La vida es una rueda que no deja de girar. Cuando se anunció Immortals Fenyx Rising, las comparaciones con The Legend of Zelda: Breath of the Wild no se hicieron esperar. Sin embargo, el título de aventuras de Ubisoft demostró tener la calidad suficiente como para desmarcarse de comparaciones y, al mismo tiempo, hacerse valer por las numerosas virtudes que aunó en su experiencia. Y, como la vida es esa rueda que nunca deja de girar, cerca de su segundo aniversario vuelve a estar en el foco de la comparación. Mas, en esta ocasión, ocupa el lugar de mentor y no el de alumno aventajado.
Cuando se anuncio Asterigos: Curse of the Stars a finales del pasado año, muchos vieron similitudes evidentes entre este título y la epopeya de Ubisoft. Aunque el aspecto de la protagonista no fue una de ellas, ya que esta está más cerca de la mitología nórdica que de la romana o la helena, elementos como los escenarios, el combate y la exploración lucían muy similares a lo visto en Immortals Fenyx Rising. Y he de decir, después de haber avanzado bastante en la propuesta de Acme Gamestudio, que la inspiración y las diferencias son tan evidentes como claras.
Acción y aventuras con estilo souls
Así, Asterigos: CotS se centra en las consecuencias de una maldición. Su historia gira en torno a Aphes, una ciudad maldita que vivió sus mejores años hace tanto que muchos de sus habitantes ya no lo recuerdan. Víctimas de un castigo divino, la esperanza aflora con la llegada de Hilda, una extranjera incapaz de comprender su cultura que, buscando a su padre, se topará de lleno con Aphes y su maldición y se verá obligada a cooperar con ellos para averiguar qué sucedió allí y, al mismo tiempo, conocer la verdad sobre el paradero de su padre y los hombres que le acompañaban.
Uno de los aspectos más interesantes del título está relacionado con la libertad de elección. Aunque el rumbo y el devenir de la historia está "prefijado", ya que sigues los mismos pasos independientemente de tus actos, las decisiones que tomes y la forma en que decidas cumplir ciertas misiones afectará a la visión de otros personajes sobre tu persona. Sin duda, este es un acierto de Acme Gamestudio, firma que prometió apostar por historias innovadoras y personales y, al menos con esta, da los pasos acertados para ello.
Asterigos: CotS es incapaz de esconder o disimular sus costuras
Por desgracia, Asterigos: CotS es incapaz de esconder o disimular sus costuras. En una experiencia tan marcada por la exploración y los combates, es una auténtica pena que estos sean dos de los puntos más flojos. Con ello, no afirmo que sean aspectos tediosos o malos, pero cuesta conectar con una experiencia que en ningún momento es capaz de dejar a un lado una sensación que dinamita a ciertas propuestas: "esto ya lo he vivido antes". Y, en casos concretos como este, uno en el que apuestan por más de una decena de horas para completar la experiencia y otras tantas para aprovecharla al máximo, no tarda en hacerse cuesta arriba.
Explorando una ciudad maldita
Los escenarios, por ejemplo, son una buena muestra de lo que quiero abordar. Aunque tienen su aquel y hay algunos que a nivel visual son espectaculares, algunos de sus puntos fuertes como la conexión a través de atajos o la interacción con elementos que expanden la historia (véase coleccionables o escucha de conversaciones) son más flojos de lo que cabría esperar. Y eso, en una experiencia que basa su argumento y misiones en la importancia de una ciudad maldita, además de carecer de puntos de guía para llegar a las localizaciones, es una mala noticia.
Por su parte, los combates son una apuesta segura porque el equipo encargado de desarrollar Asterigos: CotS no ha tomado ningún riesgo. Poco después del comienzo, Hilda dispone de un arsenal de armas (espada, martillo, lanza, etc.) que ofrece al jugador la posibilidad de probar cuál es más efectiva según su estilo de juego. Y, en ese preciso instante, la comodidad vence a la variedad y se acaban los motivos por los que ir experimentando.
Sin embargo, he de decir que el combate es divertido y te obliga a permanecer atento ya que, aunque los enemigos tengan movimientos fáciles de predecir, si te despistas habrás caído antes de darte cuenta. Además, la rueda de habilidades juega con una curiosa mecánica: el hándicap ventajoso. Así, a la vez que incrementas ciertas características, otras pierden parte de su eficiencia y "obligan" al jugador a optar por un camino. Esta es una forma original de potenciar la forma de jugar de cada usuario y, a su vez, limitar la versatilidad.
Un apartado gráfico que entra por los ojos
No obstante, si algo me ha fascinado de la idea de Acme Gamestudio ha sido su capacidad de sacar el máximo partido al diseño visual y sonoro. En lo que respecta al primero, pese al riesgo que supone apostar por una estética cartoon, los integrantes del equipo han sabido dar los pasos en la dirección correcta para que no se vea artificial. Parece una tarea sencilla, pero son muchos los ejemplos de proyectos que palidecen en este aspecto y, por desgracia, son incapaces de sacar el máximo partido a una apuesta visual que no envejece. Por fortuna, ese no es el caso de Asterigos: CotS, una experiencia que sabrá disimular el paso del tiempo gracias a su apartado visual.
En lo sonoro, quizás uno de los aspectos más llamativos del juego, poco o nada se le puede reprochar a esta propuesta. En ella, eventos como recorrer un escenario, combatir contra un jefe o explorar a tu gusto pasan de ser rutinarios a experiencias pomposas gracias a la música que acompaña cada momento. Sin duda, se nota el esfuerzo en las composiciones y las ganas que tenían de destacar en ellas, razón por la que han aprovechado al máximo esta virtud y han podido exprimir cada ápice de la misma. De hecho, casi sin darme cuenta, me encontré tarareando alguna que otra melodía poco después de finalizar mis sesiones de juego.
En definitiva, me adentré en Asterigos: CotS pensando que encontraría una copia de Immortals Fenyx Rising y me topé con un producto irregular que, a diferencia de la idea de Ubisoft, fue incapaz de conquistarme. Dicho esto, es importante darle valor al estudio ya que esta experiencia supone su debut en la industria. Teniendo esto en cuenta, entiendo ciertas decisiones y, a su vez, comprendo que hayan optado por no asumir muchos riesgos. Sin embargo, me es imposible no pensar en otras "primeras veces" (véase Kena: Bridge of Spirits) y no terminar con una sensación agridulce. Aún así, es un producto perfecto para los amantes de la Grecia clásica, la Roma antigua o los juegos de aventuras. Fuera de esas categorías, le costará encontrar algún adepto.
Asterigos: Curse of the Stars es un divertido juego de aventuras que, por desgracia, no es capaz de exprimir al máximo cada aspecto que le podría hacer único. Su curioso apartado artístico, las posibilidades de su estilo de combate o la forma de contar una historia con múltiples vías según las decisiones que tome el jugador, por poner tres ejemplos, no brillan todo lo que deberían. Por ello, aunque gustará a los fanáticos de las historias relacionadas con la Roma antigua o la Grecia clásica, el juego palidece ante otras propuestas que, con menos recursos o la misma experiencia, son capaces de destacar más que él. Aún así, es ilusionante ver el potencial de Acme Gamestudio, firma que debuta con este proyecto y ha querido demostrar todo su potencial.
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