Este juego de estrategia y romanos se adelantó casi 10 años a Total War y quizás no lo recuerdes. Os contamos la historia de Centurion: Defender of Rome

Este juego de estrategia y romanos se adelantó casi 10 años a Total War y quizás no lo recuerdes. Os contamos la historia de Centurion: Defender of Rome

La saga Total War se ha convertido en una referencia para los aficionados a la estrategia pero, ¿conoces uno de sus precursores?

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Centurion: Defender of Rome
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Álvaro Castellano

Director - Head of Gaming

En la industria de la comunicación del videojuego desde 2005, siempre vinculado a 3DJuegos. Como redactor hasta 2019, como responsable de actualidad hasta 2020 y a partir de entonces como director. Desde 2022 simultaneando la dirección de 3DJuegos con la de la vertical Webedia Gaming España. Aficionado a los videojuegos desde antes de cumplir 10 años, disfruto jugando con especial pasión por el RPG, los shooters, las aventuras narrativas en tercera persona, gestión y estrategia. LinkedIn

Los videojuegos de carácter retro van vinculados muchas veces a momentos de tu vida o al efecto de la nostalgia. En mi caso, Centurion: Defender of Rome me trae muchos recuerdos. Un regalo de mi padre, comprado cuando yo apenas tenía nueve años en abril de 1991 en un viaje con mi madre a la Feria de Sevilla. Aún recuerdo la llamada para contarme que me iba a llevar a casa un juego sobre el Imperio Romano. ¡Con lo que me gustaban los romanos de pequeño! Deboraba las pelis, los libros y, por supuesto, también los cómics de Astérix y Obélix. Aunque, bueno… ya sabes… ahí eran los legionarios los que recibían.

Si bien recuerdo la llamada, no tengo tan nítida la sensación en sí misma de recibirlo pero, en ese marco, el embalaje de Centurion seguro que ya ilusionaba reposando en mis manos. No es una caja tan grande como las de las aventuras gráficas de LucasArts o Sierra, por ejemplo, y está más en la línea de las dimensiones del formato físico de los 8 bits. Pero la hermosa ilustración de portada todavía me recuerda lo mucho que se cuidaban esas cosas antaño y lo poco que se miman a día de hoy. Además, imagino que lo más ilusionante estaba en el reverso. Ahí se veían imágenes preciosas de lo que parecía ser una experiencia de estrategia tremendamente variada, algo que me recordaba a Defender of the Crown, pero que ya por la descripción y por la sensación que transmitían los "pantallazos" parecía dejar muy patente que la cosa iba a ser bastante más profunda que en el clásico de Cinemaware.

Cuando llegó Centurion: Defender of Rome, la estrategia aún no había tomado su forma actual

¿La curiosidad? Ambos videojuegos venían firmados por el mismo cerebro, el de un Kellyn Beck que nos dejó algunos títulos fantásticos y tremendamente influyentes, pero que no se prodigó tanto en el diseño como nos hubiera gustado. Apenas firmó otro par de juegos, y luego ya se dedicó enteramente a producir y asesorar a muchos otros estudios. Una lástima puesto que con Centurion demostró estar muy adelantado a su tiempo.

La historia detrás del mito

  • Fecha de lanzamiento: 1990
  • Plataforma: PC, Amiga y MegaDrive
  • Ventas: Desconocidas
  • Género: Estrategia
  • Desarrollador: Bits of Magic
  • Personal clave en su producción: Kellyn Beck, Nicky Robinson

En el momento en el que se lanza Centurion: Defender of Rome, la estrategia todavía no ha tomado la forma que tiene actualmente. Los juegos más definitorios en esa línea son títulos como el desconocido Mega-Lo-Mania de Sensible Software o el mucho más popular Dune 2 de Westwood Studios lanzado en 1992 que todavía tardarían un poco en llegar. Es por ello que el equipo británico estaba buscando todavía su sitio a la hora de cómo plantear su propuesta, y donde el título que nos ocupa ofrecía un enfoque tan sorprendente para la época y tan influyente incluso a día de hoy.

Centurion: Defender of Rome

El concepto es una versión hipervitaminada de lo que veíamos en el clásico Defender of the Crown. Allí el propio Kellyn Beck ya había probado con una experiencia mucho más cinematográfica, y el estudio Cinemaware hizo que destacara por encima de los videojuegos de su momento por su cuidadísimo apartado gráfico… ¿Jugablemente? Pasó lo que sucedía con muchos de los lanzamientos de aquel equipo, era una sucesión de minijuegos con poca o ninguna intervención por nuestra parte. Preciosa, sí, pero de más bien poca interacción y tampoco demasiada satisfacción. Para su proyecto más ambicioso, Kellyn Beck quiso ampliar notablemente su prisma y abandonar la Inglaterra de su anterior obra para abrazar Europa al completo. Con el crecimiento del tamaño no solo se ampliaban las dimensiones del videojuego, sino también sus ambiciones y prisma para su planteamiento. Los chicos de Bits of Magic solo hicieron un videojuego pero, definitivamente, dejaron su sello con él.

