Comer cerebros humanos, lanzar vísceras y contar con un ejército de zombies que antes eran inocentes humanos resulta muy gratificante y atractivo, lástima que su no-vida sea tan corta.
Va de retro…
Uno no puede dejar de sentir cierta debilidad por todo ese cine norte americano de ciencia ficción, fantasía y terror que se realizaba en los años 50, auténtica serie B. Producciones de bajísimo presupuesto destinadas sobre todo a un público adolescente donde la imaginación mas excéntrica se imponía a los medios técnicos, la variedad era impresionante, científicos locos jugando a ser Dios atrincherados en sus laboratorios repletos de sonoros y luminosos cachivaches, vampiros que lucían con estilo y elegancia sus mortecinos encantos, monstruos de toda índole y tamaño exigiendo su derecho a existir, platillos volantes sujetados por hilos surcando amenazantes los cielos de nuestro planeta…, todos ellos y muchos mas competían codo con codo buscando su lugar en las pantallas cinematográficas a lo largo y ancho de la geografía norteamericana e “intoxicando” las prematuras mentes de los jóvenes de la época… Sin duda eran otros tiempos, aquellos maravillosos cincuenta llenos de rock and roll, ingenuidad y rebeldía.
Como si de una película se tratara
Wideload creadora de este Stubbs the Zombie in Rebel Without a Pulse (no me digáis que no suena a titulo de película) nos ofrece la posibilidad de ser partícipes del espíritu americano que envolvía la década de los cincuenta. Son muchos detalles en cuanto a la ambientación, historia y personajes que parecen sacados de una película fantástica de esos años. Un juego de acción en tercera persona, que se podría definir como una especie de “revival gore cincuentero”, donde la sangre y el humor negro encuentran un lugar idóneo donde compartir escenario. No tenemos mas que echar un vistazo a la carátula de Stubbs the zombie para darnos cuenta de que este juego está totalmente inspirado en las películas de serie B basadas en seres de ultratumba como son los muertos vivientes, una apuesta original y atractiva que hará las delicias de los que gustan de este género cinematográfico, y mucho más teniendo en cuenta, de que, en este caso son los zombies los auténticos protagonistas de la historia… suena bien, ¿verdad?
La historia hasta ahora…
Encarnamos (de forma putrefacta eso si) a Edwar “stubbs” Stubblefield, un gris viajante de comercio asesinado en 1933 por uno de sus clientes, que le propinó un disparo mortal con una escopeta en la boca del estómago, y después lo enterró en una tumba sin nombre en la remota campiña de Pennsylvania. Un trágico y anónimo episodio más, dentro de la más sórdida crónica norteamericana, lo que nadie podía imaginar, ni siquiera el propio Edgar, es que el más oscuro destino tenía reservado para él una nueva oportunidad y de una forma muy diferente a su existencia…
El tiempo pasa, y lo que en su día fuera una campiña en Pennsylvania, 25 años después se ha convertido en una próspera y futurista ciudad tecnológica llamada Punchbowl. Bajo los cimientos de la metrópoli algo se agita… Un antiguo vendedor de seguros de vida, ¿ironías del destino?, está apunto de iniciar una nueva carrera como zombie come cerebros… Edwar Stubblefield está muerto, pero Stubbs sigue “vivo”.
Nuestro carismático personaje
No negaré de que stubbs posee cierto carisma, de ser un don nadie como era en vida ahora muerto es un autentico líder, con su sombrero y traje harapiento estilo años 30, siempre con un cigarrito entre sus putrefactos labios -¡hey Stubbs! ¿no te han dicho que el fumar puede matarte?- su piel de color verde, sus tripas colgando y con esos espasmódicos movimientos tan característicos. Confuso y rabioso como está siente un odio y un hambre insaciable hacia sus semejantes. La vida no resulta fácil, y mucho menos cuando se está muerto, por suerte nuestro podrido amigo dispone de muchos recursos que podrá utilizar ante las posibles amenazas. Su cuerpo alimentado de cerebro fresco es toda una maquina de zombificación… Desde flatulencias tóxicas, a lanzar sus propias vísceras en forma de granadas o utilizar su cabeza como si de una bola rodante se tratara, con ella lograremos tumbar e infectar a nuestros enemigos.
Además contará con una fuerza fuera de lo normal y una capacidad de regeneración extraordinaria. Una mención aparte merece la mano izquierda de Stubbs, pudiendo arrancársela y manejarla como un personaje totalmente independiente (un claro guiño a la mano que podíamos ver en las películas de la familia Adams), rápida y manejable no habrá pared ni techo que se nos resista, con lo que acceder con la mano a cualquier recoveco no será ningún problema por muy inaccesible que parezca. Con ella también podremos poseer a las personas, teniendo acceso a sus armas y habilidades.
Desarrollo de acción zombie
La acción se desarrolla de una forma lineal, avanzaremos por los distintos escenarios (exteriores e interiores) a base de golpes, desmembramientos y mordiscos, convirtiendo a los humanos en zombies. Estos a su vez harán lo mismo con otros humanos, extendiendo de esta forma la plaga por todas partes en un autentico festival de violencia, vísceras y sangre, con resultados dignos de un cuadro dantesco, zombies tullidos o sin cabeza, algunos de ellos se arrastraran por el suelo sin extremidades, todos ellos gruñendo y gimiendo en una frenética carrera en busca de nuevas víctimas.
Ejerceremos cierto control sobre las hordas de no-muertos que se formen, pudiendo empujarlos para que no se queden quietos y avancen, o incitarlos a que nos sigan mediante un silbido, dándonos la posibilidad de afrontar la acción de una forma más pausada, infectando por ejemplo a un incauto y que este extienda la peste zombie ante la mirada atónita de los ciudadanos mientras Stubbs observa fumándose tranquilamente su cigarro.
Ambientación, gráficos y gruñidos… digo sonidos
Apostando por una ambientación retro y futurista al mismo tiempo, los escenarios y edificios parecen extraídos directamente de las películas de CF y terror de los años cincuenta, donde nos encontramos con Cadillacs voladores, robots con peinados de la época, y una gran variedad de personajes como rockers, hombres de negocios, científicos, policías, antidisturbios, peggy sues con sus características coletas, faldas y calcetines, etc…Resulta muy divertido formar un variopinto grupo de zombies y observar sus movimientos, la verdad es que están muy pero que muy bien conseguidos.
Otro detalle que me ha parecido muy acertado es esa especie de filtro o acabado gráfico que tiene el juego, teniendo en todo momento la sensación de que estamos delante de una pantalla de cine. Los efectos de sonido están a la altura de lo ofrecido por su variedad, sobre todo en lo que se refiere a los gruñidos, gemidos, lamentos y a los diferentes comentarios jocosos de los personajes, el gran pero es que el juego no está traducido, no pudiendo apreciar en toda su magnitud la hilarante y divertida historia.
Otro de los grandes alicientes del juego es su banda sonora, temas clásicos de los cincuenta que todos conocemos pasados por el filtro de reconocidas y actuales bandas de pop rock alternativo, basta decir que en estados unidos la B.S. se ha comercializado aparte.
Stubbs the zombie in a rebel without a pulse no es un juego de primera línea en cuanto a su calidad general, sin embargo se hace merecedor de una oportunidad por su originalidad, temática y planteamiento. Wideload nos ofrece una divertida y atractiva propuesta que no nos dejará indiferentes.
