La apuesta por la acción de los autores de League of Legends sorprendió a muchos. Valorant llegará en verano como free-to-play ofreciendo un shooter táctico que sigue los pasos de Counter-Strike, Overwatch, Rainbow Six: Siege y Team Fortress 2. Pero Riot no esconde sus referencias, saca pecho y aprovecha todo lo aprendido de estos titanes para idear una experiencia de juego distinguible y adictiva. ¿Quieres saber por qué?
Recientemente Riot Games abrió los servidores para que los medios especializados y los influencers invitados probáramos Valorant. Estamos en abril de 2020. La última referencia de shooter que tengo es Doom Eternal, y la última de shooter táctico es Rainbow Six: Siege, posiblemente. Valorant tiene las mecánicas de un Counter-Strike, es decir, que el retroceso y la dispersión de las balas son dolorosamente patentes, correr hace un ruido descomunal y hay que vigilar la economía en partida. ¿Qué quiere decir esto? Que si, como yo, vuestras últimas referencias de disparo son como las que he mencionado, o incluso un Overwatch, vais a tener que replantearos vuestro estilo de juego.
Sí, Valorant cuenta con personajes, cada uno con sus cuatro habilidades -una de ellas definitiva-, pero al jugar queda claro que lo más importante es disparar. Los desarrolladores lo dijeron durante la presentación y es totalmente cierto: las habilidades no hacen más que complementar las mecánicas de disparo. Esto lo consiguen limitando cuántas veces podemos usarlas. Al empezar cada ronda podemos comprar armas y armadura, pero también recargas de habilidades. Por ello, la forma de matar en cada ronda es disparar, no tirar de habilidades. También, las habilidades se van recargando, pero muy lentamente, y solo podemos sacar recargas extraordinarias si matamos a alguien.
Las armas matan rápido. A diferencia de Overwatch, aquí es normal morir en un abrir y cerrar de ojos. Es raro sobrevivir a un encuentro: los tiros a la cabeza matan instantáneamente casi siempre, mientras que al pecho no aguantamos más de dos o tres tiros de fusil. Evidentemente, las armas son las mismas para todos, sea el personaje que sea y sea atacante o defensor, y no tienen accesorios intercambiables tampoco.
Aparecemos con una pistola básica al entrar en acción por primera vez, aparte de contar con el cuchillo (que equipado nos permite correr más rápido, claro), pero podemos comprar otras armas de mano, subfusiles, escopetas, fusiles de repetición, fusiles francotirador y ametralladoras ligeras. Aparte, hay armadura ligera y pesada y las cuatro habilidades, de las cuales no se pueden comprar recargas para la definitiva. Cada arma tiene estilos de disparo específicos, una cadencia específica y una capacidad de daño según la zona del cuerpo en la que hagamos blanco.
Unas habilidades que complementan tu puntería
En cuestión de personajes y habilidades, por ahora tenemos disponibles nueve personajes muy variados que se pueden agrupar en cuatro grupos según su uso en la partida: controladores, centinelas, iniciadores y duelistas. Para entender cómo funcionan, os voy a poner un ejemplo de personaje de cada clase con sus habilidades explicadas:
Controlador – Brimstone
Como controlador, Brimstone ofrece apoyo estratégico delimitando la acción del mapa con sus cortinas de humo, que envía por satélite en un rango no muy amplio y con granadas incendiarias que dispara con su lanzagranadas; sirve de apoyo a sus compañeros con balizas estimulantes que aumentan la cadencia de tiro de todos los que pasan por la zona de acción; y, por último, cuenta con una habilidad definitiva, el ataque orbital, que lanza un golpe orbital láser de gran daño en una ubicación del mapa.
Centinela – Sage
Sage es una centinela, por lo que está ahí para asistir a sus compañeros y defender zonas del mapa. Por un lado, cuenta con una habilidad de curación en forma de orbe que puede lanzar a cualquier compañero herido a su alcance. Luego tiene otro orbe que se lanza como una granada y que al impactar en el suelo crea una superficie que ralentiza a cualquiera que pase por encima. Además, puede hacer surgir muros para obstaculizar el paso o la visión, o también para alcanzar zonas elevadas… Por último está su habilidad de resurrección, que como es evidente, sirve para levantar a cualquier compañero caído.
Duelista – Phoenix
Tratándose de un duelista, Phoenix es un personaje muy versátil pensado para desenvolverse bien en el fragor del combate e ir como primera línea. Entre sus habilidades están: la llamarada, que genera una barrera vertical de llamas que obstaculiza la visión y daña a cualquiera que le franquee; la bola curva, que es un orbe veloz que se lanza desde esquinas para cegar al oponente (o a nuestros compañeros, si tenemos mala puntería) antes de entrar a matar; la habilidad de combustión, que lanza una bola de fuego que inflige daño al que pase por encima y, ojo, cura al propio Phoenix. Su habilidad definitiva genera un clon que podemos controlar hasta que se agote el tiempo o nos maten para, después, regresar al punto en el que lo lanzamos con la vida completa.