El Ascenso del Imperio Romano

En el momento en el que arrancamos el juego y tomamos posesión de nuestra primera legión en Roma y comenzamos a expandir nuestro imperio, nos damos cuenta de que esto viene a ser básicamente un Total War… Pero lanzado muchos años antes del primer juego de Creative Assembly. En el programa que nos ocupa, se obvia la gestión de recursos en tiempo real que se haría tan popular más adelante en esos juegos mencionados antes, y toda esa parte se realiza por turnos. Cuando controlamos a las tropas en las propias batallas es cuando todo se desarrolla de una forma más parecida a un RTS.

Centurion: Defender of Rome

Aquí no esperes una profundidad abrumadora, precisamente, el juego tiene treinta años y lo demuestra en movimiento. Los controles de las tropas son algo toscos y solo podemos desplazarlos en unas líneas verticales y horizontales un poco groseras que dibujaremos sobre el escenario para desplazar las unidades, generalmente, en grupos de cuatro. Pero ya hay cosas muy importantes que serán capitales para el género como, por ejemplo, la importancia de la moral. El general está sobre el campo de batalla, es importante que cada ejército lo tenga aunque puede funcionar sin él, y en función de su fuerza a la hora de motivar a las tropas y lo cerca que esté de éstas (lo sabremos por un círculo de influencia que tiene a su alrededor) más posibilidades tendremos de evitar huidas de nuestros hombres cuando las cosas vengan mal dadas.

No esperes una profundidad abrumadora, el juego tiene treinta años y lo demuestra en movimiento

Pero no todo es combatir, desde luego, y también hay que tener en cuenta muchas otras cosas. Mantener el ánimo de las diferentes regiones que forman nuestro imperio es fundamental para que no se creen levantamientos y, finalmente, nuevos ejércitos de bárbaros a los que acabemos teniendo que plantar cara. Claro que, si vamos justos de sextercios, siempre es muy tentador saquear a los pueblos bárbaros que vayamos sometiendo… Pero luego costará recuperarles para tener una región convenientemente apaciguada y sin revueltas. Porque tenemos que gastar fondos en contratar tropas, sí, y también en armar una flota; pero es interesante guardar una parte del presupuesto siempre para levantar el ánimo de nuestro pueblo. En las regiones que vayamos conquistando podemos invertir dinero en juegos para los bárbaros o, sencillamente, moderar los impuestos para que, con una fuerte presencia militar, se controlen los ánimos.

Centurion: Defender of Rome

No obstante, en Roma las cosas son más sofisticadas e incluso podemos tomar parte de estos entretenimientos jugando directamente a todo lo que organicemos. Por ejemplo, las carreras de cuádrigas son las más logradas y, dentro de la sencillez y planteadas con una perspectiva cenital, son simpáticas y entretenidas. Algo más rudimentarias resultan las peleas de gladiadores donde, como si de un juego de acción en 2D se tratara, enfrentamos al luchador que escogamos con otros o con bestias para tratar de levantar el ánimo del respetable. En todos estos juegos se puede apostar, sin embargo el principal objetivo es el de elevar la barra de moral de los asistentes ofreciendo un buen espectáculo para tratar de que la región se beneficie de la felicidad general.

Nos queda por tocar la parte diplomática, tan sencilla como cabía esperar en un juego perteneciente a los albores del género estratégico. Cuando llegamos a una región hay posibilidades de entablar conversación con el líder de la facción enemiga, y si somos lo suficientemente hábiles (bastante aleatorias las opciones de diálogo) y tenemos una cierta reputación puede que no tengamos que pelear y nuestro adversario se rinda ante nosotros o, sencillamente, podamos llegar a algún tipo de acuerdo. En el caso de Egipto, el más curioso, si nos ganamos la atención de la mismísima Cleopatra tendremos la oportunidad de tener una relación romántica con ella.

Lo mejor de Centurion: Defender of Rome

  • Aúna estrategia en tiempo real y por turnos al más puro estilo Total War.
  • Las batallas tienen un cierto componente táctico muy estimable para tener 30 años.
  • Los elementos de microgestión son sencillos pero efectivos.
  • Es una experiencia muy variada, es difícil aburrirse.
  • Peleas de gladiadores, carreras de cuádrigas… ¡Mucha acción!.
  • Las batallas navales tardaron en llegar a Total War, aquí ya existían.

Influencias

El nombre de Defender of the Crown ya ha surgido varias veces en el especial, pero es el juego que vino delante de Centurion: Defender of Rome y el que delimita algunos de sus conceptos… De una forma arcaica, y a menudo bastante torpe, pero fija sus pilares al fin y al cabo. La primera gran obra en términos de diseño de Kellyn Beck es, de alguna manera, un título también compuesto de minijuegos, pero mucho más deslavazados en cuanto a que resultan inconexos y de calidad muy irregular. Algunos son mejores que otros, pero todos exigen una más bien floja participación por parte del usuario. El juego ambientado en la antigua Roma tiene mucho más claro hacia dónde quiere ir, y orienta todos sus conceptos jugables hacia construir una experiencia variada pero bien interconectada; el de Inglaterra, en cambio, parece más una selección de entretenimientos sin demasiado que ver unos con otros y, lo que es peor, sin intención de llevar a buen puerto una experiencia conjunta. Se nota la evolución.

