Uno espera de Astro's Playroom que sea un expositor. Una de esas experiencias que solo pretende remarcar las nuevas características de una consola y, en este caso, del nuevo mando DualSense. Casi como un tutorial interactivo más que un juego. Que al fin y al cabo es gratuito, no te van a regalar algo que parezca completo. Y aquí está, el verdadero juego sorpresa de PS5.
Qué equivocado estaba. Astro's Playroom es EL juego que acompaña a PlayStation 5. Te sorprenderás cuando vengan tus amigos a casa a ver "la nueva plei" esperando sorprenderse con los gráficos de Spider-Man: Miles Morales o Demon's Souls y tú tengas más ganas de enseñarles Astro's Playroom. Sus cejas arqueadas no tardarán en desaparecer en el momento en que les enseñes la demostración del mando que inaugura la experiencia. Ahí es cuando uno se da cuenta de que Astro es, irónicamente, el vendeconsolas. El trabajo del ASOBI! Team es tan pulido que no me tiemblan los dedos si escribo que se podría pagar por él tu buen dinero.
La culpa es mía: esto me pasa por no confiar en el currículo del estudio, que ya me sorprendió con Astro Bot: Rescue Mission cuando llegó a PlayStation VR un poco de tapadillo y se convirtió en uno de los juegos más queridos del sistema. Esta pequeña obra demuestra que no fue un golpe de suerte: detrás de la espectacularidad sensorial que hay aquí contenida hay un gran juego de plataformas. Uno que destila saber hacer en sus mecánicas más básicas y su diseño de niveles y secretos, que combina con una buena dosis de imaginería particular, con colofones finales para cada uno de los cuatro niveles que vas a recordar durante mucho tiempo.
Pero vamos con lo primero que te cautiva: el mando. No te preocupes, por más que escriba cientos de palabras sobre ello, no es posible arruinarte la experiencia: las sensaciones táctiles, motrices y auditivas del DualSense (un nombre que me parecía pretencioso y ahora no puedo verlo más acertado) se van a debatir durante muchos meses. La vibración háptica es de las más conseguidas que he probado. Los motores logran una recreación espacial que hace parecer que hay algo vivo dentro de él. El simple hecho de notar cómo Astro va dando pasitos en distintas superficies, le caen gotas de lluvia o granizo golpeando el mando con múltiples puntos a distintas intensidades, provoca una sensación muy placentera en el jugador.
El DualSense cambia el juego
La tecnología solo es buena cuando se sabe sacar partido
El panel táctil no da la sensación de que vaya a fallar, como me ocurría con el DualShock 4 y aunque se usa menos, funciona tan bien que Astro's Playroom se atreve con un minijuego tipo Marble Madness centrado exclusivamente en este control. Pero la palma se la llevan los gatillos con resistencia, algo que no me esperaba en absoluto. Sí, había entendido que ofrecían un cierto empuje, como al tensar y soltar un arco, pero cuando aplicas fuerza y aquello vibra para emular un cohete a reacción… ¿ves? Tienes que probarlo porque no sé cómo se describe esto.
Todo aporta a la experiencia; no es una mera curiosidad. Lo cual demuestra que la tecnología solo es buena cuando se sabe sacar partido. Porque las grandes sensaciones que produce el juego no solo son gracias a la vibración háptica, sino al sonido. Y sonido hemos tenido en el Dualshock 4 y hasta en el mando de Wii. Pero Astro's Playroom conjuga con inteligencia la vibración y el sonido para intensificar todo lo que ocurre en pantalla. Cada distinta superficie, sea hielo, barro, arena fina, agua, una cuerda tensada o lo que sea, tiene su sonido y vibración particular.
Pero, como digo, Astro no es solo un buen juego por su mando. Es un gran juego por méritos propios. Los niveles tienen un diseño fresco; son rápidos, pero esconden un montón de secretos. Tanto que, aunque el juego pueda durar unas 3 horas, veo perfectamente a muchos jugadores darle una segunda vuelta para recoger todas las piezas coleccionables, de puzle y secretos que oculta cada porción de las cuatro áreas principales, además de las características que se desbloquean cuando las completas.
Cada nivel se explora como un plataformas tradicional, y ya se disfruta gracias a que sus temáticas favorecen mecánicas únicas del mundo en cuestión. Deslizamientos sobre el hielo, planeos y armas, entre otros, se aderezan en la fórmula para concluir con un colofón final. Es aquí cuando nuestro robot se enfunda sus cuatro trajes y las mecánicas cambian radicalmente para hacer aún más un uso exhaustivos de las bondades del DualSense rompiendo el sistema plataformero tradicional.
El mejor homenaje al legado PlayStation
Los niveles tienen un diseño fresco; son rápidos, pero esconden un montón de secretos
¿Sabéis? Me enteré muy tarde de un detalle de PlayStation 2. Que su logo rojo del lomo se podía girar, marcando la dirección de si tenías las consola en vertical o en horizontal. Así que iba yo tan tranquilo en el laboratorio PlayStation, el lugar donde se reúnen todas las piezas y coleccionables del juego, y cuando vi el logo en la PS2 que encontré, pensé "el logo está mal" y le di al botón de ataque. Me llevé un trofeo por eso. El ASOBI! Team es el estudio más friki de Sony. No existe juego con más referencias, homenajes, detalles, secretos, easter eggs…. Historia, en definitiva, de PlayStation. Cada mundo se divide en una consola principal y no solo tematiza, sino que se inspira en sus cables, CDs, menús, circuitos, palancas y botones. Cada pieza de ingeniería de este legado es una oportunidad para una mecánica jugable. Los cables del Dualshock 1 son cuerdas. Los sticks son muelles. Los gatillos del Dualshock 3 son saltadores. Es sorprendente ver este mundo, porque no es el homenaje por el homenaje: aquí te balanceas sobre cornisas porque Nathan Drake lo hacía en Uncharted. Es la inspiración bien entendida.
No soy jugador de coleccionables, pero es imposible no querer todos los de Astro's Playroom. ¿Quién leches no quiere encontrarse un multitap? Recoges una PlayStation 3, y recoges la edición buena: porque puedes abrir la tapa frontal, que revela los cartuchos de CF, SD y Memory Stick que tenía ese primer modelo que escondía una PS2 en sus tripas. Vas a dedicar mucho tiempo a buscar a los robotitos que filman escenas disfrazados de los personajes de toda la Historia de PlayStation. Y no dan absolutamente nada, salvo la satisfacción de ser capaz de reconocerlos todos.
Recuerdo que una vez, viendo unos títulos de crédito, encontré a un encargado del diseño de la vibración del mando. Había una sola persona encargada exclusivamente de eso. Me pareció algo excéntrico y ahora me parece hasta poco. Astro's Playroom es la constatación de que las herramientas bien utilizadas son capaces de multiplicar las sensaciones que ofrece un videojuego. Muchas de las herramientas que usa son nuevas y son fantásticas; pero muchas otras ya estaban ahí, demostrando que, si se quiere hacer bien, se puede. Ojalá este pequeño juego sea solo el principio. Si quieres conocer más detalles de la consola, no dudes en consultar el análisis de PlayStation 5, con información de sus menús, el rendimiento de sus juegos y otros datos de interés.