Análisis de Assassin's Creed Origins. Un origen ilusionante

Análisis de Assassin's Creed Origins. Un origen ilusionante
Facebook Twitter Flipboard E-mail

En 2016 no hubo Assassin's Creed, y eso nos privó de uno de los puntos de actualidad máximos cada año: su review. El 2017 sí tiene su propia entrega de la saga estrella de Ubisoft, y todas las miradas se posan ya sobre el análisis de Assassin's Creed Origins. ¿Estará el juego a la altura? ¿Ha merecido la pena la espera? ¿Encaja el componente RPG? ¿Cómo es Egipto? Todo preguntas con respuesta en el texto y la VideoReview.

Dirigir una compañía de videojuegos no tiene pinta de ser algo fácil, pero todo el mundo es capaz de hacerlo en su imaginación. ¿Quién no ha dicho acodado en la barra de un bar que hacía falta un descanso en la saga Assassin's Creed? Yo lo he hecho, y eso que me gustan todas las entregas (incluso las más denostadas públicamente). Y yo, al igual que cualquier hijo de vecino, también he fantaseado con el período histórico que me gustaría que Ubisoft trasladase a su megalomaníaco universo de acción y aventuras. Pero la cosa no es sencilla. Si lo fuera, ser empresario de un negocio pequeño sería un paseo por el parque en comparación… Y desde luego que no lo es.

Dar Egipto al aficionado podría parecer la salida fácil, pero no lo era. Supone retroceder en el tiempo en una franquicia que se ha caracterizado por su avance época tras época y, como el propio nombre de Assassin's Creed Origins sugiere, implica también estudiar los inicios de su mitología. Encargarle la época de los faraones al estudio que firmó el extraordinario Assasssin's Creed: Black Flag tampoco es una decisión que se ha tomado a la ligera, y es que esta ambientación y ese equipo con su particular forma de entender la serie parecen casar como anillo al dedo. Y, por último, paralizar durante un año una marca que es una auténtica fábrica de billetes es una decisión inquietante para los accionistas de una corporación tan grande como Ubisoft que, en las últimas fechas, ha estado de agitada actualidad por los intentos de Vivendi de hacerse con ella. Pero, ¿sabes qué denota todo esto? Confianza en lo que se presenta en esta ocasión.

Y, después de haber terminado la gran aventura de Bayek, te puedo confirmar que había motivos para que ésta contara con semejante respaldo y seguridad. Origins no sólo coge todo lo que ha caracterizado a la saga Assassin's Creed y, en su mayoría, mejora cada uno de esos elementos, sino que en realidad bebe de todo lo que ha propuesto Ubisoft en ese género de los mundos abiertos que tanto les gusta cultivar. Aquí hay cosas reconocibles de Far Cry, de Watch Dogs, de The Division… pero también muchos aspectos aprendidos de otras referencias como Zelda: Breath of the Wild, la serie Souls o The Witcher III: Wild Hunt. ¿Original? Podríamos discutirlo por ese constante "pecado" de la autoreferencia a otros productos desarrollados internamente. ¿Brillante? Afirmar tajantemente que lo es admite más bien poca réplica. Eso de "Orígenes", insisto, no es una nomenclatura escogida por casualidad: Hablamos de un nuevo e ilusionante comienzo para la IP.

Vídeo Análisis


Bayek: El Origen de Todo

Lo más peliagudo a la hora de hablar de Assassins Creed Origins es lo argumental, y lo es porque es un apartado de irregular rendimiento. Por un lado, la historia principal es difícil de digerir en un sentido muy literal. Toca todos los palos posibles y no acaba de redondear algo estimable en ninguno de ellos. Para empezar la campaña hay una parte eminentemente familiar con un punto dramático y mucho potencial que parece comenzar con fuerza, pero que rápidamente se diluye. No tarda en ser reemplazada por la historia de amor apasionado entre el protagonista y su esposa, Aya, una pareja para la que Ubi ha dedicado muchos esfuerzos en dejarnos claro que cuentan con una vida sexual plena y que, por ser un dúo de protagonistas atípico, podría haber dado buenos réditos. No acaban de trascender, si te soy totalmente honesto.

