Splinter Cell da el salto al espionaje más moderno con una revisión de Sam Fisher para dejar de lado al espía que conocíamos. Más ágil que nunca y sumergido en misiones todavía más peligrosas, el estilo violento y seco de Conviction se abandona para regresar a la acción más sofisticada y brillante.
Cierto que Conviction funcionó muy bien entre la crítica y el público, pero Ubisoft se ha decidido a darle una nueva vuelta de tuerca a la franquicia Splinter Cell para llevarla un paso más allá. Nadie puede acusar a la compañía gala de no apostar por la innovación en sus franquicias, y Blacklist promete insuflar un buen puñado de novedades a una saga emblemática.
Mismo protagonista (rejuvenecido) pero diferente cariz para su forma de hacer las cosas para uno de los grandes lanzamientos de la primera mitad de 2013. Espionaje y acción de auténtico lujo para el regreso de uno de los mitos de las aventuras y acción en tercera persona: Splinter Cell vuelve.
Un Nuevo Sam
De momento no se sabe gran cosa sobre el planteamiento argumental general de Blacklist, pero sí estamos al tanto de que la misión mostrada en el E3 se ambienta en la frontera entre Irán e Irak, en Mirawa concretamente. La misión de este renovado y rejuvenecido Sam Fisher es la de dar con un líder terrorista oculto en un campamento enemigo, y asesinarlo para acabar con la peligrosa amenaza que supone.
Este pretexto argumental ha servido como propuesta para comenzar una misión en la que hemos tenido oportunidad de ver de primera mano algunas de las mecánicas que tendremos a nuestro servicio. Por ejemplo una vez más tenemos entre nuestros gadgets una suerte de pulso electromagnético con el cual podemos conocer la posición de nuestros enemigos aunque estén al otro lado de determinado tipo de materiales.
Esto servirá para hacernos una idea del tipo de escenario al que nos enfrentamos en cada situación, en la siempre necesaria fase de planificación. Una vez sepamos lo que queremos hacer y cómo queremos hacerlo llegará la de ejecución, que vendrá apoyada por algunas mecánicas que ya veíamos en Conviction. Por ejemplo acabando cuerpo a cuerpo con algún oponente tendremos la posibilidad de rellenar una barra que al estar disponible nos advertirá con el mensaje “Execute Ready”, y con el que marcando nuestros objetivos podremos llevar a cabo impresionantes maniobras.
Ya en el anterior Splinter Cell veíamos unos asesinatos en cadena fantásticos, pero en esta ocasión ha aumentado considerablemente lo aparatoso de las maniobras. Sólo podemos marcar tres soldados para su posterior eliminación, y en muchas ocasiones habrá un número importante de enemigos en cada situación, de modo que será interesante encadenar maniobras de ejecución con otros ataques cuerpo a cuerpo en un baile de la muerte realmente asombroso y visualizado con implacable fluidez.
Y es que Sam es ahora un héroe mucho más ágil, que choca de alguna manera con el estilo más brutal y contundente del ya veterano Fisher que veíamos en Conviction. Ahora para llevar a cabo una de las mencionadas ejecuciones el protagonista salta por encima de obstáculos, se lanza y esprinta mientras dispara... Además se han incrementado las secciones de escalada para aumentar el componente de plataformas del juego, eso sí tan rápidas y ágiles como el resto de facetas del título.
Un dato que interesará a los aficionados a los videojuegos en versión original aunque, posiblemente, resbalará a los que se inclinan por los juegos doblados es el de que Michael Ironside cede su puesto de protagonista a Eric Johnson. El veterano actor ya no encaja con el concepto que en Ubisoft tienen para un Sam Fisher mucho más joven y ágil, y para esta labor se han centrado en un intérprete de 32 años conocido por llevar a cabo papeles secundarios en series como Smallvile o Alcatraz. El propio Johnson no sólo prestará su voz a la versión original del juego, sino que también protagonizará las sesiones de captura de movimientos.
Splinter Cell: Blacklist aparecerá en un momento todavía por determinar del primer semestre de 2013 para PC, Xbox 360 y PlayStation 3.