Menuda enganchada he tenido con Hades II. No he podido parar de jugarlo una y otra vez hasta que por fin pude acabar su batalla final. Diría que derrotar a su temible enemigo final se convirtió en mi obsesión durante varias semanas, pero lo cierto es que las 25 horas que me costó hacerle hincar la rodilla la primera vez las hice en poquísimos días. Por eso, Hades II tiene muchísimo mérito. Jugué mucho al primero y este es una secuela canónica de aquel. La jugabilidad es muy parecida. Aquí también repetimos una y otra vez cuatro niveles hasta llegar al jefe. También regresamos a un hogar que cambia con cada intento, y también la narración de la aventura avanza con cada una de las muertes. Tanto es así que no podría discutirle demasiado a alguien que me dijera que esto es un Hades 1.5.
Todo es muy parecido, por lo que tras haber jugado tanto al anterior, no debería haberme viciado tantísimo el juego. Es más, debería haberme dado algo de pereza volver a enfrentarme a una propuesta tan similar, porque tanto Hades como Hades II son juegos extenuantes. Pero no fue así. Me enganché al juego hasta que lo terminé, y luego he seguido dándole muy duro a lo que viene después. ¿Cómo ha logrado Supergiant Games este nivel de enganche? La nueva protagonista, Melínoe, es una bruja, ¿ha sido cosa de magia?
Lo que mejora Hades 2 con respecto al original
En Hades II hay mucho más que magia. Hay talento y hay un videojuego medidísimo para que disfrutes de perder y de volver a levantarte. Da gusto morir. El gran mérito de esta secuela con respecto a la anterior es cómo consigue esto. El anterior ya lo hacía bien, pero este juega en otra liga. Ya sabéis de qué va esto. El abuelo Cronos ha secuestrado a Hades y tomado el Tártaro. Melínoe tiene que partir de viaje hacia su morada e intentar llegar a su encuentro para matarlo sin morir ella antes. No puede tomar una ruta directa porque el ejército de Cronos la mataría, así que ha de partir desde Las Encrucijadas y tomar un desvió para que Cronos no sepa dónde descansa. A medida que avanzamos, morimos y resucitamos, conseguimos nuevos objetos, armas, ayudantes y mejoras permanentes para que la siguiente run sea más asequible. Eso es lo de siempre en cada roguelite. Entonces, ¿por qué Hades II es especial? Por aquello que no importa mucho en este género, salvo si hablamos de la saga Hades: su narrativa.
La protagonista es maravillosa. Tanto que no echarás de menos a Zagreus. Su maestra, Hécate, es también estupenda. Es la jefa del primer nivel, y ella y su alumna suelen mantener charlas sobre sus progresos a medida que se encuentran. Y luego están los dioses y su entrega de bendiciones. Siempre tienen algo gracioso que decirnos. La cosa no acaba aquí. En una run de repente surge un flashback, Cronos descubre nuestro paradero y nos ataca, cambia un jefe y luego.... Eso es lo increíble de Hades II y por lo que tiene madera de GOTY. Su historia, cómo se narra, cómo aprovecha los bucles de muerte y resurrección; te atrapan sin remedio. Hay jugadores de Hades II que disfrutan del juego por lo desafiante que se vuelve tras completar esa primera run, pero si buscas una historia contada de forma muy original que dura 25 horas, Hades II también es para ti.
Lo genial es cómo te sorprende su narración con giros fantásticos
Por supuesto, no vienes aquí a que te cuenten una historia y, de hecho, la historia del juego en sí es muy normalita. Lo genial es cómo te sorprende su narración con giros fantásticos. Me quedé loco la primera vez que derroté a Cronos y presencié la pirueta narrativa que se inventa el juego para que tenga todo el sentido del mundo volver a por su cabeza una y otra vez. A eso se le suma lo bien que escalan de poder sus armas, sus bufos, sus diminutas novedades aquí y allá… Hades II sabe cómo atraparte y conseguir que siempre quieras echar una partida más pensando ¿qué nueva arma me encontraré? ¿Qué me dirá ahora Dionisio? ¿Le entregó a él un regalo o mejor a Caronte para que dé uno u otro a un talismán? Y vuelves a jugar una vez más.
