Nuestro ''verdadero esfuerzo del Alma'', como decimos en nuestro análisis de Dark Souls III, continua, y superadas las fases intermedias que precedían a esta en el punto de la trama del juego de FromSoftware, es el momento de explorar y superar la Catedral de la Oscuridad. Hay un nuevo juramento que conseguir y un aliado, Siegward de Catarina que ayudar. En esta guía os explicamos cómo hacerlo.
Catedral de la Oscuridad
Objetivos principales
- Derrota a Diáconos de la Oscuridad
Eventos recomendados
- Obtén el juramento Dedos de Rosaria
- Derrota al gran lagarto de titanita
- Salva a Siegward de Catarina
- Obtén Tomo divino de Oscuridad en braille
Hogueras
- Catedral de la Oscuridad
- Capilla de purificación
- Diáconos de la Oscuridad
- Aposentos de Rosaria
Objetos importantes
- Cenizas de paladín
- Escama de titanita
- Fragmento de hueso de ceniza
- Ascua
- Anillo de mordisco ponzoñoso
- Gema profunda
- Anillo de espada de Lloyd
- Zafiro de Aldrich
- Buscar guía
- Fragmento grande de titanita
- Conjunto de Espinas
- Conjunto de doncella
- Bidente del santo
Notas adicionales
- N/A
Retomamos la ruta original del juego después de haber vencido al Sabio de Cristal y a los Vigilantes del Abismo (aunque estos últimos no es que fueran opcionales, podríamos haberlos hecho más tarde). El caso es que hay un camino que se desbloquea hasta dar con la hoguera de la Catedral de la Oscuridad. Para llegar hasta allí necesitarás enfrentarte a dos enemigos con sierra y una evangelista.
Ten en cuenta los nuevos enemigos
La Catedral de la Oscuridad es un mapa extraño. Antes de empezar, quizás te interese tener en cuenta algunas cosas. Lo primero que debes saber es que está repleto de trampas y triquiñuelas para hacerte el juego aún más difícil que anteriormente (quizás al nivel de la Fortaleza de Sen del Dark Souls original), aunque en realidad la mayoría de enemigos, con algunas excepciones, son más fáciles de lo que estamos acostumbrados a ver hasta ahora.
No te cruzarás con muchos nuevos: la mayoría son los séquitos y sirvientes que viste en el Asentamiento de no muertos con nuevos atuendos y armas, pero encontrarás también…
- Una baba negruzca que cae del techo. Extraordinariamente lenta en tierra y no mucho mejor en el lodo, es débil al fuego, al igual que las sanguijuelas.
- Las sanguijuelas se pegan a ti cuando te golpea un enemigo anidado por estas criaturas o cuando te vomitan sanguijuelas. Se quedan un buen rato pegadas en el cuerpo y cada vez que se llena la barra de estado, te producen cierto daño por hemorragia.
- Los zombis. Si los no muertos ya se parecían mucho a estos, los zombis son puramente muertos andantes que, si bien son lentos y torpes y muy débiles, no dejan de reaparecer nunca y pueden complicarte cualquier parada que hagas.
- No muertos suicidas. Se prenden fuego y van corriendo a tirarse sobre ti.
Llega a la capilla de purificación
La primera hoguera, y la más importante del mapa, es la capilla de purificación. Para llegar hasta ahí desde la hoguera “Catedral de la Oscuridad” vence a dos NPCs que custodian la puerta, uno con dagas y otro con hacha. El de las dagas sale detrás y puedes vencerle primero --hay cenizas de paladín donde aparece-- pero probablemente tengas que enfrentarte a los dos.
Luego cruza el patio con cuidado de no sucumbir a los perros y ve por el camino hasta un edificio que es la capilla. Justo delante de la puerta hay un no muerto suicida, esquívalo o mátalo antes de que se arroje sobre ti en llamas.
Esta capilla es muy importante porque tiene dos atajos a la izquierda y derecha de la hoguera respectivamente, pero como todos en este juego, hay que abrirlos primero. Por ahora, sal de la capilla después de descansar en la hoguera, recogiendo el látigo dentado que hay en la puerta, y justo al salir del edificio, gira inmediatamente a la derecha.
Devuelve la armadura a Siegward de Catarina
Después de conocer a Siegward de Catarina en el Asentamiento de no muertos, lo encontrarás de nuevo en la Catedral de la Oscuridad, saliendo de la capilla de purificación girando a la derecha, por la pared del edificio, en un pozo. Escucharás su voz al acercarte.
Agota sus líneas de diálogo y descubrirás que alguien le ha engañado y tirado a un pozo, desprovisto de armadura. Los más veteranos de la saga Souls sospecharán de cierto calvito canalla de inmediato, y bien que hacen. Nuestro amigo necesita ciertamente ayuda.
