El clásico de entre los clásicos... El shooter on-line por excelencia... Uno de los FPS más básicos y adictivos del mercado... Counter-Strike está aquí con Global Offensive, una nueva revisión del mito que devuelve sensaciones a todos aquellos hartos de FPS donde la complejidad es excesiva. Aquí todo se reduce al "mata o muere".
Un auténtico fenómeno en los cibercafés, un título legendario en partidas LAN y uno de los juegos de acción con mayor capacidad de gancho de todos los tiempos. Counter-Strike surgió, como todo el mundo ya sabe, como una modificación de Half-Life, y poco más tarde a partir del año 2000 se convirtió en un título independiente con todas las letras. Con casi 30 millones de unidades vendidas fue capaz de capturar la atención de infinidad de fans durante horas con una propuesta realmente sencilla: terroristas contra fuerzas de la ley.
Ahora tenemos en el mercado una nueva entrega, llamada Global Offensive, que viene a completar el binomio de Counter-Strike: Condition Zero y Counter-Strike: Source. No ha cambiado mucho desde entonces, puesto que la premisa básica sigue siendo la misma y sólo ha habido algunos pequeños ajustes y modificaciones. Sencillez, habilidad y reflejos son las claves principales de un juego vertiginoso y capaz de enganchar con suma facilidad.
Contra-Terrorismo
Lo mejor (para unos) y peor (para otros) que se puede decir sobre Counter-Strike: Global Offensive es que hace sentirse a los aficionados como en casa. Quien busque novedades, innovación o grandes cambios debe seguir mirando en otro sitio, y es que la fórmula es continuista a más no poder. Si somos habituales de la saga es inmediata la sensación de que más bien poco ha cambiado durante todo este tiempo, y si somos neófitos el concepto tan sencillo hará que nos familiaricemos con él a velocidad de vértigo.
El asunto no va más lejos de plantar a terroristas y fuerzas del orden en escenarios bastante compactos y no demasiado enrevesados, para que combatan entre sí por diferentes objetivos que a menudo se resumen en acabar al completo con el equipo rival. El género del shooter a través de internet ha evolucionado muchísimo en los últimos tiempos con infinidad de añadidos como perks, experiencia y progreso persistente, comunidades muy bien definidas a largo plazo... Nada de eso sirve para Global Offensive, un juego donde sigue rigiendo la norma clásica de Counter-Strike de que sólo importa el aquí y el ahora.
Hay una ventana dentro del menú denominada Mis Progresos, pero lo cierto es que el significado de las palabras va en otra línea. No hay realmente progresos en el título que nos ocupa, y es que todo lo que logremos desaparece en muchas modalidades al finalizar cada partida y en otras directamente ni siquiera importa. Aquí en realidad sólo hay estadísticas, visionado de logros y los siempre morbosos rankings de marcadores para compararnos con nuestros amigos o entrar en los tops mundiales. ¿Es esto algo bueno o algo malo? Depende del perfil de usuario. Si somos de esos que sentimos que no estamos aprovechando nuestro tiempo si no recibimos bonificaciones o ventajas a largo plazo que sirvan para demostrar nuestro progreso, ciertamente sentiremos que éste no es nuestro juego; pero sí somos de esos que disfrutan de la inmediatez y que quieren una experiencia sencilla y sin complicaciones en la que invertir infinidad de horas diarias, o sólo unos breves momentos cada cierto tiempo, estamos ante una de las más frenéticas y efectivas propuestas que podemos encontrar.
El juego tampoco es que sea un dispendio en cuanto a opciones jugables, pero trae exactamente lo que cabía esperar de un título de estas características. En primer lugar la gran separación es la del juego on-line y off-line, con Global Offensive debutando la posibilidad de calentar motores disparando a unos cuantos bots a través de la opción Offline con Bots. No es que el nuevo Counter-Strike sea una experiencia complicadísima que requiera de gran práctica para ser dominada, más bien el éxito de su propuesta reside en todo lo contrario, sin embargo es una opción agradable para foguearnos con unos rivales bastante tontorrones y que definitivamente no se ensañarán con nosotros.
También está la denominada Pista de Entrenamiento, donde se nos planta en unas instalaciones de pruebas de G.D. que "fueron diseñadas para proporcionar entrenamiento básico con armas". Si nos abruma algo el ponernos a jugar contra rivales humanos de buenas a primeras ésta puede ser una buena tabla de salvación, pero aquí todo es tan absolutamente básico que prácticamente sólo es recomendable para aquellos que no tienen experiencia alguna con un shooter. Conceptos como el hecho de que somos más precisos agachados que de pié a la hora de disparar serán fundamentales, especialmente teniendo en cuenta que en Counter-Strike no podemos dejar de llevar el arma automática a la cintura para acercarnos la mirilla al ojo y disparar con mayor exactitud, pero también se nos explicará cómo lanzar granadas o situar explosivos.
