Está más que documentado que Baldur's Gate 4 existió, e incluso fue jugable, antes de que Larian desechase el proyecto tras rechazar seguir trabajando con la licencia de Wizards of the Coast. De igual forma, sabemos que el estudio dirigido por Swen Vincke está trabajando en una nueva aventura RPG. La lógica nos hace pensar en un nuevo Divinity, franquicia propia del estudio belga, donde viertan todo lo aprendido con la obra maestra que es BG3. Pero también cabe la posibilidad de una IP propia totalmente nueva.
Así lo indican las declaraciones del propio Vincke en relación a la desvinculación con los dueños de Dragones y Mazmorras: "No creo que, como desarrolladores, nos hayamos sentido mejor desde que tomamos esa decisión. Sinceramente, no se puede explicar ni expresar lo liberados que estamos".
Quizás por eso no tiene sentido la oportunidad que se ha abierto, porque todo apunta a que Larian quiere una etapa de total libertad, y porque tras Baldur's Gate 3 se han ganado el crédito necesario para crear algo propio con muchos más medios que Divinity: Original Sin 2. Pero existe una colaboración que rompería internet en dos.
El juego de mesa es la llave
Estoy hablando, como no podría tratarse de otra cosa con la foto de portada que hemos elegido, de un RPG basado en el Cosmere de Brandon Sanderson. Y eso no es un sueño aleatorio de un redactor fan tanto de Larian como del escritor, si no que tiene razón de ser en vista de lo anunciado en el día de ayer: el juego de rol de mesa basado en el universo del novelista norteamericano.
Baldur's Gate 3 es un título basado en juego de mesa, pero que además no hace por ocultar que sus mecánicas emanan de las reglas de la quinta edición de D&D, llegando a hacer de las tiradas de dados una feature icónica del título. Además de la evidente inspiración en su mundo, las clases, hechizos y hasta interacciones, están basadas en ese libro de reglas de rol de mesa.
The Cosmere® Roleplaying Game ha alcanzado, en el momento de escribir estas líneas, más de 4 millones de euros en financiación. Restan más de 20 días de campaña, por lo que el récord en juegos de mesa, perteneciente a Frosthaven y sus cerca de 13 millones, es algo factible. Pero es que además de eso, tiene unas mecánicas que podrían ser trasladadas a un videojuego como se hizo con Baldur's Gate 3 y la quinta edición de Dragones y Mazmorras.
En la página de la campaña cuentan que estamos frente a un sistema que funciona con un dado de 20 caras, una habilidad de relevancia y un objetivo numérico que vencer. Es una base que también teníamos en BG3, por lo que la traslación de un juego a otro sería cómoda, con sistemas como el multiclassing siendo completamente viable aquí también.
Pero es que hay algunas cuestiones adicionales que harían el título más único, como el dado narrativo que genera situaciones impredecibles, o un combate que te deja alternar entre turnos rápidos de dos acciones y turnos lentos de tres. Además, se comenta que las conversaciones también tendrían checks de habilidad, algo que vimos en la última obra de Larian.
El juego de mesa del Cosmere ofrecería una gran diferenciación entre personajes. Un soldado y un mago en Dragones y Mazmorras se juegan de forma diferente, pero es mucho más distinto tomar el control de un Feruquimista de Scadrial, un Corredor del Viento de Roshar o un elantrino usuario de AonDor. Si os interesa saber más sobre cómo es la creación de personajes, podéis probarla en Demiplane de forma gratuita.
Las mecánicas serían trasladables, y muy potentes
Un punto muy interesante de cara a desarrollar un videojuego basado en el Cosmere, y particularmente un CRPG basado en su juego de rol de mesa, es que las novelas y mundos de Sanderson destacan por el uso de sistemas de magia duros. Esto implica que las reglas están muy definidas, provocando que se ajusten de forma genial a un videojuego.
Aunque quizás lo más especial sería contar con una construcción de mundo tan potente para un juego de rol al estilo Baldur's Gate 3. Las posibilidades que ofrecen los mundos del Cosmere, tan distintos en forma y en características, así como en ambientación, arrojan unas posibilidades tremendas para dos equipos clave en el reciente éxito de Larian: el narrativo y el artístico.
El primero contaría con una base muy potente como son las novelas de Brandon Sanderson, así como un universo en crecimiento con los libros adicionales que serán realizados por colaboradores del autor y de su empresa, Dragonsteel. Podrían usar la extensa línea temporal ya documentada del Cosmere para encuadrar un momento interesante en el que contar la historia de un videojuego, así como ser coherente con el canon ya establecido.
Por otro lado, el equipo artístico tendría la posibilidad de crear lugares sobrecogedores y dispares ya sólo ambientando el juego en Roshar, pero es que además tendríamos sobre la mesa asuntos como el plano cognitivo de Shadesmar. Imaginad, además, que se animasen a introducir los saltadores de mundos y nos fuéramos a Scadrial o Sel.
Este texto no es más que una opinión, o quizás un deseo de un fan tanto de Larian como de Brandon Sanderson. Pero la realidad es que llevo pensando durante años en qué tipo de videojuego encajaría con las novelas del escritor norteamericano, y no ha sido hasta ayer, con el anuncio del juego de rol de mesa del Cosmere, cuando todo cobró sentido.
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