Siendo el título más popular de Nintendo Switch con la friolera de 64 millones de unidades vendidas, no es de extrañar en absoluto que Nintendo decidiese hace unos días presentarnos como primer juego de Switch 2 un nuevo Mario Kart. El título es sinónimo indiscutible de la marca Nintendo, y rey de una fórmula a la que nadie puede ni quiere acercarse.
Hubo un momento en el que Mario Kart sí pudo haber tenido competencia, y era precisamente dentro de la propia Nintendo. En 1997 y de la mano de Rare los jugadores de Nintendo 64 vieron el lanzamiento de Diddy Kong Racing. El simpático macaco era aún una cara relativamente nueva en el panorama nintendero, pero aun así logró ponerse a la cabeza de un título de karts tan completo como divertido, con circuitos variados, algunos rostros familiares de la familia Kong y debuts como el de Banjo, que pasaría a protagonizar su propio juego un año más tarde.
Hasta aquí nada nuevo con respecto a la fórmula de Mario y amigos, pero era una vez entrábamos más en la jugabilidad donde el título mostraba sus cartas. Diddy Kong contaba con dos diferencias esenciales que lo hacían un juego más completo que su referente: más variedad de vehículos y un modo aventura que potenciaba la exploración en escenarios más amplios.
Esto hacía que fuera especialmente atractivo para jugarlo en solitario. Al contrario que Mario Kart, que era ideal para disfrutar partidas rápidas con amigos, Diddy Kong Racing invitaba más a explorar y profundizar en su mundo. Los diferentes tipos de vehículos: el kart, la avioneta y la lancha, tenían un manejo distinto y mecánicas diferentes, además de desafíos exclusivos para cada uno que alargaba la vida del título. Explorar la isla e ir completando carreras nos llevaba incluso a tener enfrentamientos contra jefes, algunos bastante memorables.
Muchos jugadores prefieren la profundidad de Diddy Kong
Esta dosis extra de profundidad le dio un toque diferecial con respecto a la propuesta de Mario y le ayudó además a tener una gran recepción, llegando a posicionarse como el octavo juego más vendido en la historia de la Nintendo 64. No son pocos los que admiten que prefieren este título por encima incluso de Mario Kart 64, y lamentan que Nintendo no le haya vuelto a dar una oportunidad a lo que era una propuesta con mucho potencial.

Con los años, la única continuidad que se le ha dado a Diddy Kong Racing es en forma de un port para Nintendo DS que llegaba una década más tarde. Ya en 2007 nos hacíamos eco de la nostalgia y el paso del tiempo con el lanzamiento de un port tan funcional como modesto, que apenas se atrevía a tocar la fórmula original y a abrir el apetito de algo más. En algún momento estuvo en desarrollo una secuela llamada Diddy Kong Racing Adventures para GameCube, pero esta nunca pasó de la fase de prototipo. Una lástima, porque parece que habría enfatizado aún más en el aspecto de aventura que lo diferenciaba de Mario Kart.
Los más conspiranoicos hablan de un boicot interno al título de Rare con tal de no robarle el protagonismo a Mario. Pero si atendemos a los fríos números, estos justifican la decisión de centrarse en el fontanero. Mientras Diddy Kong Racing se quedaba con el nada desdeñable octavo puesto en el ranking de la consola con 4,8 millones de unidades, Mario Kart 64 volvió a demostrar esa generación que era el rey, quedándose con el segundo puesto con 9.8 millones vendidos y solo por debajo de Super Mario 64. Con el anuncio de Switch 2 aún fresquito. No es tarde para que la compañía vuelva a mirar este olvidado título con otros ojos.
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