Driver San Francisco: Impresiones jugables

Driver San Francisco: Impresiones jugables
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John Tanner ha tenido un brutal accidente mientras perseguía a su archienemigo Jericho. Ahora está en coma profundo, pero eso no le impedirá salir a una ciudad como San Francisco para seguir tras él en una muy original persecución mental. Te contamos cómo cambiar de coche en cualquier momento con el nuevo Driver, un regreso muy esperanzador a las raíces de la serie.

El acercamiento a las posibilidades de Driver San Francisco que realizamos el año pasado con motivo de nuestra visita a los estudios de Ubisoft Reflections en Newcastle (Reino Unido) nos dejó muy buenas sensaciones. El regreso de la franquicia a sus orígenes y una alta originalidad a la hora de plantear su dinámica de juego nos hicieron realmente esperar un producto a la altura de unas expectativas tan elevadas como las que genera una serie del estilo de Driver.

Ahora, casi doce meses después, ya conocemos que el proyecto está prácticamente terminado, y además lo hemos podido jugar desde el principio para responder a todas las preguntas que se quedaron en el aire tras nuestras primeras impresiones.

El título desarrollado por la que en otro tiempo fuera Reflections Interactive (conocida por títulos como Shadow of the Beast o Destruction Derby) es sumamente esperado. Nada menos que doce primaveras le separan del primer Driver, y además ha contado con cerca de cinco años de producción, un dato que habla por sí mismo del esfuerzo y dedicación que tienen en el estudio británico por lograr una secuela que se ajuste exactamente a lo que los usuarios esperan: persecuciones setenteras al estilo hollywoodiense y toda la esencia jugable que dio origen a la saga.

Driver regresa a sus orígenes, ahora con la técnica SHIFT, que nos ayuda a cambiar de vehículo en cualquier instante.
Driver regresa a sus orígenes, ahora con la técnica SHIFT, que nos ayuda a cambiar de vehículo en cualquier instante.

Bienvenidos a San Francisco
Martin Edmonson (Creative Director) lo dejó muy claro en la breve presentación que precedió a nuestra sesión de juego: "queremos volver a las raíces de la serie", y tal vez por ello se abandona el experimento de permitirnos salir de nuestro vehículo al estilo GTA. Ahora todo ocurrirá dentro del coche y en una nueva ciudad, San Francisco, que está fielmente representada, desde el emblemático puente de Golden Gate hasta el pequeño barrio de Chinatown, el imponente ayuntamiento o la característica zona del embarcadero.

En total, 335 kilómetros de superficie (más grande que Liberty City) que podremos recorrer metidos en nuestro coche en una estructura de juego muy semejante a la que descubrimos en obras como Burnout Paradise. En otras palabras, y como nos comentó Edmonson posteriormente, "un mundo abierto, pero con una historia estructurada en capítulos. La manera en que se progresa es mediante las conocidas como Story Missions, pero entre las cuales podemos completar otras tareas adicionales, además de las City Missions que nos sirven, a su vez, para desbloquear nuevas misiones dentro de la trama".

Por tanto, misiones de historia lineales, pero tareas de ciudad que se pueden completar en cualquier momento. Una progresión similar a lo que sería un GTA -de hecho, se desbloquean nuevas zonas de la ciudad a medida que avanzamos- pero sólo sobre ruedas. Una perspectiva que a nosotros, particularmente, nos ha convencido por la variedad de propuestas que plantea, desde las clásicas carreras de velocidad (para llegar en la posición establecida) hasta otras de persecución donde rescatar, por ejemplo, a una mujer secuestrada.

Las cinemáticas nos cuentan entre misión y misión lo que está sucediendo, con una calidad de animación que ciertamente sorprende.
Las cinemáticas nos cuentan entre misión y misión lo que está sucediendo, con una calidad de animación que ciertamente sorprende.

No obstante, si hay algo que haga única a la mecánica de juego de Driver San Francisco ésa es la técnica SHIFT, que nos da el extraño pero a la vez interesante poder de cambiar de vehículo en cualquier momento de la partida. Sólo es necesario pulsar el botón X (en PS3) o A (en Xbox 360) para ralentizar el tiempo y salir a una vista general de la calle o ciudad para navegar a través de ella hacia cualquier punto, centrando la posición sobre el "muscle car", camión, grúa o coche de policía que deseemos para pilotarlo.

En resumen, una proeza creativa que multiplica las posibilidades jugables del título, con misiones como, por ejemplo, conducir el coche de uno de los integrantes de una banda criminal (donde está nuestro archienemigo) con el fin de ayudarles a escapar de la policía mientras indagamos más sobre dónde se encuentra su guarida.