Por todo esto que estoy contando, Hades II es una mejora en lo narrativo y en lo jugable del original. Un videojuego que a mí me ha viciado mucho más que el primero, que se abre tras la primera run exitosa hasta darte la impresión de que aquella no fue más que un tutorial, pero esto también acarrea sus problemas. Artísticamente es similar, y los nuevos niveles no sorprenden. Es más, hay uno que aborrezco con toda la fuerza de mi ser, los Campos del Dolor. En esta fase tienes que buscar la salida en entornos más amplios de los normales, y hacerlo manda al traste el ritmo de juego. Sí que hay ideas interesantes en cuanto a cómo varían las salas en las que entras, pero hasta que el juego no pilla impulso, hasta que sus variables no empiezan a cogerte desprevenido, es fácil que un golpe de déjà vu te saque del juego.
Los personajes de este nuevo juego son geniales, pero no sé si es porque el impacto que tuvo en mí Hades fue muy grande, pero me gustan más los del primero. Aunque las armas son nuevas, hay algunas que creo que son mucho mejores que las otras. Justo cuando llegué a Cronos por primera vez, y me mató, se me desbloqueó una que atacaba a distancia, y era demasiado poderosa.
Yo regresé al punto de partida con ganas de mejorar mi build y optimizar mi rendimiento con mi arma favorita, puro git gud, vaya. Sin embargo, probé esta nueva y me maté a Cronos con ella al cabo de dos intentos sin demasiado esfuerzo. Me quedé un poco de bajona, la verdad. No pasa nada porque luego llegan pruebas y retos para que tengas que usar todas las armas, claro, pero este desequilibrio es uno que me quitó el placer de terminarme el juego como yo quería, con esfuerzo. Sentí que maté a Cronos no porque yo fuera bueno, sino porque el juego decidió que ya tocaba. Lo sé, algo de esto ya estaba en el primero y también sé que el estudio lo hace porque lo gordo viene tras esta primera vuelta, pero que tras tantísimo esfuerzo, mi lucha se terminase así, me dejó algo tristón.
La gracia de Hades II no deja de ser usar todas las armas, superar todos los retos con todas las armas y objetos, aceptar los desafíos más complicados
Pero no me malinterpretéis, es un juegazo. Y la gracia de Hades II no deja de ser usar todas las armas, superar todos los retos con todas las armas y objetos, aceptar los desafíos más complicados y también degustar los niveles aparte de la run principal. Porque para llegar a Cronos hay que descender al Tártaro, pero para llegar al Olimpo hay que ascender. En esto no quiero entrar mucho porque es algo que creo que tenéis que descubrir vosotros, pero en lo que sí es genial Hades II es en la sensación inmediata que te brinda de que tras la primera partida te quedan otras muchísimas por disfrutar. Las excusas ya no son solo jugables, sino narrativas, creando un paquete perfecto que te atrapará sin remedio.
Hades II me ha encantado, y sé que seguiré jugándolo durante muchas semanas. No es una segunda parte tan bestia como lo fue Resident Evil 2 a Resident Evil. No te va a convencer de nada si no te gustó el primero. Es más bien un Hades 1.5 que afina todo lo bueno del anterior, añade ideas nuevas, personajes, desafíos y mucho más contenido para jugar. ¿Me gustaron más los jefes del primero? Creo que sí. ¿Y Zagreo tiene más pegada que Melínoe? Pues mira, también, pero es que la fórmula de Hades es tan buena que yo celebro la existencia de esta continuación por todo lo que afina. Ya habrá tiempo a revolucionar la fórmula con un Hades III. Este juego viene a aterrizarlo todo bien, a pulirlo y a engancharte a lo loco. Muerte a Cronos.
Hades II me ha enganchado muchísimo. Hacía tiempo que no sentía esa sensación de querer echar siempre una partidita más. Me ha alucinado cómo gestiona su narrativa para sorprenderte colándose su relato cuando menos te lo esperas y de formas muy divertidas. En lo jugable es increíble cómo su combate tan frenético es completamente legible para que siempre entiendas que si has muerto es por tu culpa, y aunque las novedades con respecto al primero no son muchísimas, cada una que te encuentres te encantará. No es una revolución, es una búsqueda de la perfección.
Comprar Hades II- Hades II ha sabido cómo pulir jugabilidad, mundo y narrativa para ser una experiencia aún más viciante que la anterior.
- Consigue ser difícil pero sin sentirse jamás injusto. Siempre hay un nuevo armas, una mejora o una opción para volverte más fuerte y triunfar.
- No se libra del peor problema de los rogue. Si tienes mala suerte con las bendiciones, la partida no terminará bien.
- El endgame está bien construido, con muchísimos retos, historia y un camino que es interesante seguir.
- El juego añade cositas de gestión muy interesantes y dialoga genial con el primero.
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