Un origen ilusionante


Una de las mejores cosas de Origins es eso tan tradicional de Assassin's Creed de mezclar su universo y la historia.
Una de las mejores cosas de Origins es eso tan tradicional de Assassin's Creed de mezclar su universo y la historia.


¿Qué sucede a continuación? Cuando parece que este dúo podría ofrecer un resultado interesante, nuevamente su presencia se diluye y deja su lugar a una trama de conspiraciones. Entra en juego ahí una Cleopatra que se nos presenta a las 6-8 horas de juego y que trata de hacerse con el control de Egipto para combatir a Ptolomeo XIII, y también tienen su importancia otras piezas del tablero como Julio César o Pompeyo. Aún hay algún giro más por el camino para acabar consolidando un argumento terriblemente deslavazado y del que algunas piezas funcionan bien de manera independiente, pero que como conjunto es muy difícil seguir con interés.

Ya de por sí el hilo es bastante convencional, pero si a eso sumamos que la propia naturaleza con elementos RPG del título obliga a espaciar mucho las misiones principales para que tengamos el nivel suficiente para poder acometerlas, hace que el atractivo a medio plazo acabe decayendo. Es el tercio final, cuando Ubisoft retoma el pulso de lo que se nos cuenta, lo que mejora al título en este campo. Tampoco ayudan los interludios en la era moderna, algo que se había perdido en los últimos tiempos y que aquí vuelve aunque con una importancia y una presencia bastante modestas. El equipo de Ubisoft que ya firmó en su momento Assassin's Creed IV: Black Flag ha querido recuperar esa vertiente de la franquicia que, no por discutida dejó de tener una fuerza vertebradora importante para los primeros capítulos. Algunas de las ideas que se proponen en primera instancia desde su punto de vista me gustan, como la buena integración que ofrece para la historia el hecho de que esté trabajando sobre el terreno en las tumbas de los protagonistas de la parte histórica en lugar de en un frío edificio futurista. Sin embargo, la cosa va torciéndose poco a poco hasta llevarnos de la mano a secuencias un tanto absurdas.

Un origen ilusionante


En el tercio final la campaña retoma el pulso de lo que se nos cuenta y mejora


Hasta aquí todo parecen malas noticias, y de hecho la sensación general es la de que el argumento principal no está tan trabajado y que el protagonista, Bayek, está desdibujado y no es nada carismático. No puedo contradecir a nada de eso. No obstante, hay algo francamente positivo en la faceta argumental, y es un estupendo potenciador para mantener el interés cuando el hilo principal no puede conseguirlo. Hablo de las misiones secundarias, una estupenda serie de encargos alternativos y opcionales que cuentan pequeñas minihistorias al margen del argumento y que, en la mayoría de ocasiones, están francamente bien. Sí que es cierto que hay algunas del tipo de "rescatar a un familiar", "me han robado tal o cual cosa" o "escolta a un determinado personaje" que no podrían ser más genéricas y que se repiten con frecuencia, sin embargo también hay espacio para otras realmente bien escritas, que abordan temas interesantes y con algunos momentos sorprendentes que se siguen con mucho interés.

Las misiones secundarias esconden muchas sorpresas y, las que están bien escritas, son realmente interesantes.
Las misiones secundarias esconden muchas sorpresas y, las que están bien escritas, son realmente interesantes.