Pon rumbo al Santuario Enlace del Fuego desde la capilla y adquiere la llave de la torre de la sirvienta a cambio de 20.000 almas. Accede a la torre detrás del árbol que se asemeja a un gigante, subiendo las escaleras del santuario, y prosigue por el único camino que hay hasta llegar al ascensor. Encontrarás un alma de guardiana de fuego al final del camino, pero al volver encontrarás con cierto calvito que pretende dejarte ahí encerrado y se burla de ti. Se hace llamar El Irrompible Parches. Pero no desesperes, puedes dejarte caer por una serie de ataúdes, a modo de plataformas, desde el puente antes del ascensor, hasta llegar a la base que conecta con la entrada del santuario.
Abajo de la torre encontrarás un anillo de estus y, al salir, un NPC con una katana, si no lo mataste la primera vez que llegaste al Santuario. “El Irrompible” se encuentra en el Santuario, subiendo las escaleras igual que para entrar en la torre pero a la izquierda. Habla con él y te pedirá perdón ahora que te ve con un arma en la mano. No es fácil, pero concédele su oferta y se instalará allí como mercader. Cómprale el conjunto de Catarina --yelmo, armadura, guanteletes y polainas-- por unas 4000 almas cada pieza y vuelve al pozo de la capilla para devolvérsela a su legítimo dueño, Siegward de Catarina.
Buscando la entrada a la catedral
Sal de la capilla de purificación por la senda de la derecha. Encontrarás varios no muertos rezando a un obelisco. No tienes por qué molestarlos, realmente. A la derecha de estos hay un pequeño camino escondido.
Pasa por el camino y llegarás a un riachuelo. Si vas por la derecha llegarás a un segundo camino secundario (qué redundante…) que es realmente un atajo para no enfrentarte a las criaturas del riachuelo, en el que encuentras un lagarto de cristal grande durmiendo entre cristales y dos más pequeños a su alrededor, así como una pequeña entrada a la catedral que, por ahora, está bloqueada. Otro camino a la derecha de donde duerme el lagarto grande encontrarás el anillo de mordisco ponzoñoso al lado de un enemigo tomado por sanguijuelas. Volviendo al riachuelo, recoge fragmento de titanita por el camino y enfréntate a los nidos de sanguijuelas que hay por ahí. No pegan extraordinariamente fuerte, pero sí que pueden dejar algunas sanguijuelas en tu cuerpo. ¡Qué tostón! Ten en cuenta que son muy susceptibles al fuego.
Al final del camino, antes de llegar al lecho del lagarto otra vez, toma la pendiente de la derecha y déjate caer a la capilla.
Luego, retoma la salida, esta vez pasando de los enemigos que adoraban el obelisco. Llegarás al cementerio, y aquí salen zombies. Son muchos, son lentos y torpes y débiles, con la sola excepción de aquellos que están tomados por sanguijuelas. Pero no dejan de reaparecer del suelo. No pierdas el tiempo en matarlos: no tienen drops útiles y no hacen sino estorbar. Obtén fragmentos de titanita y ascuas de los desvíos a derecha e izquierda del camino principal hasta llegar a una zona donde hay varios zombies tirados y dos botines. Uno de ellos es el espadón de verdugo. Obtenerlos despierta a otros muchos zombies que te tienden una emboscada. Mátalos o corre por la izquierda, cruza el puente y encontrarás un no muerto con dagas delante. Y cuando decimos no muerto, queremos decir a algo mucho más avispado, diestro y ágil que los zombies del cementerio. Dale muerte, saquea el cementerio a la derecha (de nuevo, el gigante del Asentamiento de no muertos te atacará o ayudará según el trato que tengas con él) y obtén un fragmento de hueso de ceniza.
Vuelve y toma las escaleras de la derecha a un templo o mausoleo, saquea el cadáver y dale una patada a las escaleras para desbloquear un atajo hasta ahí desde la entrada del riachuelo de antes. La entrada de la catedral, coincidiendo con la salida del mausoleo cara a cara, está cerrada. Se puede abrir más adelante, pero te toca ir por la derecha.
Más adelante te espera una emboscada. Un no muerto con ballesta protege a otro con lanza que, al ser atacado, inhibe tus objetos durante un tiempo y llama a otros dos. Estás advertido. A la izquierda, desciende por el puente y mata a un no muerto que se esconde a la derecha cerca del siguiente puente.
Crúzalo y mata al no muerto. A la derecha encontrarás más botín y otra trampa. Al recogerlo, te sorprenderán esclavos con dagas. Continúa por el tejado y desde allí, si tienes arco, despacha a los ballesteros que te esperan al otro lado del puente. Después, el camino tendrá esta pinta.
