The Coalition se enfrentaba a su prueba de fuego, y la ha superado. Con Gears of War 4 quisieron tomarle el pulso a la franquicia, y ahora se han soltado haciendo su juego más personal. ¿Qué tal ha resultado? Te lo contamos en nuestro detallado análisis de Gears 5. Agárrate, hay sorpresas.
Los estudios internos de Microsoft han venido tomando el relevo de las grandes franquicias. Si en su momento fue 343 Industries la que cogía el testigo de Bungie con la saga Halo, y lo hizo debutando con un cuarto episodio menos arriesgado que les sirvió como toma de contacto; un arranque antes de ofrecer algo más personal con el quinto juego. En esta ocasión es la propia The Coalition la que repite esquema. Debut haciéndose fuertes en lo tradicional de la serie, y quinto capítulo rompiendo los propios moldes y haciéndola suya. ¿El resultado? Vamos a verlo.
Gears 5 es un videojuego importante por muchos motivos, y el principal es que es el gran lanzamiento de Xbox One y Windows 10 para el presente año 2019. Y, también, una de las últimas citas que va a tener la marca Xbox en este ciclo de videoconsolas antes de la llegada de Xbox Scarlett a finales del año que viene. El estudio canadiense quería despedirse de esta máquina a lo grande, y lo han hecho con un segundo juego mucho más interesante que el anterior. No todo funciona en cuanto a las nuevas ideas que se aportan, por supuesto, pero las que cuajan están destinadas a arraigar en el futuro y hacer evolucionar la serie.
El momento de la review de Gears 5 ha llegado y, con él, tienes la oportunidad de ver cómo introducimos el bisturí en una de las superproducciones más ambiciosas y visualmente alucinantes de los últimos tiempos de manos de Microsoft.
VideoAnálisis
Nuevos Horizontes, Nuevos Héroes
Pocos quedaron contentos con la presencia de JD Fenix al frente de la narrativa de Gears of War 4. El hijo de Marcus no logró alcanzar el carisma de su padre, y quedó como una figura un tanto errática. Un héroe con algunos tics del género de aventuras en cuanto a una personalidad algo ligera, y sin unas metas muy claras que cumplir y que dieran combustible al modo historia. En The Coalition, que a pesar de ser un estudio de fundación relativamente reciente tienen a muchos veteranos en sus filas, se dieron cuenta rápidamente de ello e incluso dejaron en el juego la semilla para un viraje fuerte en su siguiente incursión: la semilla era Kait.
Es muy honesto con su forma de plantear la campaña
La historia de aquel, aunque no la tuviera a ella como protagonista, ya giraba más o menos entorno a su figura. Dejando un reguero de pistas sobre su origen que no entraremos a detallar por si alguien no ha terminado el juego anterior. Eso sí, el título incluso trae consigo dos prólogos. Uno en el que nos explica todo el legado Gears of War con información detallada de la trilogía original a modo de resumen, y otro en el que se sintetiza también todo lo que pasó en el cuarto juego. Cuando Rod Fergusson y compañía hablaban de lograr el juego más accesible de la serie se referían, entre otras cosas, a esto. A facilitar el paso a toda una nueva oleada de jugadores que puede que no conozcan la franquicia, pero que se aventurarán atraídos por un lanzamiento tan potente visualmente o por su presencia en el Xbox Game Pass. Todo forma de una táctica muy pensada, excelentemente planteada e indiscutiblemente bien ejecutada.
Eso sí, JD deja su impronta en el primer acto del juego que, junto al último, es también el más lineal. Se puede superar en unas cuatro o cinco horas, y ahí Gears 5 nos habla de muchos temas. Fija varias némesis en la propia CGO, pero también nos va introduciendo a una Kait confusa y atenazada por una conexión aterradora que el juego va poco a poco desarrollando. El ritmo de ese primer acto es inapelable, y llama la atención que siendo el hijo de Marcus uno de los aspectos que cojearon en el lanzamiento anterior, sea aquí un auténtico bastión… No tanto por su fuerza argumental, que sigue sin tenerla, como por ser el héroe de una de las mejores partes del título.
Los detalles sobre el resto de cosas me los voy a guardar para mí mismo, y para no tener que contártelos a ti y descubrirte una trama que guarda sorpresas y que, aunque no es ni mucho menos redonda, es cierto que cumple una de las promesas del estudio: durante todos estos años la saga ha ido planteando algunas incógnitas, especialmente las relacionadas con los Locust y el Enjambre, y algunas de ellas obtienen respuesta en este modo historia. ¿El resultado de todas ellas? Como todo secreto que se ha venido cocinando durante años, corre el riesgo de no estar a la altura de las expectativas de aficionados que llevan largo tiempo imaginando algunas cosas. Lo que sí puedo decir es que el interés decae en la recta final y que si bien hay cosas que siguen en el aire, algunas de las cuestiones más controvertidas no provocarán indiferencia.