Se abusa de la expresión "altibajos", y me incluyo, pero es la mejor manera de definir lo que ofrecen todos estos mini-arcos argumentales. Hay algunos muy buenos, y otros peores. Pero lo entiendo, y no sólo eso sino que comprendo que tiene difícil solución. Fueron cerca de un centenar las misiones que cumplí para acabar el videojuego con el nivel necesario para Bayek y, incluso así, después seguí completando varias decenas de otras misiones todavía por descubrir o cumplir. ¿Cuánto será el total de misiones de Assassin's Creed Origins? Es difícil cuantificarlas porque hay que buscarse la vida para dar con ellas, y siempre tengo la sensación de que aún me quedan muchas por descubrir en cualquier calle perdida de las ciudades, en cualquier aldea que pasé por alto o en algún oasis más del desierto.

¿Un total de 150 para completar el juego? ¿Quizá 200? Piénsalo, es literalmente imposible que todas estén al mismo nivel. ¿Cuál es tu serie favorita? ¿Breaking Bad? ¿Los Soprano? ¿Mad Men? Todas ellas obras maestras que tienen episodios mejores y peores e incluso algunos de estos últimos que, al terminar, me han hecho preguntarme si realmente ha pasado algo en esos 50 minutos que he pasado delante de la televisión. Lo que está claro es que en Origins ha cundido el espíritu de CD Projekt Red con su brillante planteamiento para The Witcher III: Wild Hunt, y es que en esta ocasión sin tener un material de base tan bueno como el que dispuso CD Projekt Red ni tampoco unos guionistas tan brillantes, sí se ha obtenido un resultado que, en sus mejores momentos, no desmerece en absoluto.

Un origen ilusionante


La campaña se puede superar en 35-40 horas si vamos directos al grano, pero su recorrido total si somos completistas es incluso más incalculable de lo que suelen ser los ya de por sí mastodónticos mundos abiertos de Ubisoft... Contando además con muchas actividades y entretenimientos que brotan como setas una vez terminada la propia historia. El elemento que une todo ese argumento es tan exiguo como una serie de 12 asesinatos que tenemos que acometer, en primera instancia motivados por la venganza pero más adelante con otras justificaciones. Casi siempre una docena de personajes nocivos para el pueblo egipcio que, en el mejor de los casos, nos permiten conocer algo más sobre las costumbres de esta civilización por el camino.

Si vamos al grano, podemos acabar en 35 o 40 horas

Hay momentos de misticismo que me han agradado mucho a pesar de recurrir a resortes ya mil veces vistos, y en líneas generales el telón de fondo histórico me ha dado la sensación de estar bien aprovechado en este ámbito con algunos grandes instantes en los que historia y ficción se entrelazan de una manera que sólo Assassin's Creed sabe hacer. El hecho de que esos objetivos principales giren, casi siempre, alrededor de la investigación, preparación y ejecución de un asesinato permite también a los diseñadores de Ubisoft crear situaciones muy atractivas. Operaciones que se llevan a cabo en lugares emblemáticos como el panteón, unas termas o en una tormenta de arena se alternan con otros momentos que se han grabado en mi retina como carreras de cuadrigas, luchas contra bestias míticas o incluso unas batallas navales que nos devuelven el espíritu más Black Flag de un estudio que se nota que se ha gustado.

Un origen ilusionante


Punto de Partida

Hay muchas cosas que se han convertido en tradicionales de la saga AC y que generan sensaciones encontradas. Una de las más criticadas ha sido tradicionalmente el combate, uno que inicialmente creó escuela por su sencillez y comodidad a la hora de llevar a cabo maniobras espectaculares, pero que también fue puesto en duda por el recurso habitual de rodearnos de enemigos pero que éstos se turnaran al atacarnos. Uno de los puntos clave en la hoja de ruta de Ubisoft para esta entrega era el de mejorar en este ámbito, y vaya si lo han conseguido. ¿Eres de los veteranos de la serie? ¿Llevas tantos años jugando a juegos de la marca que te sabes sus controles de memoria? Pues bien, olvida todo lo que has aprendido. Asrhaf Ismail y su equipo han redistribuido el pad conscientes de que el mayor peso ahora recae en el combate, y sabedores de que con la antigua combinación de botones no podían crear algo tan profundo como lo que deseaban.

