Asesinos enfrentados en un duelo a muerte, dentro de un bucle temporal sin fin. Una isla lejos de la costa con una fiesta que no termina nunca. Ocho personas deben morir para poner fin al bucle, y tú, Colt, eres el aguafiestas definitivo que va a acabar con la celebración de una vez por todas, por muchas veces que debas morir en el intento.
Para que a nadie se le olvide. Deathloop es la próxima gran aventura de Arkane Studios, una compañía francesa que se ha granjeado su fama como creadores de mundos inmersivos, con niveles de diseño complejo y una jugabilidad abierta que ofrece gran libertad de acción a los jugadores. Dishonored ha sido visto durante años como el estándar para los denominados 'immersive sims', con su acción rpg basada en la elección orgánica y las acciones. Y con Deathloop quieren ir más allá. Ya no es una aventura lineal, por lo menos en el tiempo. Todo el mundo del juego es un puzle gigante con limite de tiempo, y la única persona que puede resolverlo eres tú.
"Todo comenzó cuando un grupo de gente talentosa descubrió el potencial de la isla. Cuando obtuvieron el poder de dominar el tiempo, decidieron usarlo para la diversión y el placer: ahí es donde las cosas comenzaron a ir cuesta abajo, aunque ellos no lo ven necesariamente de esa manera", me comentaba el director del juego, Dinga Bakaba, con el que tuve la oportunidad de charlar en una mesa redonda, en exclusiva para España. En Deathloop, los jugadores se encuentran en la isla de Blackreef, un paraíso de la fiesta en pleno apogeo de la decadencia retro de los 60s donde sus habitantes viven una juerga sin fin ya que nada tiene consecuencias. Sexo, alcohol, violencia… llegada la medianoche, todo lo que ocurre en la isla se reinicia, y todos los recuerdos son olvidados. Sin embargo, existe una única persona que busca acabar con este ciclo y salir adelante. Colt deberá acabar con 8 objetivos concretos antes de medianoche, y en un único ciclo. De fracasar, tendrá que empezar desde cero aunque con más experiencia y conocimientos, un poco como ocurre con los roguelikes.
"Queremos llevar al jugador a un punto en el que la muerte sea parte de la progresión. No es que, ya sabes, que tengas que morir necesariamente para lograr cierta cosa. Pero más bien que, mientras logres cumplir con tu objetivo, morir no es un problema porque todo lo que has aprendido, los conocimientos que acumulas para juntar las distintas piezas del puzle, las pistas sobre lo que pasa en su mundo y de cómo romper el bucle temporal… esas cosas persisten con cada muerte, así que tú mantienes tu conocimiento y puedes actuar en base a esos conocimientos. Así hay una sensación de progreso", me comentaba el creativo de Arkane. Es importante no morir, sí, pero también lo es el tiempo.
Todo el mundo del juego es un puzle gigante con limite de tiempo
Este es un recurso limitado, el día tiene las horas que tiene, y en Deathloop cada minuto cuenta para romper el ciclo. Aquí, el tiempo no fluye de forma constante como en Majora's Mask, por poner un ejemplo, sino que cada decisión, y cada acto, conllevan unas horas en el día. En cualquier momento dado tienes la libertad de escoger dónde ir y qué hacer a lo largo de toda la isla. Así, al mediodía puedes decidir ir a una zona donde sepas que se encontrará un objetivo que matar, o puedes ir a otra sin objetivos, pero que contenga un objeto, una persona, algún evento, cuyas consecuencias te ayuden más tarde a completar el bucle. Por tanto, es tarea del jugador reunir las piezas del puzle para dar con ese recorrido perfecto que le haga acabar con las 8 personas en un único día, y esto no sería posible sin una estructura más abierta que prescinda de un desarrollo lineal.
"Damos mucha más libertad a la hora de decidir a dónde quieres ir, qué quieres hacer, y entonces ya sabes, el jugador explorará esas posibilidades. Las diferencias entre lo que ocurre si voy aquí por la mañana, o qué pasa si voy a este barrio en su lugar. Espera un momento... ¿y si hago esta cosa y luego voy a ese otro distrito?", comenta Bakaba. "Ves si hay alguna consecuencia y entonces empiezas a buscar piezas de dominó que empujar para ver a dónde te llevan en cuanto a la progresión". Esta libertad no recae solamente en la estructura de la aventura a alto nivel, sino también en el diseño de cada escenario. Un bucle temporal implica que tengas que recorrer varias veces un mismo nivel, unas veces lo harás siendo más débil, en otras ocasiones serás más poderoso, o tendrás más conocimiento que antes, los enemigos y entornos cambian con la hora. Es más difícil prever la situación del jugador a la hora de equilibrar un nivel, y esto hace necesario ofrecer diseños más abiertos, con menos limitaciones.