Gears 5, por lo demás, es muy honesto con su forma de plantear la campaña. Desde el principio nos muestra todos los Actos con sus nombres, capítulos e imágenes en miniatura, algo que ha venido siendo tradicional en la serie Gears of War. Aunque ya te adelanto que no te guíes por las apariencias, hay unos mucho más largos que otros y eso se debe a algunas decisiones curiosas como, por ejemplo, la de incorporar un concepto de mundo abierto a la historia.
Abriéndose a los Nuevos Tiempos
Dentro del afán de The Coalition por inyectar cosas nuevas a la fórmula, una de las más llamativas es, por supuesto, el hecho de que los actos segundo y tercero sean tan abiertos que se pueden considerar minimundos abiertos. En este sentido, y como ya apuntaba en nuestras recientes impresiones finales con Gears 5, el título me recuerda de alguna manera a Metro Exodus. El juego de 4A Games tenía capítulos lineales y otros en los que exploraba conceptos de libertad para acometer misiones principales y secundarias, además de para buscar recursos, y la aventura de Kait Diaz es más o menos lo mismo.
En un momento determinado del juego se nos proporciona el esquife, el que será nuestro fiel acompañante durante estas partes de la campaña. Se trata de un curioso bólido que nos permite surcar las grandes explanadas de nieve o de arena, en función de donde nos encontremos, y que nos lleva de un lado a otro mediante nuestro pilotaje directo.
Es muy curioso poder decidir qué vamos a hacer en un Gears of War, sobre todo porque es una situación nueva dentro de una saga que hasta ahora había sido completamente lineal. ¿Quieres hacer avanzar la historia? Adelante, haz misiones principales. ¿Sientes curiosidad por explorar ese edificio que ves en el horizonte? Acércate, seguramente haya una misión secundaria o algo útil que encontrar. ¿Te ves superado por la dificultad y necesitas subir de nivel? Ve para allá y… un momento, ¿subir de nivel? Sí, eso también puedes hacerlo en Gears 5.
The Coalition demuestra tenerlo todo dominado y hacer un gran trabajo en cuanto a ritmo, variedad y posibilidades
No obstante, no son los protagonistas humanos los que suben de nivel en el videojuego sino que se trata de nuestro fiel Jack. Debo reconocer que la semana pasada cuando probaba el título en Vancouver me llamaba la atención la elección de un personaje que hasta ahora había sido un mero “abrepuertas” para definir el ritmo de los niveles. Sin embargo, introducido correctamente en la historia y pudiendo darle órdenes se revela como un muy útil aliado y la experiencia se enriquece gracias a él. Desde atacar a enemigos, hasta proporcionarnos cobertura o invisibilidad pasando por resucitar a un compañero o acercarnos ese arma o ese cajón de munición que estás tan lejos y que tanta falta nos hace. Su presencia funciona, y le aporta al juego un barniz puramente táctico con el que se había coqueteado en la primera parte pero que no había vuelto a dar señales de vida.
Así pues, Jack tiene su propio árbol de habilidades, no con una complejidad abrumadora pero sí con una paleta interesante de opciones para personalizar hacia qué dirección queremos enfocarlo. Los puntos de habilidad no se ganan sino que se obtienen explorando, y responden al nombre de componentes. Eso junto a los coleccionables y las armas especiales, reliquias, que también podemos conseguir explorando son los verdaderos motores para recorrer el mundo de Gears 5 más allá de las misiones. Porque realmente a bordo del esquife no hay mucho que hacer más allá de desplazarse. No hay combates entre vehículos, tampoco hay grupos de enemigos patrullando las grandes explanadas… Toda la actividad se reduce a los puntos donde hay misiones o construcciones bien delimitadas, dejándonos la sensación de que está bien la sensación de libertad que se consigue pero que con un poco de esfuerzo podría haber sido extraordinaria.
Fuertes en la Acción
Si tengo pegas que ponerle a esa concepción de mundo abierto, que me gusta pero que creo que podría haber llegado mucho más lejos con un poco de esfuerzo y buenas ideas, a lo que no puedo poner ni un pero es a las misiones en sí mismas. Ahí The Coalition demuestra tenerlo todo dominado y hacer un gran trabajo en cuanto a ritmo, variedad y posibilidades.
Me da la sensación de que han tomado nota de que el nivel de la tormenta en Gears of War 4 fue uno de los más queridos y recordados por los aficionados, y han querido que el quinto episodio sea poco menos que una reproducción de lo visto en aquel durante las en torno a 14 a 20 horas que puede durarnos la campaña.