El sigilo está tan cuidado como siempre, aunque como el combate ha mejorado ahora es un placer inclinarse por la acción más directa.
El sigilo está tan cuidado como siempre, aunque como el combate ha mejorado ahora es un placer inclinarse por la acción más directa.


El tutorial que compone los primeros minutos de la experiencia me pareció indicativo y, aunque venía avisado por los compañeros de la revista de que el cambio era radical en el manejo, incluso así me costó por lo menos una o dos horas "cogerle el truco" y empezar a sentirme cómodo. Mucha gente se va a revelar contra esto, porque siempre hay una reacción de rechazo en primera instancia por parte del perfil de usuario más conservador. Y, de hecho, tengo que reconocer que me preocupa que la brutal atención que se le ha prestado a los enfrentamientos contra grandes contingentes de enemigos levanten la sensación en más de uno de que se ha descuidado la parte de pasar desapercibidos.

Lo que más vamos a hacer en AC Origins seguramente sea combatir, ya sea en modo sigilo o a pecho descubierto, así que las acciones de lucha reclaman su lugar en el mando. Ubisoft ha construido un sistema ágil que permite rodar o contragolpear para la defensa con mucha agilidad, y ser auténticamente devastadores en unas maniobras de ataque que ahora comprenden hasta cuatro botones con diversas combinaciones, ya mezclemos unos con otros o incluso los dejemos apretados. A parte de que en espacios cerrados hay alguna incomodidad derivada de la cámara y de que el fijado es útil únicamente para los oponentes más fuertes y solitarios, me parece que hay poco que reprochar.

Un origen ilusionante


El sistema de lucha mejora lo anterior y permite muchas alternativas

Es un positivo sistema de lucha porque permite muchas alternativas, incluyendo rango cercano y a distancia gracias al excelente empleo del arco, pero también porque al mismo tiempo es adictivo y ofrece un desafío muy interesante con unos enemigos que siguen rodeándonos pero que atacan a la vez, crean tácticas, buscan ventajas y también se acoplan a cada situación, contando muchos de ellos con armas y escudos o con arcos, y empleando unos u otros según requiera el momento en una forma muy dinámica de ponernos en apuros. Hay algo de la saga Souls en la distribución de los botones, pero también en el espíritu y, de hecho, seguramente los veteranos de la saga de From Software emplearán tácticas más defensivas que se revelan imprescindibles cuando nos enfrentamos a rivales de nivel mayor que el nuestro.

El comercio sigue teniendo importancia. El botín que consigamos en forma de armas está ahí pero también hay mucho que comprar.
El comercio sigue teniendo importancia. El botín que consigamos en forma de armas está ahí pero también hay mucho que comprar.


Y ahí reside una de las cosas que mejor hace Origins, y es la de integrar muy bien su esquema basado en niveles con una experiencia totalmente satisfactoria. Clint Eastwood y Eli Wallach establecían en El Bueno, El Feo y El Malo que "el mundo se divide en dos", alterando lo que componía esa fracción en función de lo que les interesaba en una de las mejores bromas recurrentes de Sergio Leone. Pues bien, el mundo de los juegos de rol de mundo abierto se divide en los que emplean el denominado "auto-level", que permite explorar el mundo con libertad sabiendo que los adversarios se adaptarán a nuestro nivel; y los que no, que acaban fraccionándolo en las zonas a las que es recomendable que vayamos de inicio y a las que es mejor no acercarse. Al igual que The Division, también de Ubisoft, el juego recurre a informarnos con números de nivel sobre las cabezas de nuestros adversarios, y con unas muy gráficas calaveras en caso de que haya tanta diferencia que el combate sea irresoluble a nuestro favor.

