La noticia sacudió el mundo de los videojuegos a comienzos del pasado año y desde entonces no hemos dejado de hablar de ella. Cuando se anunció que Microsoft compraba Activision-Blizzard todos reaccionamos con incredulidad y pensamos cuáles serían las consecuencias. Fue un proceso de reflexión al que, por supuesto, no pudieron escapar los máximos responsables de PlayStation. Desde Sony trataron de analizar la situación en cuanto se llevó a cabo el anuncio y las reacciones de la compañía no fueron muy diferentes a las nuestras. Había jefes preocupados, otros no le daban demasiada importancia y algunos hasta comenzaron a trabajar en las relaciones 'diplomáticas' entre competidores.
Sony siempre confió en que Call of Duty siguiese en PlayStation
Hemos podido conocer más detalles sobre las reacciones iniciales de Sony a través de una cadena de correos electrónicos entre responsables de PlayStation que se han revelado en el contexto del juicio entre Microsoft y la FTC. Uno de los detalles más interesantes es que los responsables de PS5 tenían claro desde los primeros días que el objetivo no solo era tener juegos exclusivos. "No es, en absoluto, una jugada para tener exclusivos de Call of Duty. Están pensado en algo más grande que eso y tienen el dinero para hacer un movimiento así. He pasado algo de tiempo con Phil [CEO de Xbox] y Bobby [CEO de Activision] en los últimos días. Estoy seguro de que seguiremos viendo CoD en PlayStation durante muchos años", decía el CEO de PlayStation Jim Ryan.
En este intercambio de correos, el máximo responsable de la división de videojuegos de Sony también matizaba sus palabras. "No estoy complacido y preferiría que no hubiera pasado, pero estaremos más que bien", decía. Además, aseguraba que había "cosas buenas en proceso". Se desconoce a qué se refiere exactamente, pero lo cierto es que la compañía dio un buen golpe sobre la mesa con la adquisición de Bungie apenas unos meses después. En este sentido, la intención de Jim Ryan era calmar los ánimos de Chris Deering (presidente de Sony Europa), quien tenía una visión algo más negativa. Eso sí, el propio Chris decía que le parecía más "una jugada por King que por CoD". Aseguraba, también, que podrían haberse garantizado la exclusividad inmediata de Call of Duty (sin respetar un acuerdo preexistente entre PlayStation y Activision) por unos 5.000 millones de dólares.
Call of Duty fue la primera preocupación de Sony tras conocer la compra de Activision Blizzard.
"Si esto era una jugada para acabar con PS5 o algo así, creo que no tendrá un éxito significativo (...) El futuro de nuestro bebé [en referencia a las consolas de Sony] no me quita ni un poquito el sueño. Espero que estés de acuerdo", sentenciaba Chris Deering. Aquí es donde entra lo que parece una broma del jefe de Sony que debió quedarse como un comentario entre compañeros de trabajo, pero que trascendió en el contexto del juicio. A modo de postdata, Chris decía lo siguiente: "Les iría mejor si anunciaran un nuevo coche eléctrico". Será el tiempo el que diga si las palabras pasarán a la historia como predicción fallida. Lo cierto, en cualquier caso, es que el futuro de Xbox comienza a tener un aspecto mucho más interesante.
Todo sea dicho, la presencia de Call of Duty en PlayStation, que parece asegurada para la próxima década, no parecía estar en los planes iniciales de Microsoft. Según dijo Jim Ryan hace un año, la primera oferta que recibió Sony era, simplemente, respetar el acuerdo existente de tres años y a partir de ahí comercializarlo exclusivamente en el ecosistema Xbox. Una idea que criticó con dureza. Desde entonces ha habido diferentes cruces de declaraciones en lo que parece un tira y afloja para que cada compañía defienda sus propios intereses. Todavía quedan algunos capítulos de este culebrón, aunque es de esperar que el desenlace llegue en las próximas semanas.
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