Este es para mí el mejor juego de Pokémon porque tiene algo que jamás volveremos a ver en la saga

Este es para mí el mejor juego de Pokémon porque tiene algo que jamás volveremos a ver en la saga
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Tras ver el último trailer de Pokémon Escarlata y Púrpura me ha dado por pensar en el que, para mí, es el mejor juego de toda la saga. Un título único que contiene el camino que me hubiera gustado que tomara Pokémon, y al que creo que nunca regresará. Pokémon ahora es una cosa muy diferente a lo que era hace diez años.

Llevo jugando a videojuegos de Pokémon desde Pokémon Rojo. Y me encantan. Los hay mejores o peores, pero viajar como entrenador, hacer amigos, encontrar Pokémon y encariñarte con ellos de tanto combatir es una fórmula que siempre entra bien. La verdad es que me parecen juegos atemporales. Hace pocos años, el compañero Sergio Carlos dio comienzo a su podcast Conexión Trigal, un programa totalmente centrado en Pokémon. Para celebrar la ocasión, volví a todos. Jugué a Oro, Esmeralda, a Blanco… Y no habían perdido ni una pizca de su magia. Por supuesto, cada uno presentaba las limitaciones o problemas propios de su tiempo vistos en perspectiva; pero son juegos que siguen siendo maravillosos. Tras el último y generoso tráiler de jugabilidad de Pokémon Escarlata y Púrpura, he de decir que la nueva generación tiene buena pinta, y no cabe duda de que la voy a jugar, voy a disfrutar mucho de su región y me haré con todos sus nuevos Pokémon. Pero tras Espada y Escudo, Arceus y ahora esta nueva iteración creo que hay cosas que se están perdiendo y que sí estaban en el mejor juego de la franquicia. Un título que cuanto más tiempo pasa entre él y la nueva entrega de turno, más bueno me parece y más necesario creo que es reivindidicarlo. Sí, ya sabes a cuál me refiero.

Por supuesto, para gustos colores. Mi juego de Pokémon favorito, y el que defenderé a capa y espada, siempre, que es el mejor, no tiene por qué ser el tuyo. Pero lo cierto es que cada día que pasa, cada nuevo juego de Pokémon que sale, me lo parece más. El motivo es que todo lo que ofrecía, y que lo hace inolvidable aún a día de hoy, se va perdiendo en el tiempo. La forma de dibujar su mundo, sus villanos, la historia, ese místico, enigmático y potente final, los personajes, y hasta su preciosismo gráfico, fueron de una finura que nunca más volvimos a tener. Todo esos elementos me parecen peor servidos en los juegos de ahora; hechos con menos cariño que este grandioso juego. Y sí, por supuesto, me refiero a Pokémon Blanco, por supuesto.

En el tiempo que permaneció con nosotros, Satoru Iwata inició una serie de entrevistas a desarrolladores y creadores de Nintendo. Fue gracias a él que el hermetismo de la marca japonesa se fue disolviendo poco a poco, y pudimos conocer información a la que antes era imposible acceder. En el año de su lanzamiento. Iwata entrevistó a Junichi Masuda, director del juego. Masuda dijo que su objetivo con Blanco era descubrir "cómo podemos destrozar la imagen que todo el mundo tiene de Pokémon. Pensé largo y tendido en qué me haría a mí jugar a Pokémon año tras año, y reexaminé todos los juegos desde todos los posibles ángulos". Tras escuchar a Masuda, Iwata añadió: "no es solo que cambie la región, toda la atmósfera del juego cambia totalmente". Porque Pokémon Blanco es, ante todo, algo que creo que no veremos más en la saga: transgresión, cambio, ganas de evolucionar y de plantearse preguntas difíciles de responder.

La despedida de N, un momento impagable

Estas ganas de hacerse preguntas de Junichi Masuda tomaron forma pixelada y nombre: N. Este personaje hace las veces de villano, de amigo y de rival del héroe, pero no es nada de eso en realidad. N se pasa todo el juego preguntándose qué es un Pokémon, cuál ha de ser su relación con los seres humanos, quiénes somos y a dónde vamos. A priori, pertenece al Equipo Plasma capitaneado por Ghechis, pero él va a lo suyo. Los auténticos malos del juego tienen claro que los Pokémon han de ser liberados. El jugador los atrapa, pero en el punto medio de ambas posturas está N haciéndose preguntas. ¿Y qué es lo más interesante de todo? Que el juego termina con N sin respuestas. Necesita seguir viajando y seguir viviendo para buscarlas. Y eso es maravilloso porque la magia de Pokémon, de la franquicia, es esa tensión, ese no tener del todo claro si atrapar Pokémon es bueno o malo. Y creo que esta es, en sí misma, la respuesta de Junichi Masuda.