Los Campos de Batalla
Todo esto está muy bien, pero la verdadera experiencia de Global Offensive sólo puede entenderse en las operaciones de campo. Para entrar es tan sencillo y tan accesible como hacerlo a través de la opción Buscar una Partida, y una vez ahí escoger entre los cuatro modos de juego disponibles: Carrera de Armamentos, Demolición, Casual Clásico y Competitivo Clásico.
El primero de ellos nos emplaza a conseguir nuevas armas eliminando a los enemigos en un combate a muerte por equipos bastante convencional, que cuenta con características como la entrega inmediata del arsenal y la regeneración instantánea de todos los jugadores. Uno de los modos que debutan en esta entrega, pero también uno de los más sencillos y con menos complicaciones.
La otra modalidad que es nueva en esta entrega de Counter-Strike es la de Demolición, que viene a ser una mezcla de algunas que veíamos en pasadas entregas. Aquí ganamos eliminando por completo al otro bando o cumpliendo las metas de explosionar objetivos o de desactivar las bombas al mejor de 20 rondas, bastante sencillo también pero con algunos ajustes muy interesantes como el hecho de que en cada ronda liberaremos un arma de peor calidad de cara a la siguiente siempre que registremos al menos una muerte.
Los otros dos son tan clásicos como el propio nombre que portan, y sólo se diferencian en la nomenclatura de Casual o Competitivo. En ambos compramos nuevas armas en cada ronda con el dinero que ganemos, y los objetivos son tan simples como los anteriores al mejor de 10 o 30 rondas en función de si es uno u otro y con un 50% de recompensa por víctima o con compra de blindaje y kits permitida respectivamente.
Por supuesto el juego no palidece en cuanto a opciones para juntarnos con conocidos, y bastará con seleccionar Jugar con Amigos para acceder a un Lobby donde poder esperar pacientemente a nuestros compañeros o acceder a los Servidores Comunitarios con, a menudo, pequeños cambios y modificaciones llevados a cabo por la comunidad, así como el Community Quick-play que sencillamente busca partidas rápidas con esas características.
Agentes de Campo
Una vez que saltamos al "cuadrilátero" todas estas modalidades, características y consideraciones se vienen abajo. Ahí sólo importa ser el más rápido y apuntar a la cabeza de nuestros enemigos para tratar de salir con vida de las peliagudas situaciones que se nos van a plantear y de los puntos calientes que cada escenario genera. El núcleo del juego no tiene nuevos mapas, y las revisiones de los clásicos con cambios minúsculos sin duda agradará a los fans de aquella pequeña colección de decorados que algunos ya hemos pisado una y mil veces, pero también deja esa sensación de que con unos cuantos de la misma calidad de los ya legendarios, el paquete podría haber sido mucho más rico y estimulante.
Las nuevas localizaciones están ubicadas exclusivamente en las dos nuevas modalidades anteriormente mencionadas y, como ya hemos dicho, son algunas compactas y más bien pequeñas que entroncan bien con las características que se les exigen de músculo e inmediatez. Por lo demás se dividen en el puñado de Misión de Carrera de Armamentos, Misión de Demolición, Misión de desactivación y Misión de rehenes en función de los objetivos, sin embargo hemos podido comprobar que los más populares siguen siendo los clásicos de_train, de_aztec y, por supuesto, de_dust2.
Por lo demás hay pequeños ajustes aquí y allá que si bien no cambian en demasía la fórmula, sí le dan a Global Offensive su propio toque. Por ejemplo a los añadidos ya mencionados hay que sumar el nuevo menú radial para llevar a cabo las compras al inicio de cada ronda, que será muy útil para las versiones de consolas pero que en la de PC no acaba de encajar con el empleo del teclado. Y los usuarios pueden usar el antiguo sistema de servidores o emplear alternativamente el matchmaking propiamente dicho con sus propios lobbys. Otros pequeños cambios en los mapas proponen diminutas alteraciones en ocasiones en lugares recónditos, que sólo los más hardcore serán capaces de reconocer.