"En un juego como Dishonored, tú completas la misión y no vuelves más a ella [al nivel], mientras que en un bucle temporal tenemos menos cuellos de botella a nivel de diseño. Permitimos al jugador evitar por completo un desafío, una situación porque, ya sabes, él o ella tendrá que volver, pueden regresar cuando quieran, y pueden explorarlo y profundizar en el nivel. Así que el diseño de niveles es un tanto más abierto que en Dishonored a su manera, porque hay menos puntos de control". También queda representada esta libertad en los estilos de juego. Donde títulos anteriores de Arkane, como Dishonored o Prey, contenían sistemas de moralidad que guiaban nuestros actos, en Deathloop manejamos a un asesino en una isla donde todo le quiere matar, enfrentado a unos objetivos que debe matar sin excusa, y con un bucle temporal que reinicia cualquier consecuencia funesta. Y eso implica que podremos dar rienda suelta a los poderes de Colt sin temor alguno.
"En Deathloop, si bien hay toma de decisiones, la manera en la que queremos que los jugadores afronten el título es, básicamente, que tengan la opción de jugar como quieran en el transcurso de la aventura. Si me apetece hacer un día entero del bucle sin matar a nadie, nada me impide hacerlo ni tendrá alguna consecuencia [...] Y si quieres matar a todo aquel con el que te cruces, bueno, el hecho es que todo el mundo intenta matarte, así que a lo mejor te interesa defenderte. En definitiva", continúa, "al explorar las decisiones y las consecuencias en este juego, las cosas ocurren en un ciclo más corto, por así decirlo", añadía Bakaba. "En lugar de tomar unas decisiones y ver su resultado al final del juego, podrás hacer una acción y ver su resultado al mediodía, y el día siguiente haces otra cosa, y el de después, y así sucesivamente". Un ciclo de acción y respuesta más corto implica que Arkane va a plantear la reactividad de su mundo de formas diferentes, en especial cuando toda la experiencia gira en torno al determinismo y la inevitabilidad. Sin embargo, esto no implica que cada nuevo recorrido, cada nuevo bucle, sea más de lo mismo. Al parecer, habrá cierta elasticidad en cada recorrido que hagamos. Son bucles imperfectos, con algunas piezas que no siempre actuarán de la misma manera, con distintos eventos que puede provocar el jugador, y lo más importante de todo, con un elemento disruptor que tira por la borda cualquier continuidad: Julianna.
La asesina de Blackreef es la cara opuesta de la moneda en Deathloop, una suerte de némesis que, a diferencia de los otros 7 objetivos del juego, actuará con libertad en cada bucle con el fin de matarte y reiniciar esta fiesta sin fin. Y no es porque tenga especial aprecio a los otros habitantes de la isla, simplemente le divierte acabar contigo. "Ella no está subyugada a este [bucle], ella es como tú, es especial. Y por ello, posee una serie de estrategias para no ser eliminada, así que es como un comodín impredecible. No solo eso, sino que va a por ti, y siempre está a tu lado. Ya sabes, unas veces te habla por la radio, otras se esconde para tender una emboscada, en ocasiones te persigue de forma activa. Así que lo que buscamos es tener un elemento de caos en este gigantesco aparato de relojería que no fuera el jugador".
Con su presencia, Arkane quiere convertir la experiencia en un juego del gato y el ratón, una persecución constante por todo Blackreef que genere historias emergentes, enfrentamientos orgánicos únicos para cada jugador, en especial con las funciones online del juego. Deathloop es una aventura para un jugador, pero existe la posibilidad de invadir el mundo de otros jugadores para tomar el control de Julianna, lo cual dota de más impredecibilidad a cada bucle, y promete darle emoción a cada enfrentamiento. Claro está, Colt posee poderes especiales para el combate, como la telequinesis, y Julianna tendrá sus propias habilidades para equilibrar la balanza, como un poder llamado Masquerade que le permite convertirse en cualquier personaje de la isla, incluido el propio Colt, para preparar emboscadas o "jugar" un poco con el protagonista.
Deathloop parece el resultado de una Arkane desatada en cuanto a diseño
Los juegos de Arkane siempre están formados por grandes puzles individuales en la forma de niveles enteros, como un enorme aparato de relojería que opera con precisión suiza. Y con Deathloop, la impresión que me han dado las palabras de Dinga Bakaba, quien fuera diseñador jefe de Dishonored 2, es la de que nos espera un único puzle gigante de principio a fin, a la espera de que el jugador junte todas las piezas y dé con una solución única al bucle. Y después, de vuelta a empezar para encontrar una solución distinta. Parece, en definitiva, el resultado de una Arkane completamente desatada a nivel de diseño, con los ingredientes necesarios para convertirse en la magnus opum del estudio.
Asesinos enfrentados en un duelo a muerte, dentro de un bucle temporal sin fin. Una isla lejos de la costa con una fiesta que no termina nunca. Ocho personas deben morir para poner fin al bucle, y tú, Colt, eres el aguafiestas definitivo que va a acabar con la celebración de una vez por todas, por muchas veces que debas morir en el intento. Deathloop estará disponible a finales de año en PC y PlayStation 5, y solo tú puedes ponerle fin al bucle. Y aprovechamos este artículo para recomendaros otra lectura interesante relacionada con el Arkane: Dentro de los autores de Dishonored, Arx Fatalis y Prey, quienes días atrás celebraban su 20 aniversario.