El camino de la izquierda, recorrido hacia atrás, es por supuesto una emboscada de varios no muertos y una evangelista. Hacia delante encontrarás lo que a todas luces es un robusto sacerdote no muerto con un hacha. Después de matarlo (inténtalo sólo 1vs1) entra en el pequeño edificio de la izquierda -cuidado con un esclavo a la entrada- y despeja la sala de otros esclavos pegados a las paredes. Más adelante habrá varios no muertos, dos de ellos dentro de un mirador con dagas y encapuchados. Uno de esos dos está al descubierto, el otro escondido a la derecha. Lucha uno contra uno ahora que sabes esto.
Una procesión de no muertos asalta por la izquierda. Se quemarán e irán a por ti, es mejor esquivarlos que confrontarlos. Sube las escaleras y encontrarás a la izquierda, delante del portón, un no muerto descansando. Al fondo un grupo de no muertos adoran una gárgola de piedra. No te confíes: muchos se queman y además hay uno grandote a la izquierda que no se ve a simple vista. Un ascua aguarda tu recogida si los logras vencer. Luego abre el portón para entrar en la catedral.
Interior de la Catedral
Toma el pasillo de la izquierda desde la puerta y verás una viscosidad oscura en él. Es extremadamente susceptible al fuego, pero muy resistente al daño físico. En solitario es prácticamente inofensiva, pero cuando se encuentra en grupo puede ser muy molesta.
Al final del pasillo encuentras un botín, pero fíjate en la estatua de arriba: arroja veneno cuando pasas debajo. Date prisa y da un paso atrás. En la habitación contigua encontrarás tres diáconos. No son muy fuertes ni rápidos, pero caminan decididos hacia ti y pueden usar su catalizador para invocar bolas de fuego además de para pegar. Justo al acabar el siguiente pasillo hay unas escaleras descendentes; es difícil percatarse porque están inmediatamente a la salida, como mostramos en la imagen.
Por ahora, antes que nada, toma el ascensor de la izquierda. Conduce a un atajo a la hoguera de la capilla de crucifixión que puedes desbloquear en este mismo momento. Usa el atajo para volver al punto anterior. Desde aquí puedes continuar por las escaleras descendentes de la imagen para obtener una gema profunda de un balcón custodiado por una evangelista o continuar hacia la sala principal de la catedral, donde primero te las verás con un gigante.
El gigante del pasillo
Desde la encrucijada que hemos citado en el punto anterior, sal por la puerta que está justo delante del ascensor y serás atacado por un gigante. Es posible matarlo con flechas o esperar a bajar hasta sus pies y matarlo desde abajo, así que si no tienes flechas o suficiente maná puedes afrontar el reto. Sus manotazos son lentos, pero poderosos. Si le miras o controlas la situación escuchando su pesada respiración, sabrás rodar en el momento adecuado para evitar el daño. Si eres rápido, puedes hacerte con un alma de héroe desconocido y con el anillo de espada de Lloyd por el camino. De nada sirve esconderse, eso sí, el gigante llega a todos los rincones del camino a su alrededor.
Baja por unas escaleras a la derecha al final del pasillo y hallarás una bifurcación: el tomo divino de Oscuridad en braille está a continuación del mapa, pero haz un pequeño desvío a la izquierda primero..
Delante de un tesoro (el milagro “Buscar guía”) hay varios esclavos y una baba oscura escondidos alrededor del puente y el techo que lo cubre.Después de saquearlo puedes subir las escaleras de madera para confrontar una evangelista y hacerte con más objetos.
Obtén el tomo divino de Oscuridad en braille
Este objeto, una vez se lo entregas a Irina de Carim, aumenta su inventario de milagros. Para dar con él, cruza el pasillo que custodia el gigante y baja las escaleras.
Llegarás a una capilla donde hay un cofre. Ese cofre es en realidad un mimo, te agarrará y te hará mucho daño si tratas de abrirlo. En lugar de eso, golpéale para que revele su verdadera naturaleza. Después de matarlo, obtendrás el contenido del cofre real, que es el tomo divino de Oscuridad en braille.
Planta principal de la catedral: descubre el atajo
Baja por las escaleras de la capilla donde matas al mimo y llegarás a una sala de oración más grande. Con toda seguridad te las verás con un caballero de la catedral que vendrá desde la sala del fondo, y tal vez te encuentres algún esclavo también si te lo dejaste vivo cuando recogiste el milagro “buscar guía”.
Adéntrate en la sala que hay al fondo, de donde viene el caballero, y te encontrarás al salir un enorme monstruo que recuerda a una araña. Soltará el anillo Zafiro de Aldrich al morir.