Un origen ilusionante


¿Por qué hablo tan positivamente de esto? Porque la experiencia será tan emocionante o desafiante como nosotros deseemos. Es cierto que hay tres rangos de dificultad, recomiendo el medio por cierto, pero lo que de veras manda es el nivel. Partamos de que tienes un nivel 10, ¿de acuerdo? Si vas a por misiones de nivel 5 o 6 será un paseo por el parque nada estimulante. Si, en cambio optas por hacer las recomendadas para tu rango la cosa será sencilla, pero aún así tendrás que tener ciertas precauciones. Si deseamos que sea emocionante de veras basta con empezar misiones para las que el nivel recomendado sea un par de valores más alto. He visto entonces lo que es la adrenalina, e incluso me he sorprendido a mí mismo saltando una o dos veces de la silla al acabar una misión con un combate de lo más apretado. Creedme, para alguien que lleva más de una década en esto, no es nada habitual.

El árbol de habilidades esconde cosas muy interesantes y también algún que otro giro sorprendente. Hay mucho que descubrir y es un buen motivo para progresar.
El árbol de habilidades esconde cosas muy interesantes y también algún que otro giro sorprendente. Hay mucho que descubrir y es un buen motivo para progresar.


Al final, todo lo que hacemos en Origins gira alrededor de obtener puntos de experiencia. No exagero ni un ápice si te digo que todo aporta puntos. ¿Descubres una localización? Ración de XP. ¿Matas a un enemigo? Puntos para ti. ¿Cumples una misión o "limpias" una fortaleza adversaria? Más experiencia. ¿Escalas una atalaya y reconoces el terreno para ver qué secretos oculta? Adivina… Exacto, puntos para ti. Con éstos mejoramos nuestros valores de salud y ataque cada vez que subimos de nivel, pero también obtenemos un punto de habilidad con cada "ascenso". Es distinto para la franquicia y es rompedor para la marca, y le da un mayor sentido a ser completista. Black Flag era un videojuego extraordinario, pero completar sus islas al 100% liberándolas de enemigos o encontrando sus tesoros era algo más bien anecdótico. En el nuevo Assassin's Creed Origins limpiar una fortaleza asesinando a sus comandantes y haciéndonos con su botín no solo ofrece recompensas de equipo que vienen muy bien, sino que también nos da un generoso bonus de puntos.

De hecho, hablando con otros compañeros de la prensa sobre el videojuego nos preguntábamos si esta mecánica deudora del rol sería un caso puntual para la saga o si sería la línea futura a seguir: Un Punto de Partida como el que he decidido emplear como nomenclatura para bautizar a este apartado. Mi sensación, obviamente, es que esta pequeña revolución marcará el futuro de la serie… y, a pesar de que como ya he dicho la preeminencia del combate va a recibir críticas por reducir el interés de optar por inclinarse por el sigilo, creo que esta mutación es para bien.

Un origen ilusionante


Un Universo Inabarcable

En un momento como el que vivimos en el que muchos aficionados buscan, con toda lógica, exprimir cada euro que se gastan en un videojuego, Assassin's Creed Origins viene cargado hasta los topes de cosas que hacer. No es únicamente eso que ya te he comentado sobre una cantidad de misiones obscena, es que aparte de eso hay muchísimo que hacer y el hecho de que el propio concepto rolero del juego le aporta significado y relevancia juega a su favor. Es fácil que, terminado el prólogo, sintamos cierta sensación de estar abrumados cuando todo el mapa se abre ante nosotros. Quedo a expensas de que comiencen a establecerse las comparativas clásicas entre tamaños de juegos, pero el del nuevo videojuego de Ubisoft me ha parecido de unas dimensiones apabullantes. Lo positivo es que siempre me ha dado la sensación de estar bien aprovechado.

Un origen ilusionante


El mapa es muy grande pero da la sensación de estar bien aprovechado. Hay tramos desérticos, claro, pero también muchas ciudades, vegetación, monumentos...
El mapa es muy grande pero da la sensación de estar bien aprovechado. Hay tramos desérticos, claro, pero también muchas ciudades, vegetación, monumentos...