Iniciador - Sova
Sova es un iniciador, que es un tipo de agente ideado para atacar con fuerza, proporcionar información del terreno de juego y frenar estrategias enemigas. Para su tarea, disfruta de la compañía de un dron de reconocimiento con capacidad para disparar dardos marcadores que informen a todo el equipo de la posición de un enemigo; puede lanzar flechas explosivas y de reconocimiento que pueden rebotar hasta dos veces en las paredes antes de caer; y presenta una definitiva que le permite lanzar tres haces de energía, uno tras otro, que atraviesan paredes y tienen un poder de destrucción formidable.
Además, contaremos con otros agentes como Jett, una especie de Tracer saltimbanqui que puede lanzar bombas de humo; Cypher, el equivalente a un agente del Rainbow Six: Siege, con sus propias cámaras, trampas de movimiento y una definitiva que nos hace acordarnos de Caveira; Viper, una controladora que maneja nubes y charcos tóxicos para retener al enemigo; Omen, que actúa como el ninja del equipo, capaz de cegarlos y colarse tras las líneas enemigas sigilosamente; o Breach, que puede poner en jaque al equipo contrario con ataques explosivos y sísmicos que atraviesan paredes. Para gustos, colores; pero parece que estéticamente no se arriesgan particularmente.
En Valorant han buscado dotar de mucha profundidad a las habilidades de los personajes
Es mucha información para cada personaje, pero es lo interesante de las habilidades de Valorant, que están elaboradas con mucha profundidad para adaptarse a situaciones que ni los desarrolladores tenían en mente. Está claro que a la larga los jugadores encontraremos metas arrolladores y contraataques para muchas combinaciones. Por otra parte, el que haya tanta variedad de personajes permite a cada tipo de jugador encontrarse cómodo en la partida.
Pocos mapas, pero muy equilibrados y pulidos
Hasta ahora, el único modo de juego disponible ha sido el modo Spike, un "desactiva la bomba" en el que las rondas duran 100 segundos. Si pasa ese tiempo o el equipo defensor desactiva la "spike" tras ser plantada, éste último gana un punto, mientras que una detonación exitosa le otorga un punto al equipo atacante. Para ganar la partida, hace falta ganas más rondas de las 24 posibles. Evidentemente, si algún equipo acaba con todo el equipo contrario, también se lleva un punto.
En lo que respecta a los mapas del juego, la idea es que sean pocos, pero muy equilibrados y bien pensados. Por un lado, están diseñados para distinguirse claramente entre sí, con planteamientos jugables clave, como el que en uno haya un tercer punto central para plantar la spike que pone en jaque a los defensores, o que en otro haya un par de teletransportes para hacer incursiones inesperadas rápidamente (cuando llegue al mercado, contará con cuatro mapas). Por el otro, allá donde miramos, estemos donde estemos, está claro que los diseñadores han ajustado al máximo la orografía de los mapas para crear espacios cerrados para zonas calientes, posiciones elevadas para francotiradores, zonas seguras parapetadas, etc.
Además, el estudio ha mantenido todos los estímulos visuales del mapa al mínimo. Es decir, que son mapas sobrios, con paletas más planas, para garantizar que nuestra atención está en el contrincante, y "que el enemigo no sea el mapa". Esto también se debe a que a nivel de gráficos, Valorant evita ser avanzado para poder correr en todos los equipos posibles y a las mejores tasas de refresco. De hecho, como curiosidad os diré que ni siquiera corre a 21:9. Los desarrolladores lo han hecho así para que todos los jugadores estén en igualdad de condiciones hasta donde sea posible.
La clave está en el servidor
Donde Riot sí que ha querido sacar más músculo es en el apartado de los servidores, en el que quiere ofrecer pings de 35 milisegundos por lo menos al 70 % de los jugadores. Además, su intención es que las partidas alojadas en sus servidores lleguen a una tasa de tics de 128. Para ello, claro, necesita escalar la tasa de movimientos de los jugadores a 128 fps para compensar los posibles retrasos. Si hay algún jugador con problemas de conexión, seguirá mostrándose fluido en nuestra partida, vaya. De esta forma también se eliminan las descompensaciones que benefician a los atacantes en tiroteos (la llamada "peeker's advantage"). Ojito, por último, al sistema antitrampas, que opera en modo kernel y evita que los tramposos reincidan creándose nuevas cuentas, dado que se banea el equipo, no solo la cuenta (no temáis, que el baneo lo decide una persona, no una IA).
Se nota que han trabajado duro para crear un juego emocionante, desafiante y adictivo
Lo de Valorant es peculiar. Una parte de mí quiere volver a jugar, porque esa mezcla de mecánicas de aquí y de allá funciona a las mil maravillas. Se nota que los desarrolladores han trabajado duro para equilibrar todo y que resulte emocionante, desafiante y adictivo. Otra parte de mí echa en falta más carisma. Las comparaciones son inevitables justamente porque la novedad que trae es la buena jugabilidad que ofrece, no la contagiosa humanidad de los personajes de Overwatch (¡y eso que el doblaje -en castellano- es de altísimo nivel!), la táctica quirúrgica de Rainbow Six: Siege o la locura de una partida de Team Fortress 2. Creo que nuestros paladares llevan años acostumbrados a estos sabores, pero Riot se ha dedicado a mezclarlos de nuevo, y el plato resultante es familiar, pero distinto y delicioso a la vez.