No suelo ser un jugador al que le interesen los juegos para móviles, aunque reconozco que existen auténticas joyitas que se pueden jugar en nuestros teléfonos o tablets. Sin embargo, soy un apasionado hasta la médula de las sagas clásicas de los videojuegos, y no puedo resistirme a jugar los títulos de dichas sagas -si puedo- sea en la plataforma que sea. Es el caso de Doom RPG, un juego desarrollado por los creadores originales de la saga (ID Software) en colaboración con FountainHead Entertainment exclusivamente para móviles. Cuando me enteré de su existencia, aparte de picarme la curiosidad, descubrí que a día de hoy es posible jugarlo también desde un PC. Y puedo deciros que me ha dejado tan sorprendido y enganchado como los títulos originales o incluso los reboots que inició el gran Doom 2016.
En el 2005, ID Software tenía la intención de capitalizar el renovado interés por su franquicia gracias al estreno de su -cuestionable- película, al lanzamiento de la esperada tercera parte de la saga, y al hecho de que el mercado móvil iba creciendo gracias a las nuevas tecnologías que se incorporaban a las nuevas terminales. En esencia, los nuevos teléfonos móviles tenían una potencia comparable a la de los PCs de una década antes y equiparables a las primeras portátiles. Como resultado, y con el propio John Carmack al frente y en colaboración con Fountainhead Entertainment, se publicaba un 13 de septiembre de 2005 Doom RPG, el primer título de la saga para móviles y también el primero en ubicarse en un género que no era el shooter en primera persona.
El primer Doom de bolsillo
Dejando de lado el argumento -elemento que nunca preocupó mucho a los desarrolladores de los primeros Doom- y que es la misma historia de parar una invasión demoníaca, la fusión de ambientaciones RPG con las de los FPS puede parecer algo rocambolesca, pero es que fue empezar a probar el título y engancharme más que con algunos de sus títulos más recientes. Asombrosamente me recordó a esos primeros RPG en la línea de sagas como Dungeon Master o Lands of Lore. Y es que la perspectiva en primera persona que se asocia a todos los juegos de la franquicia es la base perfecta para empezar a construir un RPG al estilo de los 90.
Lejos de ser un ritmo lento o aburrido, me ha hecho redescubrir la forma en que antiguamente se concebían y jugaban los RPG en videojuegos para PC o en las primeras consolas. Es un auténtico viaje al baúl de los recuerdos y una forma magistral de incorporar elementos de los juegos clásicos a mecánicas de exploración y ‘’leveleo’’. Porque además de las armas clásicas, en este juego hay algunas exclusivas del título, como el hacha que tuve que usar a veces para eliminar demonios, pero que también era mi ‘’ganzua’’ para muchas puertas atrancadas en sus niveles. O el extintor, que aunque no tenga mucha utilidad en combate, si encuentro combustible para el me permite apagar fuegos que bloqueaban ciertas áreas de muchos niveles. Encontrar estos añadidos al ‘’inventario’’ de Doomguy fue soplo de aire fresco, y un alarde de originalidad por parte de los programadores.
Era ver subir los números y querer seguir avanzando para enfrentarme con demonios más fuertes
Está claro que el ya extinto estudio FountainHead e ID software conocían perfectamente el género de los RPG a la hora de maquillar a Doom para la ocasión, ofreciendo a los jugadores la posibilidad de emplear estas herramientas con el entorno para descubrir nuevos caminos. Hasta subir de nivel me parecía divertido. Vale, no es un sistema ‘’ultra complejo’’ como el de los RPG de hoy en día, ya que la subida de estadísticas es automática, pero era ver subir los números y querer seguir avanzando para enfrentarme con demonios más fuertes; lo dicho, igual que en un RPG clásico.
Los paralelismos con el género al que pertenece Doom RPG no se acaban aquí, ya que muchas secciones de la base contienen no sólo suministros, sino consolas donde podemos comprar munición para las armas y NPCs que nos plantean misiones o dan información útil sobre la ‘’historia’’ de juego o nuestros próximos objetivos. Son como las ciudades en las que ocurren las escenas y conversaciones en esos juegos clásicos A ver, no es que esperara encontrarme nada de lo que vemos a nivel narrativo con escenas en Doom Eternal, pero desde luego hay más lore e información en este juego que en los dos primeros títulos de la saga. Y aunque técnicamente sea inferior a Doom III, no hay duda que quisieron llevar esas secciones de exploración y conversaciones a nuestros móviles.
El combate en DOOM RPG
Pero el momento ‘’¡Ho***a Pedrín!" del juego fue descubrir el sistema de combate. Por turnos. ¡Turnos en un juego de Doom! Tuve que aprender a calcular mis acciones y movimientos de manera que los enemigos quedaran alineados frente a mi para atacarles -cuánto más lejos mejor eso sí-, y hasta tenía la opción de dejar pasar mi turno para intentar que se pusieran frente a mi arsenal. Sin olvidar claro la gestión de mi inventario, que esto es un RPG. Algo que recordé por las malas en más de un combate.
He de admitir que lo jugue en mi PC gracias a un mod publicado por unos usuarios que practicaron retroingeniería al programa para móviles original, pero eso me ha permitido experimentar en cierta medida -lo que sin dejarme la vista o la batería del móvil- cómo debió ser jugar a este juego cuándo salió y estaba disponible. Como máximo lo pude ejecutar en una resolución de 640x480 y posteriormente tuve que agrandar la ventana, pero fue una gozada.
He de confesar que si no juego más a él, es porque no he conseguido encontrar la forma de instalarlo en mi móvil, que si no sería una alternativa más que viable a los juegos de Nintendo Switch o con una Steam Deck cuando voy de paquete en un coche o transporte público. La pena es esa, que está descatalogado, aunque por el hecho de ser abandonware, si conseguís encontrarlo deberíais darle un tiento. Es tan brutal y adictivo como sus hermanos mayores.
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