Irrational Games lo ha vuelto a hacer. Con un pequeño reflejo de la mítica Rapture que vimos en el primer Bioshock ha creado un nuevo mundo mágico con su propia personalidad: Un universo envuelto en una jugabilidad vertical, abierta y eléctrica. En exclusiva nacional, nos subimos en Los Angeles a la extraordinaria montaña rusa que nos proponen los chicos de Ken Levine.
2K Games nos ha invitado a Los Angeles para disfrutar en exclusiva nacional de la nueva demostración in-game de Bioshock Infinite. En un ambiente excepcional y tras una pequeña introducción y explicación llevada a cabo por el propio gurú de Irrational Games, Ken Levine, hemos podido degustar una auténtica demostración in-game de 15 minutos de duración. ¿Que qué nos ha parecido? Lo nuevo de los creadores del juego original nos ha dejado, literalmente, con la boca abierta.
Toda la prensa allí presente, compañeros de Inglaterrra, Francia, Italia, Alemania y Australia, no podían dar crédito a la presentación que refleja la nueva experiencia de visitar Columbia: La gran urbe flotante en la que se ambienta. Un fascinante mundo de luz y de alturas, de violencia en plena Guerra Civil y en constante evolución; un lugar donde nosotros tomamos nuestras propias decisiones para marcar no sólo nuestro destino, sino el de toda la nueva utopía ideada por el creador de la saga.
Columbia, clave de poder
En este nuevo mundo nos encontramos con dos facciones muy distintas, de hecho totalmente contrapuestas y enfrentadas: The Founders, ultra nacionalistas religiosos, y Vox Populi, que representan al movimiento anarquista internacional.
En medio de este enfrentamiento se encuentra Booker, que es el nombre de nuestro personaje, y Elisabeth, una mujer con poderes extraordinarios que lleva recluida en Columbia desde su infancia, y que ha sido figura importante de los diferentes vídeos del juego que se han ido mostrando en los últimos meses. Ella es de hecho el centro de este conflicto, siendo nuestra misión averiguar el porqué cuenta con poderes increíbles, y también el porqué del interés que despierta entre unos y otros bandos.
Es tan clara la importancia de la relación entre los dos personajes que incluso la demostración que hemos tenido oportunidad de presenciar se iniciaba con ambos personajes recorriendo las vertiginosas calles de la ciudad en medio de una de las múltiples revueltas que veremos entre las dos facciones. El caos es absoluto, la lucha entre los dos bandos encarnizada y los problemas de los dos protagonistas para seguir adelante ilesos francamente patentes: Ella, Elisabeth, es plenamente consciente de sus poderes, pero nos lo controla; son superiores a ella, y su inexperiencia a menudo le juega malas pasadas: Por ejemplo en la demostración tuvimos oportunidad de comprobar cómo su intento de salvar a un caballo herido le transporta al futuro, no de una forma cómica sino más bien dramática; el tono de tragedia está siempre presente en las calles de Columbia.
Tras retornar a la ciudad nos encontramos con una localización muy hostil, ¿el motivo? Los Vox Populi se han levantado contra los Founders, y parece que los primeros dominan la situación sembrando el más absoluto caos en la urbe. Los carteles anarquistas se pueden ver por toda la zona, y nuestra vida corre peligro: Hasta tal punto será así que los poderes de la chica serán fundamentales para sobrevivir, pudiendo incluso utilizarlos por nuestra parte para manejar los artefactos desperdigados que encontraremos por los rincones.
En un momento determinado, más adelante, nos acercamos a una plaza en la que se prepara una ejecución. Booker, y por extensión nosotros en su papel, tiene la opción de parar esa barbarie. La alternativa, y por lo tanto también la diatriba moral, se presenta ente nosotros: Si tomamos esa opción, la escena se vuelve dantesca, y la verdadera acción comienza. La secuencia dura unos minutos, pero es impresionante, repleta de adrenalina, y con la poco habitual sensación de no dejarnos respirar; una de las claves de la franquicia Bioshock. Todos los Vox Populi se alzan contra nosotros, y la disputa se realiza a varias alturas utilizando los raíles, saltando a plataformas, con caídas al vacío, etc. Todo vale para llevarnos a la acción más trepidante, con la verticalidad como una de las claves del atractivo innovador del programa.
De hecho uno de los momentos más espectaculares y arrolladores de la versión de prueba es protagonizado por un zepelín. En un momento determinado somos atacados por un dirigible en las alturas y, en cuestión de segundos, podemos alcanzar el cielo e introducirnos en su interior para destruir su corazón de hierro y saltar al vacío. 50 metros de impresionante caída libre hasta alcanzar un nuevo raíl.
Una vez superado este último reto la acción ha acabado y nos volvemos a reencontrar con Elizabeth. Todo parece en calma pero nos equivocamos, aparece un nuevo invitado a la fiesta: "The SongBird". Un pájaro gigante, mitad máquina, mitad animal al que ya pudimos ver en uno de los gameplays del videojuego mostrados hace unos meses públicamente. Es el guardián de la chica en la torre donde estaba recluida hasta que la liberó Booker en algún momento del videojuego previo a la parte mostrada. Para protegernos de tan aterrador enemigo, decide volver con él, y con este sacrificio finaliza la demo.
Altura, luz y vértigo steampunk
La sensación que transmite Infinite es increíble, realmente asombroso. Los que quedamos sorprendidos con la ciudad de Rapture de Bioshock, hemos quedado prendados de Columbia, la nueva versión ideada por Levine para rendir culto a su ya extinta ciudad submarina. Podemos reconocer algo del primero de la saga, pero Infinite es definitivamente “mucho más” en términos de diseño, estética y también posibilidades jugables.
Rapture era oscuro, un mundo de pasillos sin alma, un mundo auto destruido y rodeado de agua. Todo era más claustrofóbico. El mundo de Columbia es luz, magia, vértigo, velocidad, vida, steampunk, personalidad y sobre todo, presenta una jugabilidad nueva, original: un chute de adrenalina para el jugador.
La combinación de una estética muy poco cultivada en los videojuegos de la actualidad con sensaciones también poco habituales de los shooters como la velocidad, la altura, los poderes y la gran cantidad de enemigos en pantalla, hace que la experiencia sea como una montaña rusa. El usuario disfrutará cada segundo, no podrá respirar y, lo que es mejor, quedará siempre con ganas de más.
Todo esto es posible gracias al nuevo motor gráfico de Irrational, una nueva tecnología que no estaba al alcance del estudio cuando crearon el primer Bioshock. Ya en los primeros momentos de la demo, en el interior de una tienda, pudimos observar un conjunto gráfico fantástico, inusitadamente detallado y con una increíble paleta de colores, sensación que aumenta al salir al exterior.
Columbia es un mundo luminoso, profundo, un universo de alturas donde todo tiene su porqué y todo está diseñado de manera minimalista, casi como un bonsái, aunque todo enmarcado en un universo de enormes dimensiones. Las escenas de acción no presentan ralentización alguna a pesar del gran número de enemigos y explosiones, y los efectos relacionados con la velocidad, y la altura son realmente impresionantes.
Tendremos que esperar al 2012 para disfrutar esta pequeña gran maravilla del arte moderno en PC, PS3 y Xbox 360, porque videojuegos como este son eso exactamente, puro arte.