Es difícil encontrar una vida con tantos saltos como los de Mario. En sus 30 años ha rescatado princesas, aplastado enemigos, destruído bloques, derrotado mil veces a Bowser… pero sobre todo ha protagonizado algunos de los saltos más importantes de la industria del videojuego. Hoy es su cumpleaños. Le recordamos por qué es tan especial.
Super Mario, hoy cumples 30 años. Recordarán tus hazañas y sacarán el álbum de los recuerdos para pronunciar tus mejores momentos. Realzarán tu figura, la de un personaje que ha superado en popularidad al mismísimo Mickey Mouse. Dirán mucho sobre tu creador, Miyamoto, y cómo te convirtió en el icono de Nintendo. Pero para nosotros hay algo aún más interesante que todo eso. ¿Por qué eres tan especial? Mucho se dice sobre tus logros, pero poco sobre la razón de tu éxito.
En realidad, y no queremos ser duros, naciste por error. Debido a problemas legales con la licencia de Popeye, el marinero te cedió su lugar en una recreativa: tu gran oportunidad. De acuerdo, la máquina se llamó Donkey Kong, pero lo más importante es que para Miyamoto eras Mr. Video, alguien muy importante: el centro de todos sus videojuegos a partir de entonces. Se trataba de una época en que creadores y creaciones quedaban fuertemente asociados, y Miyamoto quería tener su propia bandera, una que se dibujaría en el espacio que ocupan unos cuantos píxeles.
Puede que hasta el propio Miyamoto viera en ti ciertos defectos, pero como quien cree en su hijo, te apoyó ciegamente, dando igual el resultado... De momento, Hiroshi Yamauchi, el entonces presidente de Nintendo, puso al gurú al cargo de una nueva división en la compañía, la mítica R&D4, y se hizo la magia. Seamos claros, los integrantes no tenían mucha idea de programación y no pudieron valerse por sí mismos. Siempre tenían que pedir ayuda a las otras divisiones para acabar sus juegos.
Salto al infinito
Pero entonces llegó el primer título que pudieron acabar por su cuenta, y no fue coincidencia que se tratase de Super Mario Bros. (1985). Aquel proyecto fue resultado de varias cosas, pero principalmente de la voluntad de apoyar a ese personaje cuyo nombre provenía del entonces propietario (Mario Segale) de las oficinas de Nintendo America. El videojuego lo tuvo todo. Popularizó el género de las plataformas, apoyó a la recién nacida NES y fue un éxito comercial con 40 millones de unidades en una época difícil, ya que la industria quería dejar atrás el "crash" del 83.
Sin embargo, hay algo más importante que todo esto, algo que explica muchas cosas. Miyamoto estaba obcecado con la idea de que él había creado los saltos en los videojuegos con Donkey Kong, y como él mismo ha manifiestado, no debía dejar que otros lo hicieran mejor. Sabiendo esto, es lógico pensar que su carrera posterior se ha centrado en este empeño, en mantener intacto el legado de Super Mario como vehículo de innovación y excelencia en la industria, y más en concreto en el género plataformero.
Ya aquel Super Mario Bros. proponía conceptos revolucionarios a nivel de diseño. Era un juego que no necesitaba tutoriales, porque su propia concepción te enseñaba lo que debías hacer. Aprendías a saltar porque era la única forma de esquivar a un goomba. Descubrías que un champiñón te hacía crecer ante la imposibilidad de esquivarlo. Posteriormente te sorprendías porque al saltar rompías bloques de ladrillos. Y con esto ya tenías las bases para seguir avanzando mientras Nintendo combinaba elementos y te iba poniendo las cosas más complicadas nivel a nivel.
Por eso se ha dicho que es como una biblia para desarrolladores, porque contiene los principios necesarios para crear un buen videojuego. Ha sido también la escuela de la propia Nintendo, un manual imprescindible para todos los juegos de Mario que llegarían después. Ese interés por conseguir un control exacto y completamente satisfactorio. Esa magia a la hora de representar escenarios y diseñar personajes. Esos sonidos que se han vuelto tan icónicos, con melodías que hoy en día reconoce casi todo el mundo.
Miyamoto reconoció aprender de Gunpei Yokoi que los videojuegos resultan divertidos cuando, si algo te sale mal mientras juegas, te echas la culpa a ti mismo, no al juego. Cuando entiendes cómo funciona al instante, sin necesidad de que te lo expliquen. Cuando los demás te ven jugar y aún así se lo pasan bien. Estas claves han guiado a Nintendo y a Mario a lo largo de los años. Se trata de una filosofía, de una forma de trabajar… o si queréis, es la fórmula "mágica" de una franquicia que ha seguido creciendo con el paso de los años.
Super Mario Bros. contiene el ADN de Nintendo en la producción de videojuegos, y Miyamoto lo plasmó entrega tras entrega en cada uno de los títulos de la franquicia. Los saltos nos llegaron a hacer volar (Super Mario Bros. 3), introducían al dinosaurio Yoshi como aliado (Super Mario World) y se volvían hasta revolucionarios con el paso a las tres dimensiones (Super Mario 64). Sin embargo, algo común a los avances que se producían con cada entrega es que respetaban el código genético original, siempre intacto.
Es un icono, el propio escaparate de la compañía a la hora de mostrar sus avances
La clave de esta franquicia reside en el apoyo incondicional de Nintendo, en el mantenimiento de ese ADN, pero sobre todo en el deseo de Miyamoto por hacer que Mario sea el que siempre protagonice el mejor salto en la industria. Luego podemos hablar de lo maravilloso que es su universo o del trabajo de Koji Kondo en las partituras. Mario es especial porque Nintendo le ha querido hacer especial gracias a un talento innegable. Es un icono, el propio escaparate de la compañía a la hora de mostrar sus avances, aunque también una fuerte motivación e inspiración a la hora de seguir adelante.
Mario es Nintendo… y Nintendo es Mario: dos caras de la misma moneda. Por eso cada nuevo título es tan esperado. Por eso existe tanta controversia cuando se dice que no innova. Por eso siempre le pedimos lo mejor. Al final, son inseparables, y aunque alguna vez pueda equivocarse, la mayor parte de veces acierta perfeccionando las 3D (Super Mario Galaxy) o metiendo en la fórmula el multijugador (New Super Mario Bros. Wii).
Incluso ahora, que nos parecía que Super Mario Maker no era el título más adecuado para un 30º aniversario, hemos tenido que admitir lo evidente: que es la mejor manera de comprender el éxito de un personaje, un videojuego, una franquicia y una compañía como Nintendo. Esta es otra de las razones por la que Mario es tan especial. A veces, hasta nos enseña que estábamos equivocados. Que tus saltos sean hasta el infinito para demostrárnoslo muchas veces más. Y recuerda: la princesa siempre está en el próximo castillo.