Uno de los MMORPG más esperados por los aficionados muestra sus cartas en un gran evento para prensa en el que hemos tenido ocasión de disfrutar intensivamente de Guild Wars 2. Una primera gran prueba de fuego que ha superado con creces gracias a sus intensos combates, las misiones dinámicas y su potente vertiente de juego Jugador contra Jugador.
Tras años de espera, por fin hemos tenido oportunidad de adentrarnos con tranquilidad en el mundo de Tyria para probar el esperadísimo Guild Wars 2; un juego que a tenor de lo visto ha mejorado muchísimo con respecto al original creando, ahora sí, un auténtico mundo persistente en el que la acción, las misiones cooperativas y su sistema de combate marcarán la diferencia con la competencia.
Y los números al respecto resultan sorprendentes: ocho profesiones, con algunas completamente inéditas en la serie; un notable incremento en el número de razas seleccionables, una ingente cantidad de habilidades especiales a combinar entre sí para crear al guerrero perfecto, y un sistema de batalla tan dinámico y exigente que tras lo nuevo de ArenaNet será difícil volver a los tradicionales combates estáticos del género.
Catacumbas de Ascalon
Esta primera gran fase de pruebas cerrada nos ha permitido explorar la acción del juego hasta el nivel 30 (de 80 disponibles), adentrarnos en una mazmorra cooperativa de idéntico nivel, y probar a fondo las diversas modalidades Jugador contra Jugador (PVP) entre las que se incluía el prometedor Mundo vs Mundo. Opciones que dejan clara una cosa: Guild Wars 2 apunta muy pero que muy alto.
Y todo gracias al enorme dinamismo que posee el juego. Si hablamos de las misiones, por ejemplo, estas rompen en la mayoría de casos con el habitual esquema de aceptar encargos para afrontar la acción, ya que las tareas se irán activando automáticamente en cuanto entremos en su radio de acción. El problema, al menos de momento, es que este tipo de misiones resultan algo reiterativas en su planteamiento, a pesar de ser muy divertidas por la intensidad de la acción.
Los eventos especiales, deudores de las misiones públicas en Warhammer Online, también suponen un gran paso adelante al plantear retos aleatorios a los que los jugadores pueden sumarse libremente, siempre y cuando estén activos, premiándose su participación al final de ellos con una mayor o menor recompensa en base a sus acciones. Lo más interesante es que este tipo de eventos, que van desde proteger una posición a masacrar a un enemigo muy poderoso, también se dan en las mazmorras cooperativas, por lo que la acción nunca decae en ningún momento.
En este sentido, como decíamos, tuvimos ocasión de adentrarnos también en una de las mazmorras cooperativas del juego conocida como Catacumbas de Ascalon. Un lúgubre entorno plagado de trampas mortales y enemigos fantasmagóricos que nos pusieron las cosas realmente difíciles. Y es que durante nuestro descenso a los infiernos junto a cuatro jugadores más, nos dimos cuenta de la importancia que tiene el posicionamiento de nuestro guerrero a la hora de combatir.
Trampas de fuego, flechas atravesando el escenario, interruptores que abren y cierran puertas a su antojo… la cantidad de elementos del entorno a tener en cuenta durante las partidas resulta sorprendente no tanto por el daño que causan, que es mucho, sino por la nueva dinámica de combate que plantean. No en vano, ahora más que nunca, las batallas se libran ejecutando danzas mortales en las que la defensa y evasión de golpes resultan tanto o más importante que lanzar ataques sin ton ni son.
Enormes círculos de colores sobre el suelo marcarán el tipo de ataques que se han ejecutado en un área concreta, teniendo que estar muy atentos a para saber si estamos a punto de recibir una descarga curativa de un aliado o, por el contrario, una lluvia mortal de fuego. Gracias a esto, tanto jugadores como personajes controlados por el juego (NPC) rodarán por el suelo, correrán de un lado a otro y se ocultarán tras elementos del entorno para obtener esa ventaja que les garantice la victoria en la batalla.
Una nueva forma de entender las batallas que puede no gustar por igual a todo el mundo, aunque en nuestra opinión, y dadas las enormes opciones de personalización con las que contamos para configurar las habilidades de nuestro guerrero, el resultado logrado de momento es magnífico. Y es que el sentir que cada movimiento puede ser decisivo en la victoria, el poder desencadenar combos al usar correctamente las habilidades, o modificar instantáneamente nuestra estrategia cambiando el equipo de nuestro guerrero son detalles que nos han gustado muchísimo.
El comportamiento de los enemigos también nos ha sorprendido muy gratamente porque cada uno de ellos ejecuta movimientos distintos, obligándonos a adaptarnos constantemente a las circunstancias de la batalla. Así, por ejemplo, habrá guardias que usarán sus escudos para bloquear prácticamente cualquier ataque, mientras que los ogros nos aturdirán y lanzarán por los aires con brutales golpes, o los escorpiones nos bombardearán con pinchos venenosos. Y eso sin hablar de los jefazos, a los que solo podremos vencer con el apoyo de otros guerreros en unas batallas que, de nuevo, destacarán por su gran dinamismo y por la variedad de situaciones que plantean.
