Hace ya 8 años desde que se anunció Dead Island 2, la esperada secuela del videojuego de mundo abierto y zombis de Techland, y por fin he podido probarlo. Manteniendo su mundo abierto, su acción y parte de su núcleo mecánico, ¿qué es lo que tiene que ofrecer este nuevo videojuego en 2023?
Francamente, cuando me hablaron de probar Dead Island 2 me sorprendí. Sí, Dead Island es uno de esos nombres que ha perdurado desde su nacimiento, pero también es una de esas segundas partes que parecían perdidas en el limbo sin perspectivas claras de verla en acción de ninguna de las maneras. En cierto modo, esto hace que recaiga más peso sobre el título, pues ahora tiene que demostrar su valía. Un valor que, si atendemos al título original, pasa por pensar en cómo serán los videojuegos en 2023, no solo en lo que hacía bien su precuela. Cuesta creerlo (sobre todo a los que somos un poquito más mayores), pero ya han pasado más de diez años desde el primer juego de la franquicia, y aunque la industria no ha variado radicalmente, sí que ha avanzado y dado vueltas sobre sí misma desde entonces. Dead Island 2 es consciente de esto, pero no deja atrás su legado, lo que hizo que el original fuese especial.
La demo que probé me puso en la piel de Amy, uno de los seis personajes principales que podrás controlar en el juego, y me llevó al parque de atracciones del muelle de Santa Mónica, en Los Ángeles (llamado Hell-A en vez de L.A. dentro del juego). Allí, mi misión era la de encontrar un portátil con información crucial en él. Con esta premisa, avancé por una variedad de entornos típicos de esas localizaciones: los puertos, un salón de recreativas, el parque con una noria… todos estos poblados de zombis hasta arriba. No se sabe aún mucho de la historia, pero sí que tus protagonistas van a ser infectados inmunes al virus que pueden usar su condición para ganar impresionantes poderes de zombis y enfrentarse a las hordas que hallarán en su misión.
Obviamente, una vez pude controlar a Amy, no me puse a charlar con los no-muertos, sino que mi misión fue la de hacerlos pedazos para poder seguir hacia adelante, y es que en Dead Island 2 no eres un mero superviviente, sino una máquina de matar. Poniendo el foco en el combate cuerpo a cuerpo, aunque también dándote armas de fuego, el título espera que el combate sea muy visceral y personal. Las distancias no te valen aquí, y vas a tener que usar todo tipo de armas muy diferentes para poder avanzar. Espadas, palos, hachas, martillos… Cada una se siente única, diferente y tiene propiedades distintas que te obligarán a medir las amenazas que te rodean y ajustar la estrategia perfecta para poder seguir con vida.
Vas a necesitar pensar bien las cosas cuando veas que hay varios tipos de zombis distintos. En la demo, pude pelear contra unos estándar, que serían los carne de cañón típicos; otros que explotan, haciendo un montón de daño en área; y los forzudos, que hacen ataques en área y son, generalmente, más resistentes. Estoy seguro de que hay más variedad de enemigos, y acabar con ellos va a ser no solo tu prioridad, sino una razón para coger el mando y encender el juego. Los encuentros en este título de zombis prometen ser su núcleo duro.
Todo esto, además, está colmado con un sistema de mutilaciones y desmembramientos procedimentales, haciendo que cada golpe sea distinto, cada herida diferente y cada explosión de vísceras única. En Dead Island 2, cada amputación es distinta dependiendo de cómo la ejecutes, y eso es extremadamente satisfactorio.
En Dead Island 2 no eres un mero superviviente, sino una máquina de matar
Pero no todo el gameplay pasa por la acción del momento, sino también por tu propia preparación. Esta recae sobre dos sistemas diferentes: las habilidades y el crafteo. El primero de ellos trae una serie de movimientos, tanto ofensivos como defensivos, para que puedas irte equipando y mezclando entre ellos, aunque con limitaciones. El crafteo, por su lado, va a formar parte del énfasis del juego, haciendo que crees tus armas, recursos y otros elementos con los ingredientes que irás encontrando mientras exploras los escenarios, algo que harás mucho.
Al final, con todo esto en mente, queda un combate que, pese a ser satisfactorio y divertido, tampoco viene a reinventar la rueda. Si cierras los ojos y piensas “¿Cómo sería el gameplay de Dead Island 2 teniendo en cuenta cómo era su primera parte?”, puedes imaginar perfectamente la acción del juego. No creo que esto sea malo, ni mucho menos, pues se siente divertido y su disfrute dependerá exclusivamente de la variedad de situaciones en las que te ponga el juego, algo que creo que desde Dambuster Games están cuidando mucho.
Otro aspecto muy cuidado tiene que ver con su nivel gráfico. No diría que es el videojuego que viene a redefinir los gráficos, y además la versión que probé no es más que una beta, pero ya apunta maneras gracias al cariño que se le ha puesto a su iluminación. Las sombras en tiempo real, luces volumétricas y demás elementos relacionados crean una muy buena sensación de “estar allí”, volviendo muy reales los escenarios del juego. Si a esto le sumamos un gran trabajo a nivel de diseño de sonido, nos quedamos con entornos que te van a meter en la acción del todo y te harán disfrutar de un gran contraste entre la tensión de su terror y el empoderamiento de su acción.
Una vez examinado todo este paquete, hay que añadir un elemento más para saber cómo es este nuevo Dead Island. Su aire más gamberro y millenial busca, también, crear un conjunto más ligero, fresco y empoderante, reduciendo la sensación de que eres un superviviente, en vez de una máquina de matar. Es un título que se quiere alejar de la pesadumbre y tensión de otros títulos de zombis para establecerse como algo jovial, renovado y distinto, y yo creo que va por buen camino para posicionarse como uno de los lanzamientos grandes del año que viene...