras (poemas religiosos), dejan que el hilo narrativo nos sumerja en un camino en busca de nuestro hermano perdido en la montaña y también en el juego de la vida humana por la ostentación de poder para conseguir un termo, una reliquia tibetana.

Si bien el videojuego fue un notable triunfo para el género en Wii, lo cierto es que ahora, con la versión de compatibles en las manos, las conclusiones son bien distintas. Cursed Mountain en la consola de Nintendo ofrecía una buena jugabilidad basada en su sistema de control, sin embargo el traslado al combo ratón-teclado no es tan brillante, y tecnológicamente el videojuego es bastante mediocre para los estándares de PC.

Una vez que el enemigo esté  débil se hará visible un círculo rojo en su interior que representa su alma. Es el momento de realizar un ritual con el teclado y el ratón para hacer que descanse en paz.
Una vez que el enemigo esté débil se hará visible un círculo rojo en su interior que representa su alma. Es el momento de realizar un ritual con el teclado y el ratón para hacer que descanse en paz.

Una lucha interna entre la vida y la muerte
El videojuego es una incesante lucha del propio personaje principal con la realidad. Eric Simmons sale en busca de su hermano, perdido en una de las montañas más peligrosas del Himalaya, el Chomolonzo. Cursed Mountain, lejos de proponernos un continuo avance con el único objetivo del rescate, nos introduce en una magnífica historia que acaba convirtiéndose en una lucha interna de Eric consigo mismo.

La ascensión continuada a “La Sagrada”, tal como se conoce a la montaña, va mermando las fuerzas físicas y mentales del protagonista. Por un lado por la altura cada vez más pronunciada; segundo por la pérdida de esperanza de ver con vida a su hermano; y tercero por el encuentro con fantasmas. Este último paso va volviendo loco al personaje haciéndole ver cada vez más y más visiones, reales o no, que despertarán unos pensamientos que oiremos mediante una voz en off.

Conforme avanzamos en la aventura el juego nos va obsequiando con una serie de libros divididos en temáticas, que cuentan desde la historia de Lhando -el pueblo que actúa de puerta hacia la escalada de la montaña-, hasta las visiones que va teniendo nuestro protagonista y las profecías. Aunque lo más importante son los fragmentos que nuestro hermano va dejando a su paso y gracias a los cuales seguiremos sus pasos, manteniendo la esperaranza de poder encontrarlo con vida.

Sin ánimo de contar nada de la historia, ya que aquí radica la naturaleza del título, comentaremos que nuestro hermano Frank se ha quedado atrapado en la montaña tras perder contacto con su expedición. El hombre que lo contrató, Edward Benneth, es un rico arqueólogo coleccionista que ansia el poder por encima de las vidas humanas. Nos llama para recuperar un termo escondido en una de las caras de la montaña, y de paso, si nos lo encontramos, rescatar a nuestro hermano que, atrapado 6 días a 6.000 metros de altura, es posible que ni siquiera siga vivo.

Algunas partes como las de la escalada tenían cierto interés con el control de Wii, sin embargo con ratón y teclado pierden por completo el atractivo.
Algunas partes como las de la escalada tenían cierto interés con el control de Wii, sin embargo con ratón y teclado pierden por completo el atractivo.

Desafío a lo natural y lo sobrenatural
El terror expuesto en la aventura es psicológico, y en pocos momentos encontraremos acción desenfrenada ni tampoco nuestro personaje será un héroe memorable, sino un ser humano, un profesional de la escalada que intenta sobrevivir. Olvidémonos de sangre y violencia gratuita, porque en Cursed Mountain no la hay, sencillamente porque no lo necesita. Aquí la violencia se expone por la soledad, las inclemencias y el abandono.

Nuestra primera parada será Lhando, el mencionado pueblo que yace abandonado a su suerte y con extraños seres habitándolo. En él no nos encontrarnos con enemigos que derrotar en cada esquina; los espíritus jugarán con nosotros apareciéndose en momentos determinados y en distintas zonas para sorprendernos. El arma principal con que contaremos será nuestro piolet, el clásico bastón de alpinista con contera puntiaguda en un extremo y piocha en el otro y que, conforme avancemos, iremos potenciando. Lejos de resultar una herramienta muy efectiva para ahuyentar a los espíritus, este piolet nos permitirá destruir vasijas para encontrar incienso, el cual mediante un sencillo ritual en los lugares habilitados, nos hará recuperar nuestra vida.

Cobra gran importancia el Tercer Ojo, un factor espiritual indispensable en la cultura tibetana y que se intenta alcanzar mediante los mantras. Aún así no es exactamente el conocido como nirvana, ya que usar el tercer ojo nos permite ver símbolos ocultos y poder entrar a la dimensión de los fantasmas para derrotarlos. El juego da continuas referencias al Mandala, conocido así al espacio sagrado reinado por Buda; o el bardo, el mundo intermedio entre la muerte y el renacimiento, ya que los espíritus que nos encontremos vagarán perdidos y a caballo entre lo real y lo espiritual, y nosotros en medio de todo.