Estar bien aprovechado, eso sí, no significa que esté lleno de cosas, sino que en él esté todo bien planteado. Hay partes de una densidad de actividades que hacer salvaje, como las ciudades por ejemplo, donde das una patada a una piedra y te surgen misiones, eventos aleatorios, comercios, atalayas o guarniciones que liberar. Pero también hay partes como el desierto que están correctamente representadas en cuanto a su sensación de vacío y a la colosal sensación de escala que transmiten. No es que no haya nada, puede ser que topes con un templo que saquear, con algunos curiosos minijuegos relacionados con las estrellas y con algún que otro rompecabezas o incluso con alguna que otra manada de hienas que te pongan las cosas difíciles, pero son desiertos que hacen honor a su nombre. Lo positivo es que del gigantesco mapa que hay estas superficies apenas suponen un 15%, aproximadamente, y que están lo suficientemente bien distribuidas como para no tener que pasar por ellas si de veras no lo deseamos. El hacerlo, desde luego, es una experiencia que recomiendo. No sólo porque su sensación de inmensidad y lo bello que es lo merece, sino también porque si pasamos suficiente tiempo en él encontramos sugerentes espejismos que ayudan a ofrecer un lado un poco más místico en el protagonista.

Si lo que quieres son emociones fuertes, los pantanos o las zonas de vegetación densa suponen más atractivos. Principalmente porque ahí hay mucho más que hacer. Fortalezas enemigas repletas de adversarios, muchas más actividades y sobre todo una fauna fantástica que cazar o que emplear. Lo de cazar queda claro, Ubisoft lo ha exhibido con fuerza en la serie Far Cry demostrándonos que con pieles y materiales puede elaborar un sistema de fabricación muy interesante que aquí, aunque seguramente a menor escala, vuelve a estar presente. ¿Qué quiere decir lo de emplear? Siguiendo el ejemplo también de aquella marca, es habitual que podamos emplear a leones enjaulados, por ejemplo, para abrirlos dentro de un campamento enemigo y sembrar el caos. No obstante, también podemos provocar ese tipo de situaciones con los que no están en cautividad si somos lo suficientemente hábiles en campo abierto, y además será habitual que veamos a civiles requiriendo de nuestra ayuda al ser atacados por bestias. Verás muchas veces a algún ciudadano perseguido por hipopótamos si éste se ha acercado a una región donde abundan, un marinero atacado por cocodrilos o alguna otra bestia de tierra que se acerca a una aldea y siembra el caos. Como siempre, todo lo que hagamos por ellos dentro de estos eventos aleatorios repercutirá positivamente en nuestra experiencia.

Un origen ilusionante


Todas las virtudes de las que tradicionalmente hace gala la serie en lo artístico vuelven a brillar una vez más

De las ganas que tengamos de mejorar nuestro equipo o subir de experiencia acabará dependiendo nuestro interés por sacar partido a todo lo que ofrece el videojuego en lo demás. Ya te he comentado en el análisis que hay un patrón repetitivo en las misiones secundarias derivado del hecho de que, por muchos modelos que se introduzcan no se puede hacer que más de un centenar se sientan siempre distintas, pero la obra ofrece un modo de combatirlo. Sí, hay abundantes de investigar al más puro estilo The Witcher 3, otras tantas anodinas sobre seguir a alguien y muchas sobre rescatar a alguien y trasladarlo a hombros a un lugar determinado a algún personaje impedido y en apuros que recupera la movilidad milagrosamente cuando le dejamos en la meta. Pero también hay la posibilidad de salir a cazar para obtener materiales y fabricar nuestras mejoras, asaltar fortines para ganar experiencia y hacernos con un buen botín, además de hacer acopio de oro y fama en el coliseo de gladiadores convirtiéndonos en un reputado luchador o participar en las carreras de cuadrigas. Cuando veas el árbol de habilidades y empieces a fijarte en las cosas tan espectaculares que se pueden desbloquear y aprender en los niveles tan altos, te empezará a picar el gusanillo y será el mejor combustible para mantenerte pegado a la pantalla.