Centurion: Defender of Rome

La diferencia principal entre un juego y otro es esa, pero también el hecho de que en Centurion todos los entretenimientos están mucho mejor consolidados en términos de control y diseño, y pueden funcionar bien también de forma independiente. Las cuádrigas, los gladiadores, los combates navales o los terrestres, unidos a toda la parte de gestión por turnos, son cosas que podrían consolidar juegos en sí mismos. Muy básicos la práctica totalidad de ellos, pero todos permiten bastante interacción parte del jugador, están bien construidos y, como digo, obedecen también a un propósito. Las luchas en el Coliseo recuerdan al clásico Barbarian, con un funcionamiento bastante parecido pero decididamente más rústico y menos espectacular. Al fin y al cabo en la referencia eran el todo, y aquí son una mera parte del conjunto. Y podríamos encontrar también abundantes similitudes para todas las demás mecánicas que componen la campaña del videojuego. En Bits of Magic tuvieron muchas referencias de títulos del momento para construir una campaña tan completa y variada.

El Legado de Defender of Rome

El primer y último trabajo de Bits of Magic es, a efectos prácticos, un Rome: Total War de manual… Pero hecho mucho tiempo antes, y con las lógicas limitaciones de la época. ¿Por lo demás? Salvo las diferencias técnicas y de enfoque, es obvio que Creative Assembly se inspiró bastante en este videojuego y, además, en ese Defender of the Crown de Cinemaware que ya hemos mencionado varias veces.

Centurion: Defender of Rome

El esquema que los reputados autores británicos han venido usando desde la primera entrega de su serie, Shogun Total War del año 2000, hasta sus entregas más recientes. De hecho, salvo los destinados a explotar IP de fantasía como Warhammer: Total War, incluso el punto histórico de Centurion ha sido seguido a pies juntillas por la marca. Lo que ha sido sacrificado en aras de la seriedad de la propuesta en los juegos de Creative Assembly es todo lo que tiene que ver con los juegos para entretener al pueblo. Esos alivios de acción, seguramente introducidos para dotar de cierta variedad a la experiencia y tratar de ampliar el posible público al que iba destinado. Algo muy propio de aquellos años.

Sabía qué…

  • Esta época siempre nos regala sistemas antipiratería curiosos. En esta ocasión era un pequeño mapa de Europa. Al arrancar el juego se nos daba una serie de indicaciones y, consultándolo, teníamos que adivinar el nombre de la ciudad a la que se refería la pregunta.
  • El hecho de estar firmado por Kellyn Beck garantiza bastantes elementos comunes de concepto y puesta en escena con el no menos legendario Defender of the Crown.
  • Para crear los diferentes tipos de jugabilidad del título, el equipo de Bits of Magic hizo detallados storyboards de todas las partes del videojuego.
  • La versión de Mega Drive tiene obvias limitaciones gráficas y jugables (ausencia de gladiadores, por ejemplo), pero es una versión para consola relativamente digna teniendo en cuenta las posibilidades de la máquina.
  • Hay un pequeño espacio para la seducción en la propuesta, y es que si usamos la combinación adecuada en las conversaciones con Cleopatra podemos acabar teniendo un romance con ella.
  • El propio autor del juego reconoce que la inspiración de éste vino de “pasar muchas horas viendo películas com Ben-Hur o Espartaco”. Después participaría en producción o diseño de juegos como Total Annihilation, The 11th hour y muchos otros más.
  • El manual de instrucciones del juego contiene un largo y sentido mensaje contra la piratería. La frase lapidaria con la que se cierra es la siguiente. “Alimenta tu honestidad y alimentarás a nuestros trabajadores. No copies software ilegalmente”.
  • El final del juego incluía el proclamarnos César y conquistar el continente completo. En el mensaje de cierre de la campaña se nos aporta una cuidada selección estadística de nuestras batallas vencidas y perdidas, las muertes y bajas de nuestras guerras y también, por ejemplo, los juegos que habíamos organizado en Roma y sus provincias. Pan y Circo, ya sabes.

¿Cómo jugar hoy a Centurion: Defender of Rome?

Habitualmente plataformas como GOG nos sacan de más de un lío en este apartado, y es que es un estupendo lugar para encontrar juegos clásicos. No obstante, en la tienda de CD Projekt lo único que vemos hoy son peticiones de fans para sumar el juego de Bits of Magic al catálogo de su comercio online. Lo mismo sucede con Steam, aunque sus versiones algo más descuidadas de los videojuegos clásicos más veteranos siempre la hacen menos recomendable que la de CD Projekt. De todos modos, si lo que queremos es una versión original, no se trata de un juego excesivamente caro: ni en su edición de consola (muy económica) ni en la de PC o Amiga donde puede rondar los 20 euros.

Una versión anterior de este artículo fue publicada en mayo de 2020.

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