No esperaba mucho de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, pero tras jugarlo me he llevado una grata sorpresa

No esperaba mucho de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, pero tras jugarlo me he llevado una grata sorpresa
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Fire Emblem Warriors: Three Hopes es bastante más de lo que me imaginaba, y eso ya es un buen punto de partida. La acción icónica de los musou se combina con la esencia táctica del juego de Intelligent Systems para dar lugar a una fusión de lo más prometedora.

No me considero un entusiasta del género musou, pero ya es bastante la experiencia que he acumulado con estos títulos, especialmente desde que Nintendo iniciase varias colaboraciones con Omega Force. De esta relación han surgido varios títulos, con un gran respeto hacia las licencias Zelda y Fire Emblem, fusionando acción con todos los valores intrínsecos que los fans esperan. En algunos casos se tira de nostalgia, en otros de planteamientos inéditos con una nueva trama, como ocurrió en el más reciente Hyrule Warriors La Era del Cataclismo y su apuesta por el mundo de Breath of the Wild, pero el denominador común es siempre la de crear spin-offs que aporten un novedoso punto de vista, que nos ofrezcan una nueva razón para disfrutar de nuestros personajes favoritos bajo una perspectiva diferente.

Por supuesto, esto también ocurre en Fire Emblem Warriors: Three Hopes… y me ha sorprendido, porque lo cierto es que no esperaba demasiado de este videojuego. Fue anunciado hace relativamente poco, pero tengo que decir que se nota el trabajo que hay detrás y lo mucho que quiere hacer honor al espléndido Fire Emblem: Three Houses. Básicamente, se ha cogido la esencia del RPG táctico de Intelligent Systems y se ha llevado al terreno de la acción tan icónica de la serie Warriors, integrando elementos de su jugabilidad bajo un nuevo esquema. Como resultado, tenemos un juego en que la narrativa goza de un elevado protagonismo y de numerosos elementos estratégicos que forman parte consustancial de la jugabilidad, muy a pesar de que al final todo se resuma en machacar botones. ¿Te interesa? Pues sigue leyendo, porque tengo unas cuantas cosas que comentarte.

Acción musou con táctica Fire Emblem

Una de las primeras cosas que llaman la atención de Fire Emblem Warriors: Three Hopes es que te da a escoger entre varias opciones antes de iniciar partida. Hay tres modos de dificultad y encima puedes optar entre la modalidad novato o clásico, siendo esta última un guiño total a la saga Fire Emblem, puesto que hace que las unidades perdidas en batalla no vuelvan nunca. Aparte, puedes empezar la partida con un personaje masculino o femenino, algo que a priori no tiene efectos en la progresión, pero que entronca con lo que proponía el juego original.

De hecho, otra cosa que vas a tener que hacer es tomar muchas decisiones. Algunas son intrascendentes, pero otras tienen efectos sobre el devenir de los acontemientos. Por ejemplo, en los primeros compases deberás escoger entre si seguir los pasos de Edelgard, Dimitri o Claude. Es decir, los dirigentes de las tres naciones que componen el territorio de Fódlan. Esto te llevará a vivir una experiencia diferente (cuyo grado tengo que comprobar) y también gozar de la ayuda de unos u otros compañeros, entre los que se encuentran nombres que recordaréis como Hubert, Petra, Manuela, Bernadetta, etc.

No esperaba mucho de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, pero tras jugarlo me he llevado una grata sorpresa

Si sois nuevos, no os preocupéis. Omega Force siempre tiene estas cosas en cuenta, y la trama está construida para que puedas seguirla aunque no tengas ni remota idea de lo que ocurrió en Three Houses. De hecho, no hay indicios de si existe algún tipo de conexión narrativa. En principio, es una historia inédita, pero el universo es el mismo, aunque aparece un nuevo personaje que nos guía y que parece salir de otra dimensión (llamado Arval), así como un misterioso villano que me ha dejado un poco a cuadros: el Azote Sombrío. Sé de sobra lo que le gusta a los japoneses enrevesar las cosas, y fue algo con lo que jugaron en Hyrule Warriors: La era del cataclismo.

En cualquier caso, que sepáis que hay un montón de diálogos, diría que casi tantos como en Three Houses. Todo está traducido al castellano y cuenta con voces en inglés o japonés. También hay unas cuantas cinemáticas, igualmente trabajadas. El argumento personalmente se me hace algo pesado de seguir, y en estos primeros compases no lo veo tan interesante como en el juego original. No obstante, todo será cuestión de avanzar, puesto que solo el prólogo dura un par de horas. Con esto, puedo imaginarme que es un título de elevada duración y puede que también resulte rejugable (habrá que verlo).

No esperaba mucho de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, pero tras jugarlo me he llevado una grata sorpresa

Por el momento, las características jugables que he visto son numerosas y profundas. Tal es así, que las primeras horas me han bombardeado con frecuentes pantallas de tutorial. Algunas de las cosas que se te explican es que obviamente se incluye el triángulo de armas tradicional de la franquicia Fire Emblem. Para sacar partido de esta técnica, puedes cambiar de personaje en todo momento, e incluso se da la oportunidad de modificar la clase de tus unidades. Aparte, tienes un completo inventario para equipar a tus unidades y por supuesto existen las subidas de nivel, con la consecuente consecución de mejoras en tus estadísticas combativas.

Las características jugables que he visto son numerosas y profundas

Hay numerosos combos, posibilidad de esquivar y ataques especiales de uso limitado. Una de las grandes novedades a este respecto es el despertar, un estado alterado que permite aturdir más rápidamente a los enemigos y dejarlos indefensos ante una demoledora ofensiva. Todo esto junto hace que la acción sea vertiginosa, con combos que pueden alcanzar los miles de golpes seguidos, dando lugar a una contundente vorágine combativa. Me ha resultado muy satisfactorio despachar a soldados random, pero también a líderes de zona y jefes finales, algunos de ellos engendros de grandes dimensiones.

Pero no todo es acción. Fire Emblem Warriors: Three Hopes posee también una fuerte componente táctica. Como en el juego original, puedes asignar lugartenientes que te protejan pero que también te ayuden a realizar ataques combinados. Si pulsas el botón de pausa y vas al mapa, puedes enviar a tus tropas donde quieras, de forma que te ayuden a completar las misiones establecidas. Habrá veces que un enemigo esté huyendo y tengas que colocar tácticamente a tus unidades, y otras en que te vendrá bien repartir a tus compañeros por el mapeado para acabar con las posiciones enemigas de una forma más eficiente.

No esperaba mucho de Fire Emblem Warriors: Three Hopes, pero tras jugarlo me he llevado una grata sorpresa

Otro aspecto de interés es el campamento, lugar al que vamos entre misiones para retomar fuerzas y charlas un rato con nuestros aliados. Esto nos sirve para fomentar las relaciones, un aspecto que siempre ha sido crucial en Fire Emblem. Así que, como veis, no se ha dejado lugar a la improvisación. Es un spin-off en el que creo que hay un gran trabajo detrás, también en lo visual y sonoro. Tal vez gráficamente no sorprenda demasiado, y es que al final los juegos de Omega Force tampoco brillan en lo técnico, pero en lo musical sí que tengo que decir que no va a decepcionar, porque se han recuperado un montón de melodías.

Puede que todo esto os parezca abrumador, pero creedme si os digo que me he dejado aún muchas cosas en el tintero. El juego sorprende y tendré que seguir jugándolo para comprobar hasta donde llega. Pero no os preocupéis, que os informaré de todo dentro de unas semanas, cuando llegue el momento de hacer el análisis.

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