Con este planteamiento os podréis preguntar cómo han conseguido los desarrolladores hacer el argumento creíble. Pues bien, parece ser que todo es una especie de sueño en una época actual. Tras los eventos de Driv3r, en los que Tanner y Jericho sobrevivieron, ambos acaban en San Francisco, en una nueva persecución donde esta vez nuestro protagonista sale bastante mal parado, con un terrible accidente que le hace entrar en coma.

No será "un De Lorean que vuela" como el de Regreso al Futuro, pero nadie se resistiría a conducirlo por las calles de San Francisco.
No será "un De Lorean que vuela" como el de Regreso al Futuro, pero nadie se resistiría a conducirlo por las calles de San Francisco.

A partir de ahí, todo lo que tenemos es la acción de la demo a la que accedimos, con una estructura de juego basada en la técnica del SHIFT para manejar los 140 vehículos existentes, con una abundante mezcla de modelos que van desde los más antiguos (Ford Torino) hasta los más modernos (Nissan 370Z). Todas las marcas están licenciadas, y abarcan sellos como Abarth, Alfa Romeo, AMC, Aston Martin, Audi, Bentley, Cadillac, Caisson, Camion, Chevrolet, Delorean, Dodge, Ford, Hummer, Jaguar, McLaren, Volkswagen...

No faltan coches de bomberos ni taxis, pero seguramente lo que más os interese es que el estilo de conducción está realmente equilibrado para conseguir que nos sintamos en un arcade, pero sin que ello conlleve falta de reto. Esa ha debido ser precisamente la razón por la que se ha introducido un estilo de conducción setentero que requiere de cierta habilidad al volante y donde cada vehículo se maneja, por supuesto, de manera diferente, pero con cierta predilección por hacer de los giros de volante y derrapes a los claros protagonistas.

Además, el escenario en que está basado el proyecto ayuda, con sus calles empinadas, curvas, largas rectas y abismos en forma de cuestas. San Francisco es una ciudad única en su trazado urbanístico, principal motivo por el que el equipo de Martin Edmonson la escogió como elemento estrella de una jugabilidad que se completa gracias a decenas de tareas secundarias. En concreto, en la demostración eran conocidos como "desafíos", y nos proponían retos tanto de velocidad (ponernos a remolque de un camión-grúa para alcanzar 85 Mph) como de acción (realizar un derrape de 30 metros).

Persecución mental
Cierto es que, a primera vista, no resultan brillantes por su complejidad, pero nos ayudan -y mucho- a obtener puntos (conocidos como "Wp") que se pueden canjear por nuevos vehículos, más garajes donde guardarlos o suculentas mejoras. A este último respecto, gozamos de "upgrades" relativos a incrementar la barra de habilidad (necesaria para llevar a cabo la técnica SHIFT), a optimizar la velocidad de recarga de la misma, a potenciar la resistencia de nuestros bólidos frente a los choques e incluso a obtener una nueva cámara que se une a las cuatro disponibles -morro, salpicadero, externa y completamente interna- para darnos un punto de vista más externo, como si estuviésemos viendo una persecución en una película.

Con este planteamiento, y la cantidad de opciones que incorpora, os podréis imaginar que Driver San Francisco posee una larga duración, y así es. No se nos ha llegado a decir cuánto durará el juego completando todas las tareas secundarias, aunque según Martin Edmonson, "si jugamos sin tener todos estos factores secundarios en cuenta, y vamos todo lo rápido posible a través de la trama, el juego aún nos podrá durar en torno a las 8-9 horas".

Unas horas de juego que no solamente destacan por su potente narrativa, la creatividad de la técnica SHIFT, la experiencia de conducción que otorga San Francisco, las tareas secundarias o el amplio abanico de mejoras. El título también nos ha sorprendido por pequeños detalles como un radar siempre visible en la parte superior de la pantalla (muy útil para encontrar nuevas misiones o tareas) o todo un elenco de habilidades que abarcan desde el Rapid Shift -un SHIFT instantáneo con respecto al coche más cercano- y el Boost (con el que ganar velocidad) hasta una embestida capaz de acabar con la resistencia de cualquier coche del decorado (cada coche posee una particular barra de vida).

Una vez hayamos progresado lo suficiente, podremos desbloquear zonas como la de la imagen e incluso circular sobre el emblemático puente rojo.
Una vez hayamos progresado lo suficiente, podremos desbloquear zonas como la de la imagen e incluso circular sobre el emblemático puente rojo.

