Vuelven los locos circuitos de Hot Wheels a Forza Horizon, una de las expansiones más exitosas que conquistó en su tercera entrega de esta popular serie de conducción arcade, y no tengo duda de que repetirá éxito en Forza Horizon 5 por el alocado e imaginativo diseño de sus circuitos.
Decía en mi análisis de Forza Horizon 5 que PlayGround Games estaba en el cénit de la franquicia y que, después de lo visto ya en todas sus anteriores entregas, era muy difícil seguir innovando pues cada vez había menos hitos que lograr para un estudio que ya lo ha dado todo. Pero, jugando ahora a la nueva expansión de Hot Wheels, lo cierto es que nadie lo diría, pues incluso en un estilo tan concentrado como son los circuitos de esta marca juguetera tan famosa han conseguido sacar nuevas mecánicas que se amoldan a la fórmula como un guante y que han conseguido que nos divirtamos tanto como la primera vez.
No es de extrañar, ya que Playground tiene ya una cierta experiencia con este tipo de diseño, que aprovechan la licencia de no depender del realismo; salirse de la tangente y construir escenarios más locos y divertidos. De hecho, con sus expansiones siempre han explorado dos facetas: o bien resaltar la belleza de sus parajes con una climatología agresiva, como los casos de Storm Island y Blizzard Mountain en Forza Horizon 2 y Forza Horizon 3; o ese lado más lúdico de Hot Wheels y la expansión de Lego en Forza Horizon 3 y Forza Horizon 4.
Estas últimas expansiones han sido las más reconocidas, y no solo por la afiliación a una marca consagrada como Lego o Hot Wheels, que ya pueden atraer a un núcleo de aficionados por el nombre que hay detrás. El espectáculo y las velocidades alcanzadas en el DLC de Hot Wheels de la tercera entrega dejó unas sensaciones memorables, acompañadas de giros de cámara producto de los desniveles y los bucles (o loopings) de la carretera. En esta nueva expansión de Forza Horizon 5 no se han conformado con repetir el mismo procedimiento y tirar de lo espectacular que resultan sus parajes y velocidad. En vez de eso, han llevado el diseño a otro nivel preguntándose en todo momento cómo pueden aprovechar más aún esa falta de realismo para crear mecánicas locas y divertidas.
El resultado es un circuito que no solo es más grande al ya visto anteriormente en Hot Wheels, sino mucho más variado, con la inclusión de distintos biomas que diferencian mucho cada región del nuevo mapa. Y cada una de ellas se caracteriza por tener un estilo propio. Hay lugares donde las carreteras magnéticas nos harán correr contra la gravedad, mientras que la zona de hielo creará una pista resbaladiza que pondrá a prueba nuestro temple con el freno y el acelerador.
Es una expansión muy redonda y, sobre todo, francamente impresionante
También es interesante la zona de agua, con un circuito que corre por el interior de la pista haciendo que tengamos que medir muy bien cuándo es mejor mantenerse por el carril exterior o realizar la trazada de la curva. Y, en el proceso, se le saca mucho más partido que nunca al efecto de aquaplaning que no es tan protagonista en un mapa de corte realista. Por último, algo evidente, pero que no se hacía en la anterior expansión de Hot Wheels: por mucho que estemos por estas pistas cerradas, no hay ningún motivo por el que no puedan llevarnos en algunos momentos al suelo y aprovechar la conducción campo a través que también es seña de identidad en la saga.
A toda velocidad en Forza Horizon 5
Todo esto conforma una expansión muy redonda y, sobre todo, francamente impresionante. Es difícil no quedar embobado con las composiciones que se forman al recorrer los tirabuzones que dibujan estas pistas, con montañas nevadas, ciudades en la roca y entornos selváticos en el fondo. Me ha parecido curioso la inclusión de una especie de "mira" emulando la de un avión para medir el desnivel entre el suelo y nuestro vehículo, algo que, la verdad, desactivé muy pronto pues ocupa mucho espacio en pantalla.
En cuanto a la estructura de misiones, creo que sigue siendo el punto más desafiante para una Playground que sigue buscando la forma de hacer sentir que el jugador va progresando en la campaña. Creo que el sistema de categorías, medallas y estrellas es bueno, pero a veces no está tan ajustado como me gustaría. En esta ocasión, diría que es la primera vez que el juego me obliga a completar sus desafíos más opcionales, como pruebas de velocímetro y demás, para poder seguir adelante. Preferiría que este tipo de eventos siguieran siendo ocasionales, pues disfruto de ellos solo cuando me los encuentro en el camino, en vez de forzarme a cumplirlos.
Sin embargo, las pruebas principales siguen teniendo su empaque. Están llenas de carreras que aprovechan los mejores trazados y van siendo cada vez más mixtos. Si elevamos la dificultad de la inteligencia artificial, e incluso del comportamiento del vehículo, notaremos claras diferencias de lo exigente que pueden ser algunas de sus trazadas para mantener la velocidad punta. Las historias de Horizon continúan y, como las pistas son tan cerradas en esta ocasión, se han concentrado en volver a acompañar los eventos con mucho diálogo que nos cuentan anécdotas o la historia de ciertos vehículos en concreto, por ejemplo.
Disponible en Game Pass, a 19,99 euros en tienda
Lo cierto es que lo he tenido fácil con esta expansión de Hot Wheels para Forza Horizon 5. Habiendo disfrutado enormemente de lo que hizo la tercera entrega, sabía a lo que venía y, aún así, ha logrado sorprender rizando el rizo, nunca mejor dicho. Su buen tino al seguir creando mecánicas divertidas que ofrecen variedad en vez de, simplemente, expandir los kilómetros cuadrados, es lo que diferencia a este estudio, que sigue dando en la tecla correcta con cada nueva iteración en la serie. Es fácil recomendarla a todos aquellos que disfrutaran del juego original y necesitan más carretera todavía. Una apuesta segura que no decepciona.