Luego, sal de esa sala y toma las escaleras ascendentes de la derecha. Llegarás a la sala principal de la catedral, inundada por agua y fango y custodiada por esclavos y caballeros de la catedral, además de un gigante en los extremos sur y norte. Si vas en estado Anfitrión de las Llamas, serás invadido por Kirk, a quien ya conocerán los veteranos de la serie. Es recomendable que le derrotes en este estado porque podrás obtener su conjunto completo (set) de armadura cuando hagas el juramento “Dedos de Rosaria” un poco más adelante.
Si no pudiste derrotar al gigante cuando cruzaste el pasillo, estás de enhorabuena: tienes una nueva oportunidad aquí mismo, en la parte sur de la sala. Y muchos jugadores afirman encontrar el encuentro relativamente fácil, si eres capaz de esquivar sus manotazos deberías poder golpearle en los talones hasta matarlo. Hurgando en su lecho de muerte encuentras el conjunto de armadura de doncella así como alma de soldado anónimo, y tras abrir las puertas, encontrarás un bidente del santo y dos huesos de regreso. Vuelve a subir las escaleras donde estaba el primer gigante y toma el pasillo de la izquierda.
Tras mandar a paseo un caballero de la catedral y dos esclavos, podrás acceder a unas escaleras secretas que descienden hasta un patio. Sigue bajando por este patio, siguiendo el curso, y darás con unas puertas. Las segundas abren un atajo a la capilla de purificación, las primeras hasta el juramento Dedos de Rosaria.
Descubre el juramento Dedos de Rosaria
Toma el segundo atajo de la capilla de purificación (el de la izquierda, desde la hoguera) y sube por el ascensor de la izquierda. Mata al ballestero, sal por el edificio por el exterior de la pared a la izquierda, mata al sacerdote y déjate caer por el tejado, donde te asalta un esclavo.
Mata a dos sacerdotes y esclavos y entra en la catedral por el tejado. Mata al caballero de la catedral y déjate caer por las plataformas como indicamos en la imagen. Si tienes la opción, combate a distancia.
Ocúpate de unos enemigos con aspecto de larva abajo (activa un puente con una palanca contigua para atajar) y subiendo unas escaleras. De entre estos últimos encontrarás uno en particular que no ataca, pero que al morir suelta (drop) la valiosa saponita de señal roja.
Abre luego las puertas y llegarás a la hoguera “Aposentos de Rosaria” y delante de ti encontrarás a Rosaria, madre del renacer. A su derecha verás el conjunto de armadura de Espinas si mataste a Kirk. Solicita el juramento y así lo obtendrás.
Planta principal de la catedral: a por el jefe
Ve a la planta baja principal por la parte norte. Para subir hasta donde se encuentra el jefe, deberás hacerte cargo de un gigante que salvaguarda las escaleras. O puedes simplemente salir corriendo. Tanto este como el anterior sueltan fragmentos grandes de titanita al morir, tenlo en cuenta para decidirte.
Tan pronto subas tendrás que hacerte cargo de dos caballeros de la catedral y dos acólitos, además de otros dos que no parecen molestarse por tu presencia delante del altar. El jefe está justo detrás de éste, bajando unas escaleras. Puedes invocar a Horace el mudo y otro espectro a la entrada.
Jefe, Diáconos de la Oscuridad
Como su propio nombre indica, los Diáconos de la Oscuridad no es más que una enorme cantidad de Diáconos de la Oscuridad. Sí, son esos no muertos embutidos en unas ropas sacerdotales, de los que miran mal y bien te atizan con un candelabro o conjuran una bola de fuego.
Por si no lo sabías, son débiles contra la electricidad, y no está mal saberlo puesto que hay literalmente un montón, y no dejan de salir más y más conforme los matas. Algunos son particularmente rechonchos y entienden que abalanzarse sobre ti es más dañino que un candelabro, así que no tengas piedad con ellos o al menos tenlo en cuenta para luchar.
De todos los Diáconos de la Oscuridad que hay, el único que debe preocuparte es el que parezca tener un aura roja a su alrededor. Al morir, generará algo de daño de la barra de salud del jefe, y un igual tomará el mismo aura roja. Debes repetir la operación con cuantos enemigos haga falta hasta que aparezca el archidiácono, que no es particularmente grande, ni fuerte, ni resistente, pero su atuendo parece estar más cuidadosamente ornamentado y lleva un cetro que a veces usa para pegarte, aunque no haga mucho daño. Este archidiácono es el objetivo principal, lleva una escolta de diáconos más fuertes y podría entenderse como una “fase 2” del típico combate de jefe.
Después de acabar con los Diáconos de la Oscuridad, toma el atuendo de archidiácono del cadáver de este enemigo y enciende la hoguera. Aunque no era estrictamente necesario completar mapas en este orden, si estás siguiendo nuestra hoja de ruta el siguiente objetivo serían las Catacumbas de Carthus, cuya entrada se desvela justo en la sala donde matas a los Vigilantes del Abismo del Torreón de Farron.
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