Si alguna vez te has preguntado cómo podría evolucionar el género de la estrategia en tiempo real, End of Nations prepara su feroz desembarco para mostrar el camino a seguir. Elige tu bando, asume tu rol en el campo de batalla y prepárate para vivir combates multitudinarios junto a miles de jugadores. Se acerca el primer gran juego de estrategia multijugador masivo en línea... y es completamente gratuito.
No es la primera vez que ensalzamos las virtudes del prometedor End of Nations para PC, pero recientemente hemos tenido ocasión de adentrarnos en sus intensos campos de batalla y nuestras impresiones no han hecho más que mejorar. Sobre todo porque la particular fusión de géneros que propone este título free-to-play, combinando lo mejor de la estrategia en tiempo real con elementos propios de los juegos multijugador masivos en línea, funciona tan bien, que no podemos quitarnos de la cabeza las emocionantes batallas que hemos librado junto/contra cientos de jugadores a través de Internet.
Guerra total
La unión hace la fuerza en End of Nations gracias a su esencia MMO, y eso se nota no solo en la escala de los combates, con hasta 56 jugadores inmersos en un mismo campo de batalla; sino también, principalmente, en la necesidad de cooperar con el resto de usuarios para salir victoriosos. Tanto es así, que nadie podrá sobrevivir a esta guerra sin el apoyo de sus aliados.
Básicamente, porque cada jugador controlará a poco más de diez unidades muy especializadas en un estilo de combate concreto, lo que implica que seremos muy efectivos para algunas cosas pero bastante débiles en otras. Por eso antes decíamos que la unión hace la fuerza. Un comandante podrá ser letal en el combate a corta distancia por tierra, pero sin el apoyo de las fuerzas aéreas y los ingenieros, poco aguantará frente a un ejército formado por cientos de enemigos.
En este sentido, End of Nations ofrecerá una amplia libertad de personalización a la hora de configurar al escuadrón de combate que saltará al campo de batalla, permitiéndonos seleccionar de forma individualizada a cada unidad, las mejoras que podremos aplicarles, e incluso las habilidades especiales de nuestro comandante. Pero eso no es todo. Y es que cada jugador puede dirigirse a la guerra con tres regimientos distintos, lo que en términos prácticos supone la posibilidad de modificar radicalmente nuestra estrategia de combate durante la batalla.
De este modo, dependiendo de las circunstancias del conflicto, nuestras aeronaves pueden dar paso a un grupo de soldados especializados en el sigilo y las tácticas de guerrilla, o a un grupo más variado con tanques, helicópteros y algún que otro vehículo de exploración. Las opciones, por lo que hemos visto, son bastante elevadas, propiciando que cada batalla sea un mundo. Todo dependerá, como decíamos, del tipo de unidades por las que nos hayamos decantado
Refuerzos estratégicos
La apuesta por la acción más directa, dejando de lado cualquier atisbo de gestión de recursos o construcción -más allá de algunas torretas defensivas-, también ayuda mucho a que las batallas sean tan emocionantes. ¿Nuestras tropas han muerto? No pasa nada, pues en cuestión de segundos podemos solicitar la llegada de refuerzos manteniendo intacto el escuadrón. Eso, claro está, siempre que tengamos dinero para pagarlo. Y es aquí donde encontramos uno de los grandes aciertos de End of Nations.
¿Dominamos la mayoría de líneas de suministro del escenario? Pues entonces contaremos con tal cantidad de recursos que prácticamente ningún enemigo podrá resistirse a nuestra furia. ¿Ha ocurrido el caso contrario? Bueno... ¿qué tal se te dan las tácticas de combate? Porque en esos casos tendrás que aprovechar tan bien tus recursos, que el mínimo error puede significar la derrota. Por eso antes destacábamos el frenetismo de las batallas en End of Nations.
Cada campo de batalla está plagado de puntos estratégicos que concederán importantes mejoras al bando que los controle. De ahí que la lucha por su dominio sea una constante durante todas las partidas. Y esto es genial, sobre todo por la necesidad de elaborar complejas tácticas de combate para sobrevivir. Los recursos no son siempre numerosos, y el limitado número de tropas con el que contamos nos obliga a meditar mucho cada movimiento, así que no nos queda otra más que cooperar.
Además, lo nuevo de Petroglyph incluye una importante variedad de misiones que van desde batallas más reducidas 2 vs 2, a imponentes contiendas que enfrentarán a 28 contra 28 jugadores. Entre medias, también habrá misiones de supervivencia en las que deberemos cooperar con otros jugadores mientras sobrevivimos a incesantes oleadas de enemigos controlados por la inteligencia artificial. Desafíos que a la larga, permitirán a nuestra facción alzarse con el control del planeta. ¿Para qué?
Armamento Free to Play
En principio, para obtener ventajas adicionales frente a los enemigos en base a nuestra participación activa en el conflicto, motivándonos a implicarnos más y más en la guerra. Pero tampoco se descartan sorpresas en este sentido. Progresivamente, también mejoraremos el nivel de nuestro comandante adquiriendo nuevas unidades, mejoras y habilidades especiales. Artículos que se podrán comprar con dinero de juego, o también con moneda real. En este sentido, desde Trion World aseguran que este no será el típico juego "pagar para ganar", aunque los usuarios de pago podrán hacerse con una serie de unidades de elite exclusivas con las que podrán marcar las diferencias.
No es que sean más poderosas que el resto, porque individualmente todos los comandantes serán débiles frente al ejército contrario. Sin embargo, el equipo de desarrollo promete que estas tropas ofrecerán nuevas tácticas de combate derivadas de su tremenda especialización en un estilo de guerra muy concreto.
Lo que tenemos claro, tras varios horas de juego con la beta de End of Nations, es que este Free to Play de estrategia multijugador sobre internet puede marcar un antes y un después en el género. Su adictiva jugabilidad, sus enormes opciones de juego, y su clara apuesta por la guerra en equipo le otorgan una personalidad propia muy seductora. A finales de verano descubriremos si estas buenas sensaciones se hacen realidad.