A día de hoy, cualquier jugador mínimamente informado de la industria de los videojuegos conoce el nombre de Hideo Kojima. Su trayectoria en Konami, a través de la más que aplaudida saga de Metal Gear, ha provocado que miles de personas sigan de cerca sus extravagantes trabajos en el sector que nos ocupa. Y, si bien es cierto que el creativo nipón ha sido capaz de sorprendernos con historias profundas e iniciativas que rompen la cuarta pared, todo ello generando un sinfín de comentarios y debates en la red, nada de esto puede equipararse con las reacciones de la comunidad con Death Stranding. Porque, tras separarse de Konami y fundar Kojima Productions, el profesional se puso manos a la obra para crear un título rompedor e imprevisible incluso para los fans más acérrimos de sus juegos. El resultado, como ya te puedes imaginar, no dejó indiferente a nadie.
No son pocos los que observan Death Stranding como un juego "difícil de describir", pues su experiencia da lugar a decenas de interpretaciones distintas. En este sentido, la comunidad ha estado participando en discusiones sobre el mensaje que ha dejado Kojima en el título y su relación con la jugabilidad, provocando que un buen puñado de jugadores pruebe la aventura de Sam Porter Bridges en PC Game Pass para hacerse una idea de todas las particularidades que definen el juego. De hecho, su integración en el servicio de Microsoft ha hecho que más de uno descubra este título, y nosotros no podemos evitar recomendar su disfrute antes de que desaparezca de la plataforma el próximo 15 de agosto.
Un mundo abierto como nunca se había visto
Death Stranding convierte una simple roca en el camino en un desafío a superar.
Si pensamos en videojuegos con mundos abiertos bien diseñados, probablemente muchos se acuerden de entregas aplaudidas como The Witcher 3: Wild Hunt, donde los escenarios contaban con una gran carga narrativa, o Zelda: Tears of the Kingdom, que prescinde de marcadores para dar una libertad de acción sin precedentes al jugador. Sin embargo, Death Stranding no sigue los patrones habituales de la industria y, por ello, su universo está hecho para que tengas en cuenta cada piedra en el camino.
Y lo decimos de forma literal. Generalmente, saltar una roca en The Witcher 3 o Zelda: TotK no supone un gran desafío para un usuario que desea explorar la zona, pero Kojima nos sorprendió en Death Stranding convirtiendo el terreno en un reto increíblemente complejo. De este modo, una roca anecdótica en la aventura de Geralt de Rivia o Link puede hacer que Sam pierda todos los paquetes que debe entregar, entorpeciendo su misión de reconectar EE.UU con la Red Quiral.
Evidentemente, Death Stranding no es un juego perfecto. Teniendo en cuenta que aquí resumimos su jugabilidad, es importante destacar que el título no terminó convenciendo al gran grueso de usuarios por lo particular de su propuesta. En este sentido, muchos critican la última entrega de Kojima por ser un walking simulator en el que apenas hay desafíos para enfrentar, pero la profundidad de su historia y la complejidad del camino a realizar logran que muchos jugadores queden totalmente embelesados con la creatividad del profesional nipón.
Reencuentros y reconexión
El concepto de reconexión se observa en la jugabilidad, la simbología, la historia y el multijugador de Death Stranding.
Porque, si bien es cierto que Death Stranding nos pone en el papel de un recadero que debe cruzar EE.UU. de este a oeste en un ambiente postapocalíptico, resulta que esta jugabilidad aparentemente sencilla se cimenta en un mensaje enormemente profundo: la reconexión. Y esto no se observa únicamente en la misión de Sam por el territorio estadounidense, sino que también se aprecia en la simbología de la entrega, su historia y su curioso multijugador online. Porque, al contrario de lo que sucede en otros muchos títulos donde ayudar al resto de usuarios puede granjear recompensas jugosas, aquí no recibes más que 'likes' por construir estructuras que facilitan el viaje a miles de jugadores. Lo que, al final, termina asentando una especie de altruismo con el que conectamos tanto con aquellos que usan nuestros puentes y escaleras como con aquellos que han dejado estas construcciones para nosotros.
Estas sensaciones se aprecian desde el desarrollo de la entrega. De hecho, el concepto de 'reencuentro' encaja a las mil maravillas con el proyecto de Kojima, pues se trata del primer título del profesional tras su marcha de Konami. Y la cosa no termina aquí, pues el juego logró reunir de nuevo al creativo nipón con figuras como Norman Reedus, actor con el que ya había pactado el papel de protagonista en una entrega, o Guillermo del Toro, con quien estuvo colaborando para hacer el mítico Silent Hills antes de su cancelación.
Y sí, somos plenamente conscientes de que este texto no logra reflejar todas las sensaciones que transmite Death Stranding con su experiencia, pero este es uno de los tantos encantos de la obra: impacta a cada uno de forma distinta. De este modo, no podemos hacer más que recordar el buen hacer de Kojima a la hora de desarrollar esta aventura, aunque también te invitamos a leer nuestro análisis de Death Stranding para tener una idea más clara de lo que te encontrarás en esta particular experiencia.
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