Hemos empezado nuestra carrera, hemos entrenado, y hemos definido nuestra personalidad. Ahora es el momento de poner en práctica todo lo aprendido en nuestros primeros encuentros en el Modo Carrera de FIFA 23. Lo que se dice vulgarmente, es hora de jugar al fútbol.
Pero la elección del modo en el que jugaremos los partidos no es sólo importante de cara a si queremos una experiencia más "real" -manejando única y exclusivamente a nuestro avatar-, más propia de un mánager -manejamos a los once jugadores-, jugando sólo los momentos críticos de los encuentros, o directamente simulando todo el encuentro. En esta entrada del modo carrera del juego de fútbol de EA Sports os mostraremos las diferencias entre las cuatro opciones existentes a la hora de jugar los partidos y cómo manteneros como un esencial para el equipo.
Jugar partidos en el Modo Carrera de FIFA 23
Es el momento de que nuestros entrenos y las ganas de jugar al fútbol de nuestro jugador den sus frutos. Como miembros de un equipo, eventualmente tendremos que saltar al césped en algún momento para jugar al juego, pero la forma de empezar no es como en otros modos de juego en los que manejamos a todo el equipo.
Por defecto, en el modo carrera únicamente tenemos control directo sobre la progresión de nuestro jugador, y esto se refleja también en los partidos; esto es que sólo jugaremos partidos (o segmentos del partido al principio cuando seamos suplentes) en los que él esté presente. Igualmente, es importante decidir qué tipo de "control" ejerceremos sobre el partido. Vamos a ver de qué maneras podemos tomar el control en un partido.
- Como (nombre de nuestro jugador): Es la opción por defecto del modo carrera. Solamente podemos controlar a nuestro jugador, los demás miembros del equipo son manejados por la CPU, aún así podemos darles órdenes como que presionen al contrario que lleva el balón, que disparen a puerta, intenten pasarnos el balón, etc.
- Con el equipo: Es el partido de fútbol de FIFA de toda la vida. Podemos alternar entre los distintos jugadores del equipo (menos el portero) que estén más cerca del balón el control directo de varios jugadores pulsando LB/L1. Los controles son los mismos para todos, pero obviamente cada jugador responderá de una manera distinta según sus estadísticas o media (GRL). En este modo también controlamos los cambios que se realizan en el partido.
- Jugar Momentos Destacados: Aquí nuevamente manejaremos sólo a nuestro jugador, pero no lo haremos durante todo el partido, sólo en momentos puntuales que el juego seleccione como jugadas importantes (una falta a balón parado, el inicio de una contra, un penalti...). Terminada la jugada saltaremos a otro momento del partido, y pueden haber transcurrido varios minutos o incluso una parte entera.
- Ir a Resultado: Esta opción omitirá que juguemos el partido y nos llevará a un resultado simulado por el juego en base a las estadísticas de ambos equipos y de nuestro jugador.
La última de las opciones (Personalizar) se refiere a las opciones del juego en sí y a la posibilidad de guardar la partida o cargar otra antes de un encuentro.
Nuestra progresión en el terreno de juego
Sabiendo estas opciones, vamos a analizar ahora cada una en detalle, especificando los pros y los contras de cada una. Pero antes de eso, queremos recordaros algo acerca de los objetivos. Como ya os contamos en la guía de Personalidad del jugador, en cada partido se nos presentarán hasta tres objetivos que nos concederán experiencia adicional y también puntos de personalidad en función del elegido para potenciar. Sin embargo, hay un tercer beneficio por completarlos: la percepción del míster.
Al inicio de nuestra carrera, comenzaréis como suplentes, pero eso no significa que no debáis esforzaros, principalmente porque cuanto mejor lo hagáis, antes os ganaréis un puesto en el once titular y dejaréis el banquillo. Y eso significa jugar más tiempo y ganar más experiencia y personalidad por encuentro. Bajo cada objetivo hay un valor numérico; representa la cantidad de confianza o "puntos" que ganaremos con el míster de cara a considerarnos para el equipo titular. Obviamente, cuanto más alta sea la recompensan en esta valoración, más complicado será el objetivo. Dado que al principio sólo podemos jugar de suplentes, intentad no marcaros objetivos imposibles tratando de conseguirlos en detrimento de otros más factibles; es mejor progresar pasito a pasito y acabar llegando que no querer correr mucho al principio y caerse en la salida.
Diferencias y recomendaciones de los modos de juego
Jugar sólo con nuestro jugador
En este modo tenemos que saber leer las acciones de nuestros compañeros de equipo sin poder controlarlos directamente. Es el modo más realista, ya que en la vida real tampoco tenemos control directo sobre otra persona a la hora de desarrollar cualquier actividad. Traducido al juego, esto significa que si vemos a un compañero protegiendo el balón tenemos que saber desmarcarnos para darle una opción de pase.
