Sólo una plataforma como Pc puede permitirse el lujo de tener juegos de estrategia tan profundos, adultos y completos como la saga Hearts of Iron. La Games Convention sirvió como inmejorable telón de fondo para la presentación de la tercera parte.
Ya hace mucho más de tres años de la última entrega de Hearts of Iron, la segunda, que resultó ser una de las más áridas y prominentes en cuanto a su curva de aprendizaje. Doomsday, su expansión, trató de repararlo como buenamente pudo, pero no será hasta Hearts of Iron III cuando veamos a su episodio más equilibrado en su dificultad y complejidad.
No obstante, que los fans de las series no se alarmen, pues el hecho de que sea más accesible que el anterior no significa que sea más fácil. De hecho sus creadores hablan de Hearts of Iron III como del episodio más ambicioso y profundo, y ya podemos adelantar que probablemente sea una de las formas más espectaculares, realistas y veraces de acercarse al denso telón de la Segunda Guerra Mundial.
Bajas de Guerra
Hearts of Iron pertenece al subgénero de la estrategia por turnos que, salvo honrosas excepciones como Civilization, ha sido siempre una rama realmente minoritaria. La idea para atraer a usuarios neófitos en el género es hacer de esta entrega más accesible que las anteriores, de modo que se pueda superar la aparente sensación de intimidación que su excesiva complejidad ha transmitido tradicionalmente.
Uno de las principales preocupaciones de Paradox, creadores de la franquicia, es que en III los jugadores nuevos no se sientan completamente perdidos como podía pasar con su segunda entrega, y en lugar de hacer de éste un juego más simple, la táctica empleada es la de graduar más la curva de aprendizaje.
La escala es, por lo tanto, la clave, y los comienzos serán sencillos con pocas tropas a nuestro mando, para ganar progresivamente en efectivos y alternativas según avancemos. Esto no significa que todos debamos estar sometidos a esta curva de aprendizaje, y es que si ya conocemos la saga a fondo podemos optar por activar manualmente todas y cada una de las alternativas y frentes disponibles; reduciendo a cero la presencia de la inteligencia artificial en nuestro bando. Una tarea para auténticos profesionales del género.
Por otra parte no sólo es Hearts of Iron un juego de gran profundidad, sino que además ofrece una vida útil como muy pocos títulos de estrategia por turnos. En primer lugar porque, como ya hemos mencionado, su profundidad es inigualable; y en segundo porque cada una de las alternativas que se proponen a la hora de asumir la campaña –150 países- está totalmente diferenciada.
Hearts of Iron III será la entrega con los árboles tecnológicos más gigantescos de la saga, y por si fuera poco muy diferentes entre los países; así, por ejemplo, habrá muy pocas similitudes entre el rendimiento de un tanque alemán y el de uno estadounidense.
Este tipo diferencias serán ostensibles en casi todos los campos, ya que no será lo mismo gobernar un país con un régimen dictatorial que uno democrático. Preparar un ejército en la Alemania nazi será poco menos que coser y cantar, sin embargo reclutar en Estados Unidos es una labor que lleva muchísimo más tiempo.
Los amantes de la estrategia por turnos ya se frotan las manos ante lo que puede suponer Hearts of Iron III, una versión corregida, aumentada y muy mejorada de su ya de por si notable predecesor. Un juego que, definitivamente, no es para todos los públicos y al que sólo sacarán su verdadero jugo los más pacientes con horas y horas que dedicar a un título muy poco agradecido en lo visual. ¿La cita? En 2009. Lamentablemente todavía falta mucho.