No tengo intención de enumerar todos los recursos que se utiliza para ello, porque quiero salvaguardarlos para que los descubras tú, pero en el videoanálisis que acompaña al texto puedes ver algunos de ellos (los que no constituyen spoilers) y comprobarás que son ciertamente espectaculares. Sí da la sensación de que el juego apuesta más por algunas mecánicas propias del género de acción y aventuras más que del shooter puro y duro como hacía en los viejos tiempos, pero esa variedad le sienta bien.
Aunque no lleguen demasiado lejos, y no todas funcionen, también es agradable comprobar que se intenta hacer cosas nuevas. Por ejemplo, los robots reducen notablemente su presencia (cosa que agradezco mucho porque nunca entendí su interés en Gears of War 4) y están principalmente para momentos muy puntuales y también para garantizar algunas secuencias de sigilo tontorronas y muy básicas, pero que contribuyen a esa diversidad de la que hablamos.
También en este juego se ha introducido la posibilidad de llevar la iniciativa, en contraposición a unos juegos anteriores donde siempre eran los Locust los que lanzaban el primer zarpazo. Esto, unido a las posibilidades tácticas de este episodio, nos permite probar nuevas líneas de acción para el combate y son alternativas que siempre agradezco. Algún minijuego sencillo y determinados rompecabezas también bastante ligeritos, casi siempre vinculados con el hecho de que Jack abra una puerta, ayudan a redondear esos elementos que rompen el ritmo de una forma agradable y nada intrusiva.
Maestros del Multijugador
Por mucho que hablemos de la campaña, que siempre tiene toda mi atención, el punto fuerte de la franquicia ha estado siempre volcado en el multijugador ya desde su primera entrega. Ganando en complejidad, modos y posibilidades poco a poco según íbamos avanzando entrega a entrega. Cada episodio ha dejado su sello en algunas cosas importantes, y si bien el cuarto no marcó una huella particularmente clara, lo cierto es que sí veo al quinto marcando una línea.
Por supuesto, la historia la puedes superar en solitario o con tres amigos a través del online. Pero el juego demuestra la maestría técnica por la que apuesta, y que describiremos más adelante con mayor detalle, permitiendo el ya clásico cooperativo local para dos jugadores, pero también uno majestuoso para tres usuarios en una misma consola que será el sueño de todos esos aficionados que tienen una tele grande y todavía se reúnen para una tarde de juegos, bebidas y patatas fritas.
El gran debut, no obstante, es el del modo Escape, que es un cooperativo PvE en el que hasta tres jugadores deben huir (como su propio nombre indica) de una instalación. La cosa es que es a contrarreloj, por un peregrino motivo argumental, y que ante nosotros tenemos muchos Locust que nos pondrán las cosas muy difíciles. El modo está francamente bien y garantiza muchas horas de entretenimiento junto a nuestros amigos, especialmente teniendo en cuenta que hay un sencillo y cómodo editor de mapas que, sin embargo, está repleto de posibilidades.
The Coalition han repasado lo que hace fuerte a cada modalidad
En cuanto a lo puramente competitivo, hay que destacar que la línea sigue siendo la de mimar todos los modos existentes a lo largo de los 12 mapas disponibles que, como ya sabemos, irán creciendo paulatinamente de forma gratuita para los poseedores del juego. En The Coalition han repasado lo que hace fuerte a cada modalidad haciendo pequeños ajustes, y apoyándolo todo en algunos retoques en el equilibrio de las armas como un suavizado del poderío del siempre útil Gnasher, que ahora deja más espacio a que el resto de elementos del arsenal tengan también sus momentos de gloria, y esas promocionadas variaciones en el retroceso del disparo de algunas de las armas automáticas.
Aunque todo eso son incorporaciones relevantes, pero ninguna de ellas lo es tanto como el hecho de convertir a los personajes en héroes con sus propias habilidades únicas y diferenciaciones. Hasta ahora el elegir a uno u otro ofrecía cambios meramente estéticos, sin embargo hay unos cuantos modos en Gears 5 donde pueden volcar sus virtudes y desventajas de una forma muy útil y diferenciadora. Con algunas pasivas y otras que tenemos que activar manualmente y esperar a su recarga a través del botón Y de nuestro pad.
Esto se nota particularmente en un modo Horda que cuenta también con pequeñas modificaciones en el ritmo de las oleadas, y que sigue siendo uno de los entretenimientos clave en todo lo relacionado con el PvE. Aquí, y como digo, quedan muy patentes estos roles, necesitando un equipo equilibrado en cuanto a fortalezas y debilidades para llegar a buen puerto en los diferentes niveles de dificultad que se ofrecen y que tienen que ver con multiplicar el daño o la resistencia de los enemigos entre otras variables.