Este es para mí el mejor juego de Pokémon porque tiene algo que jamás volveremos a ver en la saga

Esta profundidad temática, que va mucho más allá de si un Pokémon es un esclavo o un amigo, dudo mucho que vuelva a aparecer en la franquicia. Es por eso que cuantos más juegos nuevos salen de Pokémon, y más queda Blanco alejado en el tiempo, más bueno me parece, necesario y potente. Me gustó Espada y Escudo, me gustó Arceus y me gustará Escarlata y Púrpura, pero ninguno se ha convertido ni se convertirá en una experiencia tan imborrable como Pokémon Blanco. Además de lo tonal, hay otro elemento que a veces se nos olvida al echar la vista atrás y pensar en Pokémon Blanco. Este juego, artísticamente, era y es una maravilla. Lanzados en Nintendo DS, Blanco no era un portento técnico, pero sí hacía una cosa muy bien: la representación de las estaciones a través de la paleta de colores, así como de los Pokémon que pululaban por el entorno. Además, el paso de primavera a verano, otoño e invierno no solo era bonito, sino que ayudaba a entender que llevábamos mucho tiempo viajando, y que el mundo estaba cambiando con nosotros. Porque Blanco va de eso: de querer cambiar.

Cuantos más juegos nuevos salen de Pokémon, mejor me parece blanco

Creo que Game Freak perdió más que ganó con el salto a las tres dimensiones. No sé si es que no están cómodos, si es demasiado caro o poco rentable crear mejores escenarios, criaturas o momentos memorables. Pero todavía no han sido capaces de hacer mejor en tres dimensiones, ni de emular, lo bonito que era ver una bandada de Pokémon voladores flotar sobre tu cabeza mientras cambiaba el color de las flores pixeladas. Falta mucha emoción en sus tres dimensiones; y eso que en Pokémon Espada y Escudo había buenas ideas, pero, ¿no han dado el salto demasiado rápido al mundo abierto? Si todavía con la pasada generación faltaba mucho trabajo por construir un viaje interesante, ¿no han ido demasiado rápido hacia Arceus y de este a Escarlata?

La linealidad de Blanco era genial para su historia

Este es para mí el mejor juego de Pokémon porque tiene algo que jamás volveremos a ver en la saga

Arceus fue un título divertido, pero, a la larga, no me pareció un mundo "abierto" lo suficientemente estimulante. Pokémon Espada y Escudo puede tener muchos problemas, pero escenarios como el que conduce al gimnasio de tipo hada, o ideas como focalizar la cámara de las ciudades en los estadios, mostraban una buena hoja de ruta para trabajar con la linealidad en las tres dimensiones. Porque Pokémon Blanco es lineal, y le sienta genial. La linealidad te permite ordenar mejor la información que quieres dar, construir laberintos, esconder secretos… Me gustaba mucho qué pasaba cuando llegaba a un gimnasio en Blanco e iba mal de nivel. El juego sabía habilitarte zonas cercanas para entrenarte que tenías que buscar. Todo eso se pierde con la idea de mundo abierto. Se pierde el viaje estructurado en torno a algo que quieras contar. En el fondo, Arceus era un juego de coleccionar, capturar y coger todo a lo loco, de convertir a los Pokémon en números, logros y trofeos, ¿es esto lo que Masuda buscaba cuando estaba diseñando Blanco? ¿Es la respuesta a las preguntas que se hacía? Yo digo que no.

Arceus lo ha cambiado todo, y no solo parece ser cosa de un spin off

Pero quiero ser positivo. Las aventuras de Teselia de quinta generación no llegaron de la noche a la mañana. Fueron la evolución y el trabajo de muchos años, y ahora empieza una etapa nueva. Sí, hubiera preferido que Pokémon se pasara un par de generaciones más en las aventuras lineales en tres dimensiones. Me encantaría que las cosas buenas de Espada y Escudo evolucionasen más, pero esa no parece ser la intención. Arceus lo ha cambiado todo, y no solo parece ser cosa de un spin off. Pasarse al mundo abierto tiene un problema: que se te van a tirar encima todos cuando quieras retroceder a lo lineal; porque lo lineal se interpreta como un cobarde paso atrás. Ojalá Púrpura y Escarlata decidan también hacerse preguntas, en este caso, sobre su mundo abierto. Yo tengo esperanza de que así sea, y la tengo por cómo están relacionados los nuevos centro Pokémon, el mundo y sus legendarios. Los primeros son gasolineras, el mundo sí será abierto y me juego la vida a que los legendarios se convertirán en motos para recorrerlo. Por este camino sí veo una posible evolución; pero será muy lenta.

Este es para mí el mejor juego de Pokémon porque tiene algo que jamás volveremos a ver en la saga

Qué bueno era Oro, qué bueno era Blanco y cómo me está costando volver a sentir lo mismo con Pokémon

Ojalá dentro de otros cinco años, cuando Pokémon esté ya cómoda en el mundo abierto, haya desarrollado bien su fórmula y se asiente, decida mirar la vista atrás a su pasado y a Pokémon Blanco. Necesitamos personajes de esa tremenda calidad, aventuras que quieran decir algo y abandonar esta sensación de que cada nueva entrega nos da menos que la anterior. Y si se pueden volver a añadir las batallas en los trenes, mejor, que los trenes siempre van bien en un videojuego. Con este artículo no os quiero poner de morros, enfadaros o decir que no hay salvación o que Escarlata y Púrpura vayan a ser malos; qué sabré yo, y me los voy a jugar encantados. Más bien, quiero decir qué bueno era Oro, qué bueno era Blanco y cómo me está costando volver a sentir lo mismo en un juego de Pokémon actual. Te echo de menos, N.

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.