Adicionalmente, os podemos contar que en el menú de juego aparecían dos opciones alternativas a la campaña individual: "Challenges" (retos) y "Film Director", que es algo así como una opción para crear nuestros propios vídeos de juego y mandarlos a otros usuarios a través de Internet. Sin embargo, lo más interesante para arañar unas cuantas horas más de diversión al producto parece que las tendremos en el multijugador.

En palabras del director creativo: "Tendremos pantalla partida, que goza de una alta variedad de modos cooperativos, aparte de otras modalidades relativas a carreras o persecuciones. En lo que respecta al multijugador online tendremos un planteamiento diferente, con cerca de 12 modalidades de juego que incluyen por supuesto las carreras y las persecuciones, pero también otras opciones como Defender la base o Capturar la bandera, que consiste en partidas de ocho jugadores divididos en dos equipos con el objetivo de llevar la bandera hasta nuestra base".

Se nos ha confirmado además que tendremos partidas de 4-8 jugadores como máximo (dependiendo de la modalidad escogida) y que la técnica SHIFT tendrá una importancia trascendental en el conjunto. De hecho, Martin Edmonson confía en que se convierta "en un precedente dentro de las experiencias de conducción online". No sabemos si finalmente será así, ya que en esta ocasión no hemos tenido la oportunidad de probarlo, pero en 2010 ya pudimos comprobar que modos de juego como Trail Blazer apuntaban maneras por su planteamiento (donde varios usuarios debíamos competir por ser los primeros en seguir la estela de un vehículo controlado por IA).

La acción de persecución setentera no se detiene ni en los callejones, y es que, para tu suerte, San Francisco está repleta de ellos.
La acción de persecución setentera no se detiene ni en los callejones, y es que, para tu suerte, San Francisco está repleta de ellos.

En cualquier caso, por fin hemos conseguido desvelar las grandes incógnitas de Driver San Francisco, como su estructura de juego (que finalmente es abierta) y la viabilidad de la importante técnica SHIFT, que es fundamental para entender el título y que creemos que finalmente acabará encajando con la narrativa que plantea. Sólo nos afloran ciertas dudas sobre la inteligencia artificial de los contrincantes (tanto en la campaña como en ciertos modos multijugador). En ciertas situaciones, la policía se muestra poco agresiva y apenas embiste al vehículo en fuga.

Tampoco habrá ciclo día/noche, aunque sí un robusto motor que fluye a 60 FPS, sin aparentes caídas de "frame rate" durante toda la demostración (algo muy complicado de conseguir en un título de estas características). El sistema de daños también se nos mostró muy competente -por algo estamos hablando de los creadores de Destruction Derby-, con cantidad de detalles: grietas en ventanas, lunas rotas, capós levantados, chapa abollada y arañazos en distintas partes de la estructura de los vehículos.

Los efectos de partículas de humo al acelerar o derrapar también logran estar a la vanguardia, mientras que el motor de físicas consigue estar dentro de la media del género, algo igualmente complicado al tratar con tantos saltos, caídas y vueltas de campana como las que son capaces de crear unas calles tan peligrosamente emocionantes como las de la ciudad estadounidense.

Esta es una escena que le gustaría ver a Tanner, con Jericho entre rejas, ¿podrá lograrlo desde su estado de coma?
Esta es una escena que le gustaría ver a Tanner, con Jericho entre rejas, ¿podrá lograrlo desde su estado de coma?

Por último, cabe realizar especial mención sobre la recreación de los vehículos, especialmente en su versión interna, que podremos apreciar con todo detalles desde la vista del salpicadero que incorpora el videojuego. Incluso hay veces donde podremos ver al copiloto cuando lo tengamos al lado, así como escuchar sus comentarios (evidentemente, sobre nuestra conducción) o directamente disimularlos con los cerca de 70 temas musicales que se van a poder escuchar desde el radio-CD de nuestro bólido. Y no es una colección precisamente mala, con grupos como The Black Keys, Buck 65, Howlin Wolf, Fort Knox, Pedro, Brain Children, The Dirthombs, Black Rebel Motorcycle, The Chi Lites, Presets, The Hustlers, The Noisettes, Marlena Shaw, The Heavy, DJ Shadow, Dr. John, Death in Vegas, Aretha Franklin...

Pero para escucharlos a todos y comprobar finalmente si Driver San Francisco es lo que parece (un arcade de conducción original, duradero y con una excelente sensación de conducción) tendremos que esperar hasta finales de año -concretamente septiembre- momento en que finalmente viviremos el sueño de John Tanner: conducir cualquier vehículo en el mundo abierto de una gran ciudad que sólo será posible en PlayStation 3, Xbox 360 y compatibles.

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