Un origen ilusionante


Un origen ilusionante


Egipto Cobra Vida

La saga Assassin's Creed siempre ha sido un referente en términos visuales, y así lo ha demostrado el hecho de que año tras año sus entregas han sido títulos que se han contado entre lo más impactante que llegaba al mercado de cara a la campaña de Navidad. Origins buscaba un paso más allá, siendo como es ya el tercer episodio destinado a las consolas de la actual generación y aprovechando el poderío extra de máquinas como PS4 Pro y, especialmente, una Xbox One X en la que teníamos particulares ganas de verlo en movimiento. Ubisoft, de momento, nos ha facilitado la posibilidad de jugar hasta terminar precisamente esa versión y también de probar la de PlayStation 4 y las conclusiones me han parecido tremendamente positivas.

Un origen ilusionante


Todas las virtudes de las que tradicionalmente hace gala la serie en lo artístico vuelven a brillar una vez más con un telón de fondo tan espectacular como el que supone Egipto. El título aprovecha muy bien las construcciones y la imaginería de ese pueblo y también, por qué no decirlo, una mística que tenía enorme importancia para esa civilización y que aquí tiene unas gotas de fascinante protagonismo que nos regalan algunos de los mejores y más sobrecogedores momentos del videojuego. Es uno de los títulos en los que más partido se puede sacar al modo foto. Además es una producción particularmente ambiciosa, puesto que no sólo se vuelca en recrear a lo grande esa región con una interesante riqueza de biomas, sino que también se permite el lujo de dar algunas pinceladas de otros pueblos como el griego y un Imperio Romano que tiene particular importancia en el tercio final de la campaña.

¿Qué garantiza la versión de Xbox One X? Que todo lo que tradicionalmente brilla en la ejecución de la serie, en Origins se multiplica. Hablamos de una estupenda distancia de dibujado, de buena calidad en las texturas y de una tasa de imágenes por segundo firme y sin problemas sin importar las pruebas de estrés a la que sometamos al juego cargando de enemigos la pantalla. De hecho, elementos que explotan otras marcas de Ubisoft como, por ejemplo, el fuego, tienen una presencia importante aquí. No sólo porque tecnológicamente están francamente bien ejecutados y cuentan con una propagación creíble, sino también porque tienen efectos jugables que nos permiten crear potentes estrategias con las que aislar a los enemigos.

[cita05]Sí que es cierto que la inteligencia artificial, que en líneas generales es bastante efectiva teniendo en cuenta lo complicado que es gestionarla en un mundo tan abierto, acaba cometiendo imprudencias cuando el fuego entra en escena… pero me parece un problema más bien menor. Estupendos efectos, una iluminación muy buena y un agua fantástica y con cuidadas ondas, refracción de luz e incluso disolución de sangre en su superficie redondean un conjunto de impacto en el que la vegetación, por cantidad y calidad, me ha parecido sin duda la reina del conjunto.

Un origen ilusionante


La ambientación de los Assassin's Creed siempre ha sido uno de los puntos fuertes, pero el caso de Origins es sencillamente espectacular.
La ambientación de los Assassin's Creed siempre ha sido uno de los puntos fuertes, pero el caso de Origins es sencillamente espectacular.


Lógicamente la edición de PS4 Pro no puede ofrecer semejante calidad en elementos como la distancia de dibujado, y adolece de algo más de popping (el dibujado tardío de los elementos) además de alguna dificultad muy puntual para mantener la estabilidad de la tasa de imágenes por segundo en momentos como cuando la pantalla está repleta de enemigos. Sin embargo sus prestaciones también son muy buenas. Por otra parte hablando de Xbox One X esa tardanza en recrear los gráficos me ha parecido bastante aislada teniendo en cuenta la cantidad de elementos que hay en pantalla, y en cuanto a pulido también veo más bien poco que reprochar. No hace falta que recuerde que el hecho de ser un título de perfil tan abierto, con tanto que tener en cuenta y suponiendo un mapeado tan grande y sin tiempos de carga que separe regiones tiene mucho mérito un acabado tan bueno, pero en las varias decenas de horas que he empleado para terminar el título apenas observé una incidencia menor y puramente cosmética en la primera cinemática.