Sin embargo lo que es la mayor innovación es el sentido del ritmo todavía más trepidante que registra el juego en las nuevas modalidades. Podemos decir que todo sigue igual en las antiguas y en los mapas más veteranos, sin embargo en los novedosos parece que la idea ha sido la de reducir las diferencias entre los aficionados más veteranos y los que se acercan por primera vez a la serie. La virtud es que Global Offensive no consigue esta proeza suavizando su fórmula o haciéndola más básica -lo cierto es que más todavía sería difícil-, sino que lo logra con unas recompensas que en estas modalidades son más inmediatas y tangibles para los usuarios. Hay nuevas armas, granadas extra, skins inéditos e incluso algunos bandos que debutan (no sin polémica, por cierto), pero lo que de verdad le aporta empaque al producto en términos de novedades son estos matices que pasan de lo meramente cosmético y que en ocasiones le dan otro ritmo y otro color al programa.
Revisión Continuista -Gráficos y Tecnología-
De acuerdo en que lo visual es lo menos importante de una experiencia como la de Counter-Strike, sin embargo aquí también hay cosas bastante relevantes de las que hablar en el título de Valve. La fórmula es bastante continuista como podía desprenderse del resto de conclusiones, y hablamos de un maquillaje general de las características de sus antecesores.
El aumento de resolución en texturas de los escenarios y personajes es francamente notorio, y basta con echarle un vistazo general al juego para darse cuenta de que el tiempo transcurrido ha tenido efectos en el aspecto general del título. ¿Suficiente? Depende del prisma con el que lo observemos, puesto que pese a que es obvio que la idea era la de respetar el look algo básico del original y entroncar con un formato de distribución digital para plataformas como Xbox Live Arcade o PlayStation Network para las que el producto pretendía abrir un camino, lo cierto es que parece claro que hay que exigirle más a un título de éstas características.
Entre lo más positivo cabe destacar una iluminación que nos regala algunos de los momentos más impactantes del título, y determinadas estampas que pueden ser bastante resultonas con un posicionamiento adecuado. Los efectos visuales para explosiones y humo son más discretos, y en ocasiones dan incluso la sensación de pertenecer a la generación pasada.
Por si fuera poco los entornos son de una calidad bastante aceptable, pero dan la sensación de ser algo planos y blandos en términos de personalidad y carácter visual. Es obvio que el diseño general de su planeado es impecable, con incluso algunos pequeños ajustes en la arquitectura de los más veteranos sin duda generados por el feedback de los aficionados durante años y años, pero el aspecto cosmético es algo más discreto y genérico; sufriendo sin duda el paso del tiempo.
Idénticas conclusiones se pueden extraer de los personajes, que gozan de un modelado interesante en líneas generales, pero que también son ciertamente mejorables. Los modelos son prácticamente idénticos entre sí con muy pocos cambios e incapacidad de personalizarlos, y pese a que las texturas y la carga poligonal son bastante interesantes otros elementos como unas animaciones lamentables (directamente inexistentes, por ejemplo, para las escaleras de mano) les restan muchos enteros.
Así pues si visionamos Global Offensive como unidad el conjunto es compacto, nunca notable pero sí efectivo, y sin llegar a ser rotundo sí bastante interesante. Muy alejado, eso sí, de los estándares actuales del género de acción pero al que también hay que tenerle en cuenta la clase de producto que es, las intenciones con las que se lanza y el deseo de sus responsables de homenajear decididamente al clásico.
En cuanto a lo tecnológico lo mejor que se puede decir del título es que está relativamente bien acabado y que su optimización es tan buena como su meramente aceptable apartado gráfico exige. Hay algunos bugs en la versión final que hemos tenido oportunidad de probar, pero nada que nos haya impedido el disfrute del videojuego. Por otra parte ya hemos dado algunas pistas sobre los efectos a las que podemos añadir que las físicas son prácticamente inexistentes. El pulido del código de red es máximo, y las partidas se desarrollan sin rastro de lag ya sean en los mapas más pequeños o en los del máximo de 64 jugadores en PC. Por lo que respecta a los parámetros para personalizar la experiencia visual el juego es bastante generoso, ofertando algo más de una decena de alternativas para definir nivel de detalle de sombras, modelos, efectos, así como antialiasing, sincronía vertical, filtros y un largo etcétera de características.
En cuanto a lo sonoro este apartado es bastante minimalista. La música tiene un papel que roza lo minúsculo, los efectos de audio disfrutan de buen nivel y el título llega con las escasas voces que posee en inglés y con la única traducción de sus textos.
Si deseas un shooter clásico de acción multijugador frenética y sin ningún tipo de complicación, Global Offensive es tu juego. Sin reinventar la rueda el nuevo título de Valve y compañía resulta divertido, adictivo y se pone en venta a un precio muy competitivo. ¿Es suficiente? Tú decides.