Hacer las reservas, preparar la maleta, coger el avión… al final viajar es un estrés. Menos mal que existe Far Cry desde hace años, para perdernos en los rincones más remotos del mundo con sólo encender la consola. Lo único es que hay que sobrevivir, pero si es como este año y en un sitio tan interesante como el Himalaya no nos quejamos. De hecho es de lo mejor que nos ha dado la saga hasta la fecha.
Nos encanta hacer el loco. No hay otra explicación para que licencias como Far Cry se hayan ganado todo nuestro favor, en particular su magnífica tercera entrega. Aquel videojuego, aparecido hace dos años, supuso las bases para el futuro de la franquicia. El estudio de Ubisoft Montreal ha encontrado definitivamente el rumbo, y la mejor demostración la tenemos en Far Cry 4, un título que se aprovecha de las mecánicas anteriores para modificar todo lo demás, que no es poco.
Tenemos nueva trama, con un villano que en realidad parece ser nuestro mejor amigo. Se añade un trasfondo tan sugerente como es el Himalaya, con una peligrosa guerra civil de por medio. Luego tenemos nuevas misiones y actividades, levantando un conjunto extenso y muy variado, más que nunca. Por supuesto no faltan armas, habilidades… y sobre todo elefantes con los que llevarse enemigos por delante. Y por último el apartado audiovisual, esta vez potenciado de forma especial en consolas de nueva generación.
El añadido de un cooperativo simplemente sensacional y de un multijugador que debe tomarse como un regalo más que una necesidad, dan lugar a una experiencia Far Cry con muy pocos puntos en contra. Es divertidísimo, cuesta dejar los mandos. Por su estructura sandbox, con carreras y misiones de caza incluidas (entre otros), es capaz de llegar no sólo a los aficionados de los shooters, sino de los amantes de la aventura y la acción en general. Si queríais ese juego de final de año para invertir horas y horas sin sentiros defraudados, creednos, este es vuestro pasaporte.
Perdidos en el Himalaya
Lo que más brilla del programa es la ambientación, algo que nos ha demostrado la desarrolladora canadiense en más de una ocasión. Desde que pisamos el ficticio paraje de Kyrat parece como si nos sintiéramos parte de tierras himalayas. El sonido ambiente de los animales campando a sus anchas, el ruido de un río fluyendo, disparos en la lejanía por la batalla que se está librando… En un juego existen muchos factores que pueden atraparnos, en Far Cry 4 son estos, y sirven para quedarnos.
Se trata de un juego que funciona como una montaña rusa. Tan pronto estás en su fase más tranquila (recogiendo plantas, explorando libremente, conduciendo sin estrés, disfrutando del paisaje…) como en su descenso más frenético, ya sea asaltando fortalezas, generando todo tipo de explosiones y, en definitiva, liándola de verdad.
Como nexo de unión tenemos un argumento bien construido, con personajes muy interesantes. Viajamos al Himalaya para depositar las cenizas de nuestra madre, su última voluntad. Pero más pronto que tarde nos daremos cuenta de que sus intenciones van más allá, relacionadas con la Senda Dorada, un grupo rebelde que lucha contra Pagan Min y su tiranía. Se trata de un "villano" de lo más extraño. De hecho nos recibe con los brazos abiertos, generando una relación muy intrigante y enigmática. No es que la trama esté omnipresente, pero sabe con sus pinceladas oportunas y concisas mantenernos argumentalmente atentos a la pantalla.
Se recupera ese gusto por construir personajes carismáticos, incluso aunque sean secundarios. La técnica "motion capture" ayuda mucho, con un trabajo muy cuidado, reflejando expresividad en cada cinemática, que en este caso en particular se apoya en un magnífico doblaje en español (seguro que más de una voz os resulta familiar).
Dentro de este conjunto de personalidades destacan Amita y Sabal, dos figuras importantes del ejército de liberación. Básicamente, son cruciales para el desarrollo de la aventura porque nos harán elegir un camino u otro. Por un lado, Amita es de las que creen que el fin justifica los medios. Por otro, Sabal es el típico que no podría dejar a un compañero atrás. Decisiones que por tanto implican un poco de moral, además de que nos harán perdernos una parte de la campaña (sólo podremos verlo todo si la rejugamos). Importante apuesta la de Far Cry 4 en este sentido, que se traduce en la presencia de hasta cinco finales diferentes, según nos afirmaron sus responsables.
Las misiones son muy interesantes, y pueden ir desde recabar información en una zona específica, hasta rescatar a unos rehenes o simplemente defender una posición que está siendo atacada. Pero bueno, si estáis habituados a esta saga coincidiréis en que lo ideal es combinar historia con la multitud de actividades secundarias a nuestra disposición.
