Los creadores de Destiny, uno de los FPS más populares de la actualidad, han conseguido ganar una demanda que sienta un precedente muy positivo para casos relacionados con el acoso racista. Bungie, la empresa conocida por el desarrollo de esta franquicia y por estar a cargo de los primeros títulos de la icónica saga Halo, se enfrentó contra un hombre de Virginia Occidental después de que este vertiera insultos de todo tipo contra uno de sus trabajadores. Y, como reporta el portal Ars Technica, ello le ha servido para conseguir una victoria histórica.
Todo comenzó cuando el gestor de una comunidad de Destiny promocionó un fan art de un artista de color. Dicha situación fue inaceptable para Jesse James Comer, el acusado (y posterior culpable) en el juicio que comenzó su particular caza de brujas contra el empleado de Bungie. De esta forma, optó por acciones como mensajes amenazantes constantes, notas de audio “horribles y espeluznantes” e, incluso, llegó a enviar una pizza incomestible con un olor nauseabundo a la dirección del empleado. De hecho, fue tan al extremo que incluso pidió “un modo de juego solo para matar a negros”, una situación que llevó a Bungie a tomar medidas legales.
Tendrá que pagar casi 500.000 dólares por sus acciones
Al recibir la demanda (recogida por Ars Technica), Comer optó por ignorarla, situación que dio lugar a una sentencia en rebeldía y a una serie de violación de las leyes de Washington relacionadas con acoso, ciberacoso, invasión de la intimidad y molestias varias. Para desgracia de Bungie, la compañía norteamericana tuvo que invertir más de 380.000 dólares en costes e investigación, protección ejecutiva para el CM afectado y pérdida de trabajo cuando este necesitó “tomarse un tiempo libre y restringir sus interacciones públicas” con los fans del juego.
Como consecuencia directa de esta situación, el juez determinó que Comer tendrá que reponer todo el dinero que invirtió la compañía en el proceso. Además, también tendrá que gastar más de 80.000 dólares en honorarios de abogados y otros 25.000 dólares en daños y perjuicios. D. M. Schmeyer, abogado del caso, definió a este como “uno de los mejores que he llevado nunca” y señaló en su cuenta personal de Twitter que estaba muy contento de luchar contra “la escoria de la sociedad digital” que tanto daño hace. Así, este caso de Bungie presenta un precedente histórico para futuros casos de acoso racista.
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