La presencia de enemigos en el juego es escasa comparado con otros títulos del género, y por eso el juego es aún más interesante porque juega con el estado del jugador. Esto se consigue gracias a una excelente ambientación que logra variar el estado de ánimo mediante cambios de plano, juegos con la paleta de colores y con un sonido perfecto que incluye desde rituales, mantras, voces en sánscrito o en tibetano, y gritos que nos dejarán helados. La aparición de enemigos es repentina, aunque podemos sentir su presencia si observamos el cambio de color de las estancias y el aumento de niebla o de humo.

El piolet será  uno de los primeros objetos que recojamos en la aventura. Será  especialmente útil para romper objetos.
El piolet será uno de los primeros objetos que recojamos en la aventura. Será especialmente útil para romper objetos.

Rituales a golpe de Teclado y Ratón
La forma de derrotar a estos espíritus pasa bien por el uso del piolet o por la entrada a dimensión gracias al Tercer Ojo, donde podemos lanzar una especie de halo de energía hacia estos seres para mostrarnos su fuerza interior y aplicarles un consecuente ritual que los derrote.

Estos rituales se realizan con la combinación de ratón y teclado, tratando de simular rituales tibetanos, y que se nos indicarán en la pantalla en función de la fuerza del enemigo y de los símbolos que nos encontremos. Sobre estos símbolos, ciertas casas para ahuyentar a los espíritus, están cubiertas de mantras que no nos permiten entrar y que para ello debemos romperlos. Normalmente para romper símbolos debemos encontrar su correspondiente en otra parte del mapa usando después el tercer ojo, teniendo antes el mantra que lo anule.

El juego también apuesta por los puzzles, aunque enfocados a la exploración y obligándonos en ocasiones a volver sobre nuestros pasos para encontrar otros símbolos u objetos. También en ciertos momentos subirá nuestro nivel de adrenalina, ya que entraremos en maldiciones realizadas por espíritus que nos irán viciando la vida, y obligando a encontrar una salida en un tiempo límite para sobrevivir.

Tampoco se han dejado atrás los Quick Time Events para sortear pequeñas partes del juego y que, en conjunto, dan gran variedad al desarrollo. Uno de los puntos más controvertidos radica en la linealidad del título, ya que se divide en unas fases con objetivos a realizar, aunque habrá ocasiones donde podamos dedicarnos a descubrir vasijas y libros escondidos. El ritmo del juego es pausado, lento, pero rico en detalles y en experiencias. Esto puede ser un arma de doble filo, pues los jugadores acostumbrados a la acción de otros Survival Horror pueden verse decepcionados, pero hay que saberlo enfocar desde la perspectiva que ofrece.

La historia se nos narra con imágenes estáticas y una voz en off, casi a modo de cómic.
La historia se nos narra con imágenes estáticas y una voz en off, casi a modo de cómic.

Un nivel técnico deficiente
Deep Silver ha sabido explotar bien el hardware de Wii con el Cursed Mountain original, sin embargo no podemos decir lo mismo de compatibles. La ambientación conseguida por su diseño artístico, el juego con la paleta de colores, las sombras, las animaciones… es razonablemente buena, sin embargo la ejecución técnica no acompaña a idéntica altura. Destaca en lo positivo la sensación meteorológica conseguida, con el aire, la nieve y una lluvia que afecta al deambular del personaje y su forma de escalar o descender. Igualmente se exponen juegos gráficos donde la imagen se distorsiona afectando incluso al sonido. El escenario es de un tamaño considerable, pero francamente parco en detalles.

Las físicas son inexistentes, las animaciones increíblemente pobres para un videojuego de ordenador, y el título se mueve con mucha soltura independientemente de nuestro hardware puesto que la exigencia en términos de especificaciones es ínfima dada la escasa calidad del producto en este sentido. Las opciones visuales del programa se reducen únicamente a la posibilidad de alterar la resolución.

La misión de rescate de los alpinistas no será fácil. La misteriosa montaña esconderá  infinidad de secretos que deberemos descubrir.
La misión de rescate de los alpinistas no será fácil. La misteriosa montaña esconderá infinidad de secretos que deberemos descubrir.

El apartado sonoro, por el contrario, además de contar con voces en castellano de un nivel muy aceptable, también incluye sonidos meteorológicos e incluso se respetan los mantras originales y el dialecto de la Etnia tibetana. Un poco más desapercibido pasa la banda sonora, que aunque en un juego de este tipo no es factor indispensable, sí que complementa los momentos de tensión.

El juego se desarrolla en tercera persona, con cambios a viñetas derivados de la propia trama o con motivo de ciertas visiones. El control de nuestro personaje puede resultar lento para ciertos jugadores -incluso si corremos-, aunque este hecho intenta guardar la filosofía con el desarrollo del juego. Mientras en otros juegos se expone un argumento que se aleja demasiado de la realidad, en Cursed Mountain, salvando ciertas distancias, se intenta ofrecernos una historia que guarda estrecha similitud con las reglas impuestas. Lo que si es necesario en el control del personaje es una forma de escapatoria para los enemigos, una forma de vuelta atrás para escapar de los enemigos y que ya vimos en los últimos Resident Evil.

Mediocre

Sin sello

Cursed Mountain

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Cursed Mountain fue para Wii un innovador Survival Horror psicológico que otorgó una gran importancia a su historia, elemento indispensable debido a la temática religiosa y mística del título. Estos factores siguen presentes en la versión para compatibles, sin embargo el videojuego carece de profundidad, y su control es francamente irregular en su traslado al combo ratón-teclado.

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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