Hace no mucho estuve en las oficinas de Quantic Dream para probar una serie de juegos tales como Lysfanga, un hack & slash muy particular del que ya os hablé, o Under the Waves, un juego narrativo de supervivencia con muchos detalles interesantes. Sin embargo, hoy quiero seguir hablando de esta serie de títulos que el estudio de David Cage ha decidido editar y le ha llegado el turno a Dustborn.
Os puedo adelantar ya que esta aventura narrativa es mucho más que eso y, rompiendo algunas reglas del género, ha conseguido hacer que estuviera dentro de la propuesta al momento. Esto es así porque pude ver un gameplay explicativo bastante elaborado que dejó de manifiesto la apuesta rompedora que trataba de ser esta aventura desarrollada por Red Thread Games, Con mucha más acción de lo habitual en el género, un estilo artístico muy característico y, lo que más me gustó, un humor ácido y nada comedido, me conquistó. Os cuento todos los detalles.
Sin miedo al éxito
Siempre he sido seguidora de las aventuras narrativas, esas historias en las que te tienes que sentar a disfrutar de una buena trama, mientras tomas decisiones y ves el fruto de tus malas acciones. Es como esos libros de "Elige tu propia aventura" tan populares hace unos años. The Wolf Among Us, Detroit: Become Human, Beyond Two Souls, Until Dawn...serían algunos de los muchos ejemplos. Sin embargo, ¿qué pasa cuando además te encuentras con combates a tiempo real armada con un bate de beisbol? ¿Y cuando no das crédito a lo que ves?
Dustborn es como si The Boys y todos estos juegos hubieran decidido fusionarse para dar lugar a una aventura que ya desde un primer momento destaca por tener una puesta es escena a lo grande. Sí, su estilo puede recordar a Borderlands, a mí incluso al OlliOlli World, pero lo lleva hasta el final con una gran cantidad de detalles. Por ejemplo, esta historia se nos presentará en formato cómic, es decir, hará uso de muchos recursos del medio como los bocadillos, las anotaciones, onomatopeyas, etc. No tiene miedo a romper barreras y eso se muestra no solo en su apariencia, sino también a través de otra gran cantidad de elementos como son los diálogos. Los primeros minutos que vi eran una conversación entre los protagonistas que deja perfectamente claro cuál va a ser el tono de la historia: ácido y caótico.
Una versión alternativa y futurista de los Estados Unidos
Nosotros nos pondremos en la piel de Pax, una estafadora capaz de usar las palabras, literalmente, como arma. No está sola, por supuesto, y ha decidido realizar un encargo que requiere cruzar una versión de Estados Unidos alternativa en coche, encontrando los paisajes más espectaculares, pero también una buena cantidad de contratiempos. Es más, ella y su particular banda de amigos han decidido tambiénhacerse pasar por un grupo de música. Y no, no es una simple tapadera, hay momentos en los que vamos a tener que ensayar y ponernos a tocar canciones muy variadas como si estuviéramos en Guitar Hero.
Lo interesante de todo esto no es solo la variedad que ofrece un juego que a priori parecía tan solo narrativo, sino también el hecho de que todos los personajes enriquecen la experiencia a más no poder gracias a unas personalidades muy variadas, marcadas y llevadas al extremo. Recuerdo cierta escena en un taller con un robot bastante graciosa, porque, claro, también vamos a poder explorar diferentes lugares y, con ello, encontrarnos un buen puñado de situaciones alocadas. No hablo solo de la posibilidad de lanzar explosivos por los aires, que también, sino cosas tan inesperadas como tener que ayudar a una mujer que se ha quedado encerrada debajo de un autobús.
Cabe señalar que las peleas no son quick-time events como pudiera parecer. Hablo de combates en tercera persona y a tiempo real
A este particular grupo parece perseguirle la desgracia, todo sea dicho, y casi sin saber cómo, nos vamos a ver envueltos en peleas en las que nos encontraremos una buena oleada de enemigos, ya sean pertenecientes a la facción que nos persigue u a otros que surgen por el camino. Tenemos la opción de liarnos a golpes con el bate, pero también de usar nuestros poderes o incluso los de aliados. ¿Os acordáis de las peleas tan bizarras de Kick-Ass? Tengo la sensación de estar ante lo mismo, en el mejor de los sentidos. Y es que no me ha quedado duda después de ver todo el contenido que la diversión está presente a cada momento. Cabe señalar que las peleas no son quick-time events como pudiera parecer. Hablo de combates en tercera persona y a tiempo real en los que tendremos que activar las habilidades, pulsar el botón de acción para golpear, hacer ataques espectaculares y demás. Esto es justamente lo que más me llamó la atención, porque por la construcción del propio juego, nada me hacía ver que fuera a ser así.
Por otra parte, aunque no pude profundizar mucho en esto, tengo entendido que nuestros poderes pueden ir desarrollándose. En el caso de Pax, consistiría en crear nuevas palabras. Ah, claro, y se me había olvidado comentar lo mejor: la protagonista está embarazada de cuatro meses, lo cual hace todavía más surrealista verla a lomos de una moto haciendo toda clase de acrobacias y locuras.
Por suerte para ella, no siempre estará liándose a golpes con todo el mundo y el juego dota también de importancia a los diálogos y las decisiones. Tampoco he podido profundizar demasiado en este aspecto, pero sí que sé que se pueden hacer acciones para intentar manipular a la gente con la que hablamos o incluso intimidarlas si consideramos que queremos llevar ese camino. La acción se sitúa en el 2030 y hay un valor añadido, más allá de mezclar elemento cyber con un estilo visual gráfico, que es el hecho de que se trata de un juego que recoge muchos valores sociales actuales y los representa de forma directa.
Fecha de lanzamiento de Dustborn
Si bien todavía no tiene fecha de lanzamiento concreta, sabemos que Dustborn llegará en 2024 para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X/S, Xbox One y PC. A falta de jugar la versión completa, no me queda duda de que estamos ante uno de los juegos más creativos del año que viene. Tiene ese toque a lo Hi-Fi Rush de hacer fusiones de conceptos y presentarlas bajo un envoltorio muy cuidado que suele gustar mucho al público. A mí personalmente lo ha hecho sin duda.
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