Capcom va a inaugurar un nuevo centro comercial en Wii. Volverá a tener cafeterías, restaurantes y tiendas, además de un montón de zombis dispuestos a hacer la vida imposible a Frank West, un periodista que tratará de encontrar la manera de sobrevivir en un “survival horror” plagado de disparos, golpes y mucha sangre. Si en Xbox 360 no te dio tiempo a hacer las compras, Wii amplía los horarios de Dead Rising en esta “casual” entrega.
Dead Rising fue uno de los primeros videojuegos que Xbox 360 sumó a su ahora amplio y destacado catálogo de títulos. Una obra que, teniendo como protagonistas a los queridos zombis de Capcom (más conocidos por otros productos como Resident Evil), nos ponía en la piel de un periodista fotográfico que iba tras una exclusiva y acabó por meterse en un centro comercial repleto de muertos vivientes.
Han pasado prácticamente dos años desde aquello y ahora Wii también quiere que manejemos al reportero Frank West en una aventura que sigue muy de cerca los pasos que ya pudieron dar los poseedores de la consola de Microsoft.
No hace falta mencionar que en Dead Rising: Chop Till You Drop nos vamos a encontrar con las lógicas limitaciones visuales que implica el gran salto tecnológico existente entre ambos sistemas, pero tal vez el pesimismo cambie cuando nos demos cuenta de que el motor empleado va a ser el de Resident Evil 4, videojuego del que también va a heredar numerosas mecánicas de juego. Una es la perspectiva, que muestra a Frank a un lado de la pantalla mientras que apuntamos, aunque habrá algunas más, como el aprovechamiento del wiimote y del nunchuk a fin de crear una experiencia tan interactiva e inmersiva como es capaz de ofrecer un “survival horror”.
“Survival horror” ocasional
Sin embargo, tal vez una de las nuevas características más notables de este nuevo Dead Rising vaya a ser la intuitividad, que pretende acercar la serie a todo tipo de jugadores, proponiendo un innovador acercamiento a los mandos de Wii, una dificultad más accesible y una estructura de juego lineal que, al contrario que en Xbox 360, ya no recurrirá a las 72 horas que teníamos para escapar de las hordas de zombis.
Sigue vigente el objetivo de sobrevivir en un centro comercial, aunque ahora nuestro progreso se mide por misiones individuales, al final de las cuales podremos guardar partida dentro de un remozado sistema de guardado que ahora presenta más regularidad que en la anterior entrega.
Al final, todo nos llevará a descubrir la verdad que se esconde tras la horripilante presencia de los zombis en el suburbio de Willamette, un camino de varios finales que se abrirán ante nuestros ojos una vez hayamos acabado con unos seres que, según se dice, podrían mostrarse simultáneamente en pantalla hasta llegar al atrevido número de cien. Un escalofriante dato para una máquina tan modesta – gráficamente hablando – como Wii, pero que ya nos hace entrever que nos tocará despejar el camino en base a todo tipo de armas, las cuales irán desde pistolas, rifles y metralletas hasta motosierras, bates de béisbol, maniquís, bancos, sables láser, sombrillas, palos de golf, carros de la compra y prácticamente cualquier cosa que encontremos en el centro comercial.
Supervivencia y rescate
De hecho, la sensación de estar en un lugar de compras sigue intacta con respecto a lo que vimos en Xbox 360, proponiéndonos la oportunidad de recuperar fuerzas comiendo en un restaurante, de visitar jugueterías, de ir a tiendas de música o de llevar a cabo otras cuestiones más divertidas como ponernos diversas vestimentas con las que afrontar a los zombis desde otro punto de vista.
No obstante, matar zombis acabará convirtiéndose en algo bastante serio, y es que muchas vidas dependerán de nosotros. A lo largo de las misiones podremos rescatar a personas en virtud a nuestra técnica como jugadores, siendo importante en este caso el tiempo empleado a la hora de completar cada una de las tareas propuestas por la CPU.
Menos mal que, al menos, contaremos con una flecha que nos indique el lugar al que ir, además de una serie de controles especialmente pensados para el wiimote y el nunchuk, que se convertirán en indispensables para esta aventura de acción y supervivencia. El control analógico del nunchuk sirve para desplazarnos por los enormes entornos del videojuego, pero el wiimote comprende acciones y movimientos ya más específicos, como apuntar o golpear a los zombis cuando sea necesario. Así, por ejemplo, si mantenemos pulsado el botón B, entraremos en la perspectiva clásica de Resident Evil 4, siendo ya sólo necesario mover el wiimote para apuntar y pulsar el botón A para disparar.
Capcom inaugura centro comercial en Wii
Capcom realmente ha incorporado un amplio abanico de posibilidades al wiimote, de manera que puede usarse tanto para librarnos de las garras de los zombis (sacudiendo el controlador) como para realizar golpes cuerpo a cuerpo mediante sillas y demás elementos del escenario. Al final, el resultado es bastante dinámico, puesto que podemos estar disparando y, en una fracción de segundo, cambiar la pistola por un bate realizando un movimiento con nuestro wiimote.
Queda por dilucidar si realmente este videojuego prestará más atención a los disparos que a los impactos cuerpo a cuerpo, pero lo que sí se puede confirmar es que esta vez no contamos con la cámara fotográfica del protagonista, que en el caso de Xbox 360 puntuaba las instantáneas tomadas en base al estilismo que mostraban. Y en cuanto al sistema RPG de experiencia del original Dead Rising, parece que en Wii podremos vislumbrar algunos vestigios a medida que tumbemos muertos vivientes, aunque la información en este punto es escasa.
Todo lo contrario ocurre en el apartado visual, del cual sabemos que hace un uso mayoritario de la tercera persona, apoyado por mucha sangre, por unos escenarios profundos (tanto interiores como exteriores), por un alto número de zombis en pantalla y por, lógicamente, una baja carga poligonal en los modelados y un nivel de texturas moderado que no parece que vaya llegar a la altura del gran Resident Evil 4. Aún así, habrá que esperar acontecimientos y ver el progreso de un proyecto que quiere mantener en todo momento una tasa de “frames” constante, así como una ambientación inmersiva que nos haga sentirnos solos y algo aterrorizados cuando este invierno nos encerremos en el particular centro comercial que Capcom va a abrir en Wii.