Las vegas no se ha librado de la hecatombe nuclear, y Bethesda ha decidido que sea el próximo lugar a visitar en la epopeya Fallout. Obsidian recoge el testigo del desarrollo y nos da su propia visión sobre su radiactivo y genial predecesor.
Fallout 3 fue lanzado en octubre de 2008, cosechando enorme éxito entre crítica y público, obteniendo una media de 9,1 en Metacritic y haciéndose con una calificación de 8,9 en su review de 3DJuegos. Su influencia ha ido mucho más allá de los videojuegos, experimentándose repentinamente un sospechoso interés en Hollywood por los ambientes postapocalípticos con estrenos de filmes como los de The Book of Eli con Denzel Washington o The Road con Viggo Mortensen.
Lo que sí parece indudable es que Bethesda Softworks, poseedora de los derechos de la saga, desea seguir explotando la franquicia, y para ello le ha encargado el desarrollo de un spin-off a los chicos de Obsidian Games –Neverwinter Nights 2 o Alpha Protocol, entre otros RPGs-.
Fallout: New Vegas es el nombre de este nuevo episodio, y con él veremos una línea muy continuista con respecto al anterior videojuego. Obsidian no parece dispuesta a alterar demasiado una gallina de los huevos de oro que hasta ahora ha funcionado fantásticamente.
Welcome to Radioactive Las Vegas
Fallout: New Vegas da comienzo de una forma similar a Fallout 3, pero al mismo tiempo completamente distinta. ¿Cómo se consigue este planteamiento? Fundamentalmente haciendo que la primera fase se base en ambos casos en la creación del personaje, pero basándose en Fallout 3 en el nacimiento de un bebé, y en New Vegas en el rozar la muerte con nuestro personaje y sufrir una reconstrucción facial de manos de un poco recomendable cirujano.
En cualquier caso la herramienta de personalización es muy similar en ambos videojuegos y, no sin ciertas limitaciones, podremos decidir el aspecto de nuestro héroe o heroína. A continuación dispondremos nuestros puntos S.P.E.C.I.A.L., y nos someteremos a un test con manchas de Rorschach que sustituye al memorable G.O.A.T. que superamos en el juego original.
Comenzaremos en la localidad de Goodsprings, en el estado de Nevada, donde llevaremos a cabo nuestras primeras misiones y donde libraremos también los combates iniciales con los que recuperar el pulso al VATS y a las criaturas mutantes que pueblan la zona.
En el nuevo videojuego de Fallout habrá muchos combates que llevar a cabo en solitario, pero también muchos otros que superaremos acompañados. Esta parte también estaba presente en determinados momentos del Fallout precedente, sin embargo los aficionados coincidirán con nosotros en que no estaban particularmente bien ejecutadas.
Los chicos de Obsidian pretenden mejorar esta parte añadiendo no sólo una mejora sustancial en las rutinas de inteligencia artificial, sino también en la interesante incorporación por la que ahora podremos dar pequeñas órdenes a nuestros acompañantes. Todavía no se han desvelado todas las opciones que habrá disponibles, pero de momento se ha adelantado que se les podrá ordenar una táctica agresiva, una más pasiva o incluso acciones más complejas como que se curen a sí mismos.
Sin embargo no todo será combatir, también habrá mucho de conversar en New Vegas. Para ello Obsidian planea un sistema algo diferente al del Fallout 3 original, que tiene como principal intención la de entroncar en mayor medida con el rol, haciendo que en esta ocasión de verdad nuestras fortalezas y debilidades tengan una importancia radical en la forma en la que se desarrollan las charlas.
Así pues sí, por ejemplo, somos unos maestros del arte de abrir cerraduras con ganzúas en las conversaciones que giren sobre esa técnica seremos unos auténticos entendidos sacando suculentas ventajas de ella; mucho más allá de las técnicas de convencer o engañar que podíamos tener en Fallout 3.
Fallout 3: New Vegas llegará en un momento todavía por determinar de otoño de este mismo año. Con el Spin-off del memorable videojuego de rol de 2008 tendremos entre nosotros una nueva oportunidad de vivir una vez más la Norteamérica postapocalíptica tan peligrosa y, al mismo tiempo, tan cautivadora que nos conquistó hace sólo un par de años.