Podría extrañar que el mapa sea de dimensiones similares a las de Far Cry 3, aunque en realidad no lo parezca. La razón está en que hay más verticalidad, un entorno montañoso que cuesta recorrer, en el que deberemos hacer escalada y usar el girocóptero para sortear obstáculos. Aparte, existe una potente densidad de contenidos, destacando eventos fortuitos que presenciamos mientras paseamos por Kyrat. No, no es que esto sea Nueva York (hay muy poca gente), pero nos agrada que de vez en cuando aparezcan aliados en apuros o que están a punto de ser ejecutados.
Guía de supervivencia
Importante es que actuemos en estos casos, y no os preocupéis porque os sentiréis empujados a ello: las fuerzas de Pagan Min no caen nada bien. Además, se nos premia con puntos de karma, los cuales sirven a su vez para pedir ayuda a nuestros aliados. Cruceta hacia abajo, unos segundos y tendremos a nuestros compañeros apoyándonos. Far Cry 4 es un conjunto de nuevas ideas combinadas con otras que ya funcionaron en el pasado.
Nos referimos a las atalayas de Assassin's Creed que fueron reconvertidas en las torres de radio del pasado videojuego. Lo que tenemos ahora son campanarios, los cuales suponen un pequeño puzle hasta ser escalados, encontrando la vía para ir ascendiendo. Esta es la base desde la que ampliar horizontes, desbloquear zonas del mapa y, en consecuencia, hacer visibles las distintas actividades del juego. Aquí es donde comienza la parte divertida, la de ir descubriendo todo lo que hay disponible.
Particularmente, una de las cosas que más nos gusta hacer es asaltar instalaciones enemigas y fortalezas (estas últimas de mayor dificultad). La razón es muy sencilla, y es que son las situaciones más libres, en las que más libertad tenemos para escoger si ir a lo loco o planificar una buena estrategia. Podemos coger la cámara, marcar enemigos, usar el silenciador y acabar la faena sin hacer sonar la alarma. O bien montarnos en un elefante (con acciones como embestir o usar la trompa) y sembrar el caos volcando coches y lanzando por los aires a soldados mientras esperamos a que vengan más refuerzos para continuar con el espectáculo.
La dificultad obviamente no es la misma, así que todo depende de vuestro estilo de juego, experiencia y recursos. La progresión es vital, siendo por suerte uno de los aspectos mejor resueltos del juego. Nada de complicados árboles de habilidades, sólo tenemos dos ramas: tigre y elefante, representando técnicas activas y pasivas, que en este caso se corresponden también con las de ataque y defensa. Obtener nuevos movimientos de ejecución o ganar un punto adicional de salud son sólo pequeñas muestras.
Y por arsenal que no quede. A lo largo y ancho del mundo podremos encontrar vendedores ambulantes y puestos en los que equiparnos con la archiconocida AK47 o directamente optar por palabras mayores, como un lanzacohetes. Aunque lo más destacado es personalizarlas, poniéndoles mirilla, silenciador o ampliando el cargador. Hay mucho que comprar, necesitaréis mucho dinero. Para ello, lo mejor es ir recogiendo todo lo que encontréis, incluyendo pieles y plantas, estos últimos de utilidad para "craftear" cosas tan imprescindibles como una bolsa en la que llevar más dinero. No hay nada peor que encontrarlo y no poder recogerlo: quien lo diría...
Si no, siempre nos quedan las actividades secundarias, como Ojo por Ojo (misiones en las que vengamos a algún personaje de la Senda Dorada) o Asesinato, consistentes en acabar con el líder de un grupo bien protegido en una zona del mapeado. Luego tenemos las ya tradicionales tareas de caza y recogida de suministros, sin olvidarnos de carreras e infinidad de propuestas que van desde quitar carteles de propaganda hasta interceptar camiones con cargamento especial.
Amigos en la adversidad
Far Cry 4 es un videojuego completísimo que mejora en esta faceta a la obra de hace dos años. Algunos diréis que es poco, pero será porque aún no hemos citado el cooperativo online para dos jugadores. No tiene nada que ver con lo que vimos en Far Cry 3, bastante limitado. Sus posibilidades son extraordinarias, ya que aprovechamos todo el mapeado. Lo único que nos perdemos en esta modalidad son las misiones de historia. Todo lo demás está disponible. Es una gozada compartir vehículo, asaltar puestos en coordinación, montar un elefante mientras nuestro compañero dispara en la lejanía con un francotirador, sobrevolar Kyrat en compañía con el girocóptero…
La comunicación por voz es vital para entenderse, aunque Ubisoft Montreal ha incorporado un sencillo sistema de señas, incluyendo la peineta (que a veces no viene mal para desahogarse). Cabe destacar adicionalmente que los usuarios de PS3 y PS4 tienen especial suerte, ya que se les ofrecen 10 Llaves de Kyrat, que son básicamente una especie de "tokens" con los que disfrutar junto a un amigo -que no tenga el juego- de esta experiencia cooperativa durante un tiempo de prueba de dos horas: todo un detalle.
