Tras unas cuantas horas a Baldur's Gate 3, después de conseguir resolver la disputa entre unos tieflings y unos druidas, encontrar a varios integrantes de mi equipo y repasar casi todo el mapa de Naturaleza, la zona del primer acto del RPG de Larian, accedí casi sin querer a un lugar completamente nuevo. Un lugar que, paradójicamente, no era nuevo para mi como jugador de videojuegos.
Estoy hablando del Underdark, el cual tampoco me pillaba de nuevas a causa de que en el lore de Dragones y Mazmorras (que tiene ya 50 años) es una red de cuevas debajo de Faerun con espacio suficiente para albergar ciudades, y que también es conocido por ser el lugar de origen de los drow. Cuidadín que igual son spoilers para algunos que no hayan jugado Elden Ring y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.
Pero volvamos a mi primer párrafo. Cuando digo que ya conocía esto, era en un plano completamente "videojueguil". Más que nada porque es una jugada que en el último año y pico he visto hacer a otros dos grandes fenómenos como son Elden Ring y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Después de un rato de partida, casi ya satisfecho con lo que estás experimentando, resulta que hay un nuevo mapa en el subsuelo con muchas cosas por hacer.
En Elden Ring tenemos los ríos Siofra y Ainsel, unas cuencas subterráneas que acaban por ser claves si queremos entender la historia que se nos está contando. Si nos vamos a Hyrule, el subsuelo es el lugar al que tendremos que ir para mejorar nuestra batería, así como para enfrentarnos a los mayores retos jugables de Zelda: Tears of the Kingdom (si no contamos al bueno de Ganondorf).
La sorpresita debajo del suelo
Podríamos incluso sumar a la ecuación al también reciente Pikmin 4, que cuenta con un subsuelo en el que realizar alguna que otra tarea, pero basta con quedarse con los tres juegos comentados para darnos cuenta de cómo funciona el videojuego.
Tres caminos distintos nos llevan a tener subsuelos particulares en todos ellos: Zelda necesitaba nuevo mapeado tanto por el cielo como por debajo al mantener Hyrule, en Elden Ring es una muestra de lo intrincado del diseño de mundo de From Software multiplicado de forma exponencial, y en Baldur's Gate 3 es algo sabido tanto por los fans de D&D, como por los jugadores del acceso anticipado; pero que no deja de ser muy interesante a nivel jugable.
El mapa pasa a ser mucho más intrincado y vertical si cabe, mientras se permite unos pequeños puzles en cuanto a la exploración o un acercamiento artístico completamente distinto. No hay duda de que el Underdark es una zona que impacta, dando igual por donde sea que entres.
Sería fácil pensar que hay "copias", o quizás que se trate de una moda dentro del mundo del videojuego que todos han corrido a imitarse sin parar. Sin embargo, yo me decanto por una explicación mucho más razonable, como es que en los tres casos el subsuelo está completamente justificado y aporta variedad jugable y artística.
Estamos más bien hablando de serendipia; de cuando los matemáticos Newton y Leibniz llegaron a las integrales por dos caminos distintos, consiguiendo una solución similar para problemas distintos. Porque el diseño de videojuegos no es más que eso, plantearse preguntas en todo momento para problemas que van sucediéndose durante el proceso.
En 3DJuegos | Guía de Baldur's Gate 3, TODA la información y secretos del retorno de la gran saga RPG occidental
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