Project Draco ha pasado varios años en la penumbra, casi al borde de la cancelación. Tras ser anunciado para Xbox 360 y prometer funcionalidad exclusiva para Kinect, el título se rebautiza como Crimson Dragon, realiza una apuesta por los controladores tradicionales y se viste de gala para acompañar al lanzamiento de Xbox One. Los creadores de Panzer Dragoon recuperan la nostalgia de los 90 con un nuevo "shooter on rails".
Buscar en el baúl de los recuerdos siempre resulta una tarea emocionante, pero también peligrosa; sobre todo cuando se trata de rememorar títulos que nos emocionaron décadas atrás. Los desarrolladores pueden verse superados por la necesidad de mejorar ese sentimiento. Sin embargo, se trata de un ejercicio que es capaz de atraer a cantidad de usuarios, en especial si hablamos del regreso de los creadores de Panzer Dragoon en un proyecto inédito.
Ha llovido mucho desde aquel 1995 en que se estrenó, y no poco menos desde que se anunciara Project Draco, un "shooter on rails" en principio pensado para Kinect pero que poco a poco se fue diluyendo. De hecho, muchos creyeron que estaba cancelado, ya que desapareció del panorama con mucho silencio.
Por suerte, el proyecto sigue vivo, aunque se ha trasladado a Xbox One (inicialmente estaba previsto para Xbox 360) y se plantea como descarga digital para el servicio Arcade. Un cambio de planes que probablemente haya salvado al videojuego de su desaparición. Rebautizado como Crimson Dragon, los nipones de Grounding Inc. trabajan para hacer realidad su sueño jugable. Con grandes profesionales del sector como Mineko Okamura (creador de Rez) o Yukio Futatsugi (director de los tres primeros Panzer Dragoon) todo es posible.
Dragones sobre raíles
Mucho talento encerrado en esta compañía independiente que tiene la no poco difícil misión de recuperar la nostalgia de aquel "shoot 'em up" de Saturn. La intención es provocar el renacimiento del clásico, devolviéndonos todo aquello que le hizo grande: desde su ágil jugabilidad hasta su brillante vertiente artística.
Crimson Dragon recupera pues muchos elementos. ¿El primero? La convivencia entre dragones y humanos, que comparten importancia en una trama de la que todavía se conoce poco, pero que seguro consigue trasladarnos a un universo rico y fantástico, como ya lo hizo en su día Panzer Dragoon.
Nos encontramos pues ante un sucesor espiritual en toda regla. Existen varios ex-trabajadores de SEGA en la obra, así que os podéis imaginar los paralelismos. Pero los años pasan, y muchas cosas cambian. Por ejemplo, los controladores de ahora poseen dos sticks, con el izquierdo para mover al dragón, mientras el derecho se encarga de controlar la retícula de disparo. Aparte, gracias a Kinect (el juego estaba en principio destinado en exclusiva para el periférico), parece que recibiremos propuestas de control adicionales.
En cualquier caso, lo más importante es destacar que Crimson Dragon es una aventura 100% apoyada en los disparos dentro de un avance lineal y encorsetado. Haciendo honor al subgénero de los "shooter on rails", la jugabilidad está versada en los reflejos y la habilidad con el mando. Un estilo de juego que hará recordar buenos tiempos a los usuarios de la década de los 90.
Acabar con oleadas de enemigos, sortear obstáculos y recoger una especie de esferas -algo que requiere cierta destreza- son las mecánicas de un título donde tendremos seis tipos de dragones y la posibilidad de subirlos de nivel. Eso, y diversos estilos de ataque, que irán desde el clásico apuntar-disparar (con posibilidad de fijar a varios enemigos simultáneamente) hasta un rayo continuo ideal para fulminar rivales al instante.
Es decir, un estilo de juego que sonará a los amantes de Panzer Dragoon, más si les contamos que el final de cada nivel se representa con la presencia de un jefe (y de gran tamaño habitualmente). De esta manera, todo apunta a que tendremos un título muy interesante, con un control bastante bien ajustado y una dificultad que aún es una incógnita. Debido a lo limitado de la demo, apenas pudimos esclarecer el grado de desafío.
Como complemento, los desarrolladores han comentado que incluirán funciones sociales que saquen partido de la nueva Xbox One, aunque por el momento sólo han confirmado la opción de compartir tiempos. Lo que sí se sabe es que habrá multijugador, y que será cooperativo. Característica muy interesante, a pesar de que tendremos que aguardar para conocer los detalles.
Relativo al apartado gráfico, los nipones han afirmado que el juego corre sobre el Unreal Engine 3, un motor que no nos dejará ver un gran salto. Sin ir más lejos, en la demostración se apreciaba una mayor resolución en general, pero Crimson Dragon no se convertirá en un referente ni mucho menos. Hace bien su trabajo, y en comparación con anteriores juegos destacará, pero sin sorprender.
Otro aspecto distinto tiene que ver con el plano artístico, que ha diferenciado a los Panzer Dragoon de otros lanzamientos. En este caso ocurrirá algo semejante, con un videojuego capaz de llevarnos ante entornos y enemigos realmente fantásticos e imaginativos. Todo mientras suenan de fondo las composiciones de Sori Kobayashi (otro antiguo trabajador, responsable de la música de los capítulos Saga y Orta). Con todo esto, sólo queda hacerse una pregunta: ¿hay algo que pueda fallar? La respuesta la conoceremos dentro de poco...