Sera luce Mejor que Nunca
Gears of War 4 ya nos dio una idea importante de cómo podía resultar el trabajo de The Coalition con Xbox One pero, aunque era un juego visualmente espectacular, también dejaba la sensación de que con un poco más de fuerza en lo artístico y un empujón más en lo técnico podría llegar incluso más lejos. Es precisamente en ambos factores en lo que ha crecido exponencialmente un Gears 5 que podemos considerar sin problemas entre el top 5 de los productos más estéticamente apabullantes de la generación.
El juego consigue mucha variedad estética con su división en actos, creando mundos muy diferentes entre ellos para cada uno y logrando estupendos resultados. El look clásico para el que se acuñó el término destroyed beauty ya en la primera entrega, vuelve a la carga ofreciendo unos parajes desoladoramente hermosos y salpicándolos por unos personajes de diseño algo más conservador pero, al mismo tiempo, muy respetuosos con lo que ha venido siendo el legado de la serie.
También es digno de admirar el fenomenal resultado que se ha conseguido con una Xbox One X que muestra aquí sus mejores galas a un nivel lumínico que solo hemos visto en otros lanzamientos como Red Dead Redemption 2, y no tanto en el retrato de la puntual naturaleza que encontraremos y que no destaca tanto como los sobrecogedores interiores. Pronto veremos análisis muy técnicos de cómo rinde el videojuego, y si bien ya se apuntó que la resolución es dinámica desde los 4K nativos lo cierto es que si existen esas anunciadas variaciones apenas son perceptibles. Lo mismo para una tasa de imágenes por segundo de 60FPS en todos los modos que apenas flojea en algún momento muy puntual.
El juego consigue mucha variedad estética con su división en actos
El videojuego en el modelo Xbox One estándar también luce realmente bien, aunque con las lógicas limitaciones de una resolución que netamente más baja y una fluidez que solo alcanza los 60FPS en algunas modalidades concretas. Lo que está claro es que en las dos consolas de Microsoft el juego hace gala de unas texturas con un gran nivel de detalle, pero en PC la cosa es sencillamente alucinante. Un trabajo de optimización soberbio, abundantes opciones gráficas para personalizarlo y un nivel tecnológico fantástico para sacar enorme partido del ordenador. De hecho, hace solo unas fechas preparábamos un informe con el que puedes descubrir con todo lujo de detalles cómo sacar el mayor partido gráfico a Gears 5 en PC.
El juego, además, está salpicado de pequeños detalles que irás descubriendo tú mismo, pero que son estupendos. Como, por ejemplo, lo cuidadas que están las huellas que dejan nuestros personajes en la nieve o la arena, o el hecho de que si disparas sobre el hielo que está bajo los pies de los enemigos, éstos caerán al agua helada y morirán ahogados… Aunque cuidado, ¡también te puede pasar a ti!
En cuanto al sonido, la franquicia ya ha superado polémicas como la de su último episodio que recibió una localización a nuestro idioma por plazos. Esta vez el juego completo llega traducido y doblado al castellano con buen nivel y a la que solo se le puede pedir que corrija ese bug tan tontorrón por el que no se pueden eliminar los subtítulos de las hermosísimas cinemáticas. Algo de sencillo arreglo pero que en el momento de redacción de esta noticia afea un poco unas CGI de calidad alucinante con el problema extra de que éstos son descriptivos (sonido de disparo, gran explosión, pitido de alarma, etcétera) y no únicamente de conversaciones.
Por lo demás, los efectos de audio son los propios de una superproducción de estas características y la banda sonora vuelve a venir firmada por un Ramin Djawadi que vuelve a hacer un trabajo efectivo. No hay demasiados temas especialmente memorables, pero es una banda sonora que funciona como buen acompañamiento para lo que pasa en pantalla.
Gears 5 gustará a los aficionados más o menos pero es lo que, al menos en mi caso, le pedía a The Coalition. Un juego arriesgado, con ideas propias y que por fin me da una idea de lo que quiere conseguir el estudio. No todas las novedades funcionan, y algunas como las del mundo abierto necesitan definirse un poco más, pero el juego no solo es estupendo y completísimo en cuanto a contenido, sino que se siente fresco en campaña y multijugador, y eso es siempre una gran noticia.
Comprar Gears 5- Como espectáculo de acción y como mecánicas shooter es inapelable
- Las misiones principales tienen un ritmo y una diversidad estupendas
- Kait es un excelente relevo para el anodino JD
- Difícil encontrar un juego de acción con tanto contenido y tan variado
- Gráficamente es uno de los videojuegos más punteros de la generación
- Por fin The Coalition se suelta y nos ofrece un juego arriesgado y con sello propio
- Elementos como el sigilo o la posibilidad de llevar la iniciativa podían haber llegado más lejos.
- El mundo abierto es tan desértico que apenas hay nada que hacer entre los puntos de interés.