Por otra parte, la versión de PC es ciertamente exigente en términos de hardware. Por lo que hemos podido probar con el equipo de pruebas de redacción (i7 4,00GHz, 16GB RAM y GTX 970), nos ha resultado difícil superar un frame-rate de 30 imágenes por segundo con unas opciones visuales cercanas a ser maximizadas. No era nada que no esperara, claro, puesto que ya los requisitos mínimos y máximos eran, cuanto menos, amplios. Lo que sí he observado es que se muestra particularmente duro en cuanto a cómo afecta a la tarjeta gráfica, pidiéndole notablemente más que a la CPU, por ejemplo.

Por otra parte, hay espacio para las cajas de botín, pero su presencia es anecdótica. Se compran con dinero in-game, que se puede obtener generosamente y sin problemas en las partidas, y nos ofrece algunas armas y armaduras especiales. Sí que hay también abundantes microtransacciones que el propio videojuego denomina como "aceleradores de juego", y que permiten obtener algunas cosas más rápidamente a cambio de dinero real. Nuevamente, nada que no se pueda conseguir jugando así que, siempre según mi juicio, nada preocupante.

Gameplay


En cuanto al audio, hay algunas cosas que contar. La música opera a un muy buen nivel, con buenas partituras y en generoso número para acompañarnos en el alto número de horas que invertiremos en el videojuego. Los efectos de sonido, por otro lado, rinden también a la altura de lo que se espera de una superproducción de estas características. En cuanto al doblaje hay algunas matizaciones que hacer. Las mayoría de las voces principales están realmente bien, con algunas de ellas fácilmente reconocibles y con el adecuado nivel de dramatismo. Mención especial para la de Bayek, que le aporta más personalidad y carisma de la que el propio personaje demuestra a lo largo de la aventura. De entre la selección, sin embargo, destaca por lo negativo la de Cleopatra. En una tradición en nuestro país de vincular a personalidades famosas, seguramente con intenciones promocionales, a la hora de doblar a figuras relevantes de la historia, se ha optado en esta ocasión por escoger a Clara Lago para interpretarla, con un resultado en líneas generales que choca con el resto de actores de doblaje. Por otra parte tampoco me ha agradado la poca variedad de voces y de frases para los civiles que nos rodean cuando paseamos por las ciudades, y que se repiten con frecuencia.

Magnífico

Recomendado
Un origen ilusionante

Assassin's Creed: Origins

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Assassin’s Creed Origins es exactamente lo que prometía. Esperar un año para la aventura de Bayek ha merecido la pena, y hablamos de un lanzamiento extraordinario que nos devuelve al mejor estado de forma de la franquicia. Con una historia más centrada y un nivel de calidad menos voluble para las misiones secundarias hablaríamos de un videojuego estratosférico, pero incluso así será con todo merecimiento y con poca discusión una de las mejores aventuras de acción de este año.

Comprar Assassin's Creed: Origins
  • Egipto era un deseo de los aficionados hacía años, y ha cumplido con las expectativas
  • Tiene una cantidad de cosas que hacer que roza lo ilimitado
  • El factor RPG ha encajado muy bien en la fórmula Assassin's Creed
  • La nueva forma de entender los combates aporta mucha diversión
  • Visual, técnica y artísticamente es un escándalo
  • Hay muchas misiones, muchísimas, lo que provoca que no todas estén a la misma altura
  • Argumentalmente es algo deslavazado y confuso
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 35-40 horas (mínimo)
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...