Dicho esto, nos resulta complicado establecer una cifra que represente la duración del juego: tal vez 20-30 horas si vamos sólo a por lo principal. Podéis imaginaros el resto, más si contamos con que hay multijugador competitivo. Tres modos 5 vs 5 que no reinventan nada, pero que completan aún más lo que ya era un conjunto redondo. Nos dividimos en dos bandos, con propuestas que van desde el típico capturar la bandera hasta una vertiente en la que un equipo debe llevar máscaras hasta su base mientras el otro trata de destruirlas.
La última modalidad tiene que ver con destruir imprentas de propaganda. Así el esquema es casi siempre el mismo, uno ataca mientras el otro defiende (intercambiando papeles en cada ronda). Divertido y muy efectivo, no se puede decir mucho más. Existe la duda de si podremos crear mapas multijugador, aunque de momento no, puede que con alguna actualización futura. En conclusión, aquí tenemos un contenido que consideramos como un extra dentro de un Far Cry 4 que evidentemente destaca por su núcleo central: el "single player".
Cuesta verdaderamente encontrar algo negativo a la obra, aunque si tenemos que citar algo, es el hecho de que sea un lanzamiento intergeneracional. Sabemos lo mucho que insisten los desarrolladores en que esto no afecta al proceso creativo, pero obviamente Ubisoft Montreal ha estado limitada: tenían que hacer un juego que pudiera ser ejecutado también en PS3 y Xbox 360. Por ello probablemente el entorno no sea aún más grande, y por ello es posible que Kyrat parezca a veces algo vacío.
No nos malinterpretéis. El escenario es bellísimo, con un sistema de iluminación que deja improntas preciosas. Es un lugar en el que recrearse con la mirada. No obstante, nos da la sensación de que hubiese sido todavía mejor, tanto jugable como gráficamente, si se hubiesen centrado en plataformas de nueva generación. En cualquier caso, se agradece que los decorados no sean nada estáticos, que la vegetación se mueva por la acción del viento y que presenten detalles por doquier. Se mueve a 1080p y unos 30 "frames" muy estables, siendo una absoluta delicia, más teniendo en cuenta que estamos en los primeros compases de PS4 y Xbox One el resultado es sobresaliente.
La versión de PC, por su parte, no sufre de los problemas que otras producciones de Ubisoft como Assassin's Creed Unity han experimentado en compatibles, pero tampoco es la mejor de las versiones en términos de pulido y optimización. Hablamos de problemas ligeros de "stuttering" en algunos equipos, especialmente palpables en vuelo, y también de algunas ligeras congelaciones después de volver a la vida tras una muerte. Nada que sea particularmente preocupante o molesto, y que hemos notado que se nota particularmente en tarjetas ATI. Confiamos en que se vaya corrigiendo con el tiempo y el lanzamiento de futuros parches. Por otra parte el rendimiento del juego ha sido bastante razonable, pudiendo hacerlo funcionar en un equipo de gama alta a 60 frames por segundo y una resolución de 1920x1080 con todas las opciones visuales maximizadas y disfrutando de un frame-rate de unos algo más caprichosos 40 frames en un ordenador de gama media (i7 2,80Ghz, GeForce GTX 770 y 8GB de Ram). El título, sin embargo, cuenta con un buen puñado de alternativas con las que configurar el aspecto gráfico en más de una decena de parámetros.
La expresión facial de los personajes, la calidad de las texturas, la distancia de dibujado… Todo juega en favor del Himalaya, generando una ambientación excelente que se completa con una banda sonora que sabe ir desde los temas relajantes hasta los más frenéticos. Es un lugar lejano, pero Ubisoft nos lo acerca y os aseguramos que merece mucho la pena emprender el viaje encendiendo la consola. El placer de viajar es compatible con el de sobrevivir… una vez más.
Far Cry 4 se levanta sobre las fortalezas de su predecesor, ahora cambiando temática y construyendo una trama muy interesante. Funciona a todos los niveles, generando diversión a raudales, más con el añadido de un cooperativo simplemente sensacional. Brilla por su ambientación, y aunque en ciertas parcelas se le nota la limitación de ser un juego intergeneracional, es precioso, dando lugar a una experiencia de supervivencia en terreno hostil, aunque esta vez con aliados. Haz el pasaporte porque no te lo puedes perder.
Comprar Far Cry 4- Divertidísimo de principio a fin: cantidad, variedad y calidad de contenidos
- La genial ambientación, recorrer el Himalaya es toda una experiencia
- La trama, muy bien construída, con unas actuaciones sensacionales
- El cooperativo online, una auténtica locura con amigos
- En ciertos aspectos se nota su naturaleza intergeneracional
- No tiene la frescura que sí mostró Far Cry 3