El equipo importa
Todo buen juego de rol que se precie otorga una gran importancia al equipamiento, pero Guild Wars 2 lleva esto un paso más adelante con un sistema de combate en el que, aparte de las habilidades base de nuestro guerrero, debemos añadir las habilidades únicas que otorgan las armas con las que vayamos equipados.
Así, por ejemplo, un ilusionista puede combatir con armas blancas apostando por la fuerza física potenciada por sus poderes mágicos, o sostener un bastón mágico y dedicarse a realizar tareas de apoyo y ataque a distancia con sus impresionantes trucos mentales. Opciones que se ven incrementadas todavía más con la posibilidad de recoger objetos del escenario como palos, antorchas, rocas e incluso botellas, que también proporcionan nuevos movimientos ofensivos que pueden decidir una batalla: por ejemplo, una roca puede noquear temporalmente a un jefazo y dar el respiro necesario para reponer fuerzas.
Aspectos que sumados a las distintas configuraciones ofensivas de cada personaje, proporcionan una enorme variedad de opciones que rompen con la clásica trinidad formada por un usuario dedicado a recibir golpes, otro especializado en sanar, y el experto en provocar daño. Una decisión que lógicamente facilita mucho las cosas a la hora de encontrar grupos, ya que ahora no se depende de ninguna clase específica: todo el mundo puede hacer de todo. ¿Es mejor que el sistema tradicional? Creemos que es una cuestión muy personal; pero sí podemos decir que los combates en Guild Wars 2 funcionan muy bien, aunque a veces dan la sensación de ser batallas demasiado caóticas gracias a esa libertad para desempeñar cualquier rol, pese a encontrarse disponible también la opción de especializarse (nuestro elementalista puede ser el clásico sanador, o un atacante nato, por ejemplo).
La guerra en la Niebla
Por último, no podemos dejar de hablar de la prometedora vertiente Jugador contra Jugador que presenta Guild Wars 2, que se ha estructurado a través de una gran zona común conocida como La Niebla, en la que los jugadores se congregarán antes de dar el salto a las batallas atravesando diversos portales (aunque está la opción de buscar rápidamente partidas PVP).
Los escenarios en los que hemos combatido nos han gustado mucho tanto por dimensiones como por diseño, incluyendo un buen puñado de zonas estratégicas que deben conquistarse para generar puntos de victoria, aparte de diversas bonificaciones especiales. Un estilo de juego cooperativo que incita a los jugadores a moverse constantemente en pos de hacerse con las posiciones más importantes de cada escenario.
En este sentido, y aunque pudimos probar la vertiente Mundo vs Mundo que permitirá a cientos de jugadores de distintos servidores combatir entre sí, la cantidad de jugadores disponible no era tan elevada como nos hubiera gustado debido al carácter beta cerrada de este evento, si bien sí tuvimos ocasión de probar su dinámica de juego estratégica en la que, aparte de conquistar emplazamientos, también se nos permite mejorarlos con los recursos obtenidos para facilitar las labores defensivas.
Unas pruebas realmente prometedoras que esperamos probar más a fondo en los próximos meses. Aun así, visto lo visto, ArenaNet tiene entre manos un auténtico diamante en bruto que puede dar muchísima guerra en el mercado de los juegos de rol multijugador masivos en línea gracias, sobre todo, a que sigue siendo un juego sin cuotas mensuales.
Como puntos a mejorar en esta primera toma de contacto destacaríamos lo poco variadas que son las misiones, incluyendo en este grupo las de historia principal que se desarrollan en instancias separadas al resto de jugadores. Como ya adelantaron sus creadores, estas fases tendrán una mayor carga argumental, y eso es algo que se nota al disfrutar de diálogos hablados entre los personajes protagonistas, que plantearán los problemas que debemos solucionar. Sin embargo, la mayoría suelen derivar en el mismo tipo de acciones, y eso es algo que nos gustaría que se revisara de cara al lanzamiento final.
Por otra parte, nos ha gustado mucho que en algunas de estas misiones se nos de opción a escoger el modo en que queremos resolverlas, aunque repetimos, la sensación es que son excesivamente repetitivas. Aun así, todavía es pronto para valorar el juego al completo ya que hablamos de las misiones iniciales, por lo que aun hay tiempo de mejora.
Para terminar, la beta se mostraba muy sólida a nivel gráfico y sobre todo, en lo que respecta a la estabilidad de los servidores, que han funcionado perfectamente durante todo el fin de semana. Así, no hemos detectado problemas de latencia en la conexión durante las partidas, aunque el motor gráfico sí se resentía en ocasiones cuando el número de personajes en pantalla –puede haber varias decenas a la vez- era muy elevado.
En definitiva, y aunque todavía quedan varios meses por delante hasta que Guild Wars 2 se estrene por fin en el mercado, lo nuevo de ArenaNet nos ha sorprendido muy gratamente aun teniendo las expectativas muy altas. Su intenso sistema de combate, las misiones aleatorias, la consistencia del mundo persistente que muestra, y la ingente cantidad de opciones de personalización que brinda, prometen dejar una huella muy profunda en el género de los MMORPG.