Tener la oportunidad de probar un videojuego apenas unas semanas antes de que salga y hacerlo en una demo de casi cuatro horas siempre es un privilegio que hay que valorar, especialmente cuando es un lanzamiento que genera dudas. Y, a mí, el planteamiento de Assassin's Creed Mirage de acercarse más a los primeros juegos y reducir complejidad y tamaño no puedo ocultar que me las generaba. Mucho camino había andado la franquicia en los últimos años en una dirección de complejidad en cuanto a tamaño, exploración y elementos de progresión que comenzaban a acercar más a su concepto al de un RPG de mundo abierto como The Witcher 3: Wild Hunt (salvando las enormes distancias, por supuesto) que al de los orígenes mucho más básicos y directos de la franquicia. ¿Cómo sentaría un retroceso en este ámbito a la marca? ¿El juego va a ser más sencillo o más simple (son cosas muy distintas)? Esta demo me ha hecho cambiar mi impresión inicial.
Assassin's Creed Mirage apuesta por la exploración
Una de las cosas más llamativas de Mirage tiene que ver con el hecho de la notable reducción de prisma y ambición que propone. En los últimos juegos de la saga Assassin's Creed el tener varias ciudades y los desplazamientos entre ellas eran una parte capital de la experiencia, incluso el primero ya tenía diferentes localizaciones aunque estuviera mucho más segmentado. En esta ocasión lo que tenemos con nosotros es Bagdad como único telón de fondo, eso sí: una ciudad con distintos barrios bien diferenciados y con el habitual nivel de mimo y alucinante trabajo de recreación del que hace gala la marca.
Lo que me ha gustado de recorrerlos tiene que ver con algunas decisiones interesantes de diseño que ha tomado Ubisoft que tienen que ver con la exploración y con cómo la fomentan. En primer lugar porque el parkour ya no es tan automatizado como en entregas anteriores. Hay algunas animaciones nuevas y detalles que mejoran nuestro control sobre todo lo que está pasando, pero vuelven también detalles de la navegación por el escenario como la “escalada ascendente” y la “descendente” que me recuerdan a Assassin's Creed Unity: una entrega que, para muchos, es la mejor en el ámbito de las acrobacias. Necesito probarlo más a fondo para ver qué tal, pero de momento las primeras sensaciones en estas horas han sido buenas.
Por otro lado, y a parte de que hay que estar muy atento a todo lo que nos rodea para ver las mejores opciones de escalada y aprovechar los detalles del escenario que nos pueden ayudar a hacer los movimientos más ágiles (como elementos colgantes con los que doblar rápidamente una esquina, por ejemplo), también hay que ser más observadores que nunca con los NPC. El protagonista, Badim, es un ladrón; y eso no sólo es una cuestión argumental, sino que también afecta a la parte jugable. Por ejemplo, paseando entre la gente podemos ver resaltados quiénes son los ciudadanos que poseen objetos de valor y, directamente, podemos robarles. Para ello hay que acercarse a ellos y mantener la posición cercana a ellos hasta que se activa un QuickTime Event con el que podemos proceder a robar.
Las propias misiones, por último, son el otro gran pilar que fomenta la exploración dentro de la experiencia jugable de Assassin's Creed Mirage. Obviamente, sólo he visto una pequeña parte del juego, y eso que su duración total va a ser más corta que la de los últimos lanzamientos de la serie, pero los encargos que he visto siempre van más allá de ser un mero localizador al que dirigirnos para hacer algo. Sí, obviamente el localizador está ahí para marcarnos un barrio, una instalación, un mercado, un complejo enemigo… pero una vez lleguemos a esa zona encontraremos una gran área para proceder al reconocimiento y, en todos los casos, comprende varios edificios, calles, etcétera.
Así que ya sea para matar a alguien o para encontrar un determinado objeto, nuestra águila y nuestra capacidad para estar atentos a las amenazas y posibilidades que presenta la zona son los mejores aliados que podemos tener. Los escenarios que he visto en las misiones que he probado están llenos de rincones, varias alturas y otros caminos que hacen muy interesante el jugar a nuestro estilo. Algo que me ha gustado de verdad.
Sólo asesinatos en Bagdad
Y resulta importante recurrir a conocer lo que nos rodea como anillo al dedo y tratar de optar por el sigilo como en los viejos tiempos, y es que en una escena de acción con varios enemigos estamos superados. Pasar desapercibidos vuelve a ser clave en la serie tras unos años muy centrados en un estilo Action-RPG que no tenía nada que ver con los orígenes de la marca.
Han desaparecido esos enemigos de nivel alto que podían impedir una ejecución si nos desmarcábamos mucho de su rango; aquí, por lo que he visto, aquí todos caen por igual. Obviamente hay una diferencia entre, por ejemplo, disparar a un oponente al cuerpo y hacerlo a la cabeza, sólo el segundo le vaciará enteramente la barra de salud, pero por lo demás todo tiene más encaje con el acercamiento de acción y aventuras que tradicionalmente tuvo la serie hasta la llegada de Assassin's Creed Origins.
La acción es un último recurso, pero incluso así me da la sensación de que no se ha descuidado en absoluto. Tenemos un botón para atacar (que si lo dejamos apretado es el ataque pesado), tenemos otro para bloquear, otro para esquivar y, por supuesto, los gatillos del pad para los disparos a distancia. Pero en la demo los enemigos no se turnan para atacar y es tan importante el ritmo para la defensa como el ser certeros con el momento de ser ofensivos.
Por supuesto, este “paso atrás” que da la serie en algunos aspectos como el tamaño o la complejidad también se transmite a la progresión del personaje. Decimos adiós al sistema de niveles como tal de los últimos tres episodios, pero no a la evolución del personaje. De hecho, en el vídeo que acompaña al texto puedes ver los puntos de habilidad que podemos invertir y cómo hacerlo para mejorar y personalizar la experiencia en la medida de lo posible para que el héroe se adapte a nuestra forma de jugar.
Esto también se traslada a las herramientas y armas, todas ellas admiten mejora y compraventa. De hecho, entre las cosas que robamos hay dinero, hay materiales para la fabricación y también una serie de tokens que es la moneda más valiosa del juego y que podemos usar desde para conseguir un descuento en un comercio hasta para conseguir las cosas más premium. No hay tienda ingame para comprar estos tokens con dinero real, al menos de momento en esta versión, así que puedes estar tranquilo a este respecto.
Assassin's Creed Mirage Launch Edition (PS5)
Este primer contacto enteramente jugable ha despertado mi curiosidad por un planteamiento que me hacía ser escéptico. Todavía falta para tener una opinión formada y sólo una visióm completa de Mirage nos podría permitirlo, pero esta demo ha sido grata, satisfactoria y me ha hecho cambiar de idea. Incluso así, lógicamente, hay que tener en cuenta que las compañías enseñan únicamente las cosas con las que se sienten extremadamente cómodos y de las que están enteramente seguros de que impresionarán a la prensa y los aficionados. Así que, como siempre, hay que ser algo escéptico con las conclusiones, pero mi forma de ver el título ha cambiado por completo. Ahora lo espero con ganas.
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