Otra posible situación es que si no podemos chutar con comodidad es que demos una asistencia y pulsemos el botón de chutar para que nuestro compañero lo haga, o que si iniciamos una carrera sin estar en fuera de juega pulsemos el botón de pase al hueco para intentar burlar a la defensa y quedarnos en uno contra uno frente al portero; también es posible pedir que un compañero nos ayude con la presión a quien lleva el balón del otro equipo pidiéndole que se sume con el botón RB/R1 a la presión en defensa.
Tened en cuenta que es también una opción desafiante y a veces frustrante, ya que habrá ocasiones en las que estaréis perfectamente posicionados para recibir un pase. o desmarcados de vuestro oponente para tirar a puerta, y aunque le deis la orden a vuestros compañeros estos no podrán hacerlo o escojan a otro.
Jugar con el Equipo
Al poder controlar a todo el equipo, la posibilidad de que vuestro jugador reciba asistencias o se coordine bien con el resto del equipo depende exclusivamente de vosotros. Tenéis control total sobre el equipo, y eso significa que podéis hacer que todos jueguen para él, con lo que no tendréis que lidiar con la frustración de haberos quedado solos para poder marcar y que nadie os proporcione una asistencia.
No obstante, también implica un riesgo para vuestra progresión en el modo carrera. Es muy tentador intentar marcar goles con quien sea, pero recordad que estáis representando la carrera de un único componente del equipo, no del club entero. En este modo de juego, tened en cuenta donde está vuestro jugador en todo momento y priorizad los pases para el; haced que se desmarque, facilitadle las asistencias y sobre todo no lo reventéis por cansancio al dejarlo en manos de la CPU y que esta lo haga correr arriba y abajo del campo para tener que substituirlo cuando seáis titulares.
Jugar Momentos Destacados
Se controla y juega igual que en el modo por defecto y es la opción más difícil cuando estáis empezando. Además de jugar poco tiempo al ser suplentes, puede que no tengáis más que una oportunidad para tener un impacto real en el partido, y ya no digamos para intentar cumplir con los objetivos que os ha dado el entrenador.
Cuando estéis establecidos como titulares con holgura, no hay ningún problema en emplear esta opción, siempre que, al menos podáis, cumplir uno o dos de los objetivos marcados. No sólo porque os podéis permitir bajar un poco el ritmo, sino porque las ocasiones de tener un impacto en el juego serán mucho más numerosas y no iréis con tanta presión. Pero hasta que no alcancéis el estatus de titular, evitadla a toda costa.
Ir a Resultado
Obviamente, no nos interesa esta opción para nada. No jugaremos, no le sacaremos el máximo partido a nuestro jugador, y lo más seguro es que contra según qué equipos TOP de nuestra liga acabemos perdiendo por paliza.
Salvo que queráis jugar a este modo en plan 100% manager y sólo os interese manejar números y estadísticas sin "mancharos las manos" (o los pies), esta opción no existe para vosotros.
Resultados del Encuentro y permanencia
Concluido el partido, independientemente del resultado, se os mostrará un resumen de vuestra actuación en el partido. Esto es, vuestra valoración (si habéis interceptado pases, robado balones, marcado goles, dado buenas asistencias...) y luego en los vestuarios un resumen de la experiencia, la personalidad y el "favor ganado" con el Técnico.
Cuanto más alta sea vuestra puntuación en el partido y más objetivos hayáis completado (independientemente del que eligierais potenciar), mejor opinión tendrá el míster de vosotros. Si los cumplís, no pasará mucho tiempo hasta que la barra de progreso alcance los 4/5 de la misma y subáis de suplente a titular.
Una vez alcancéis ese estatus, tendréis que mantener la confianza del entrenador. La mejor forma de hacerlo es seguir cumpliendo objetivos. Aunque vuestro equipo gane partidos, si no habéis conseguido una valoración alta en el encuentro o no habéis cumplido objetivos que se os marcaron, perderéis confianza del mánager.
Además la confianza del entrenador se desgasta ligeramente cada día. Un paliativo para evitar que baje mucho es realizar entrenos siempre que podáis y obtener buenos resultados; no recuperaréis toda la confianza que ha perdido, pero si una buena parte. En definitiva, manteneros en el once depende casi en su totalidad de vosotros.
Decir en este punto que si os lesionáis y se os aparta del juego durante varias semanas bajaréis a suplente otra vez cuando os recuperéis, pero contaréis con un bonus de confianza si ya eráis titulares antes de que os ocurriese. No deberíais tener que jugar más de dos o tres partidos como suplente (jugando bien y cumpliendo objetivos por supuesto) antes de volver al once principal.
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