La gala de The Game Awards 2022 nos dejó multitud de anuncios, pero al final se trata de una celebración de lo mejor del año, por lo que tampoco faltó una extensa lista de premiados. El gran protagonista de la noche fue el equipo de FromSoftware y su obra más reciente, Elden Ring, que se llevó más de un galardón a casa: Mejor dirección de arte, Mejor dirección y, lo más importante, Mejor juego del año 2022.
Si bien no es la primera vez que el estudio japonés se alza con el GOTY en la gala organizada por Geoff Keighley (lo consiguió con Sekiro hace solo tres años), Elden Ring es una obra mucho más especial, dado que está teniendo un éxito comercial incomparable respecto al resto de juegos de From y ha catapultado al equipo a que su trabajo sea todavía más conocido a nivel mundial.
Muchos jugadores le dan el mayor reconocimiento a Hidetaka Miyazaki, el creativo nipón que ha ejercido como director del juego, pero hay que recordar que el proyecto se anunció y promocionó también junto al nombre de George R.R. Martin, el creador de novelas como Canción de hielo y fuego que dieron lugar a la serie de televisión Juego de Tronos.
Pese a que algunos continúan insistiendo en que su colaboración en el mundo de Elden Ring ha sido testimonial, Miyazaki no opina lo mismo, y la prueba de ello es que en su primera intervención nada más recibir el galardón se acordó de Martin y le volvió a agradecer su participación:
"Me gustaría compartir este reconocimiento con todos los miembros de nuestro equipo, todo los trabajadores de FromSoftware, nuestro socio Bandai Namco, todos los colaboradores y, por último, pero no menos importante me gustaría agradecer al señor George R.R. Martin, quien creó la fantástica narrativa y trama [Mythos] de este juego".
Un espontáneo se sumó a la celebración
La nota curiosa de la noche también nos la dejó la parte final con el reconocimiento a Elden Ring como Mejor juego del año 2022. Y es que, junto a Hidetaka Miyazaki y otros miembros del equipo, subió al escenario un chico que no tenía nada que ver con el juego, creando un momento cuanto menos insólito en el que el joven acabó diciendo unas palabras desconcertantes en el micrófono, para después ser detenido por la seguridad del evento.
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