La velocidad a la que se vive la actualidad en el mundo de los videojuegos puede haber hecho que nos hayamos olvidado del gran éxito de venas que ha sido Hogwarts Legacy. Pero la realidad es que ha sido el mayor fenómeno en lo que va de año dentro del sector, y bien podríamos pensar que desde su lanzamiento el pasado 7 de febrero de este mismo año, ya no hay secretos ni detalles que se nos hayan pasado por alto.
A no ser que hablemos de la cantidad de hechizos disponibles en el juego. De hecho algunos jugadores pusieron el grito en el cielo cuando vieron que algunos clásicos de la saga de magos como Expecto Patronus no se pueden aprender en Hogwarts. Hay más de 30 en el juego, sumando los ofensivos, los de la Sala de los Menesteres y también los de utilidad como Revelio... Pero la realidad es que puedes usar uno más muy especial.
Aunque tenemos Incendio y Confringo como hechizos de fuego, lo cierto es que hay una evolución de estos que sí que podemos usar en Hogwarts Legacy. De hecho, seguramente hayas visto que ciertos enemigos como los magos oscuros lo usan de vez en cuando contra ti: el tornado de fuego.
Recordarás que este hechizo existe en el canon de Harry Potter, ya que Dumbledore lo usa en la sexta película: El Misterio del Príncipe. Justo cuando él y el propio Harry están siendo asediados por un batallón de inferi, el Director de Hogwarts conjura un enorme tornado de llamas.
Este hechizo no es posible aprenderlo en una clase de Hogwarts, o siquiera de manos de nuestro amigo Sebastian Sallow como si fuera una maldición prohibida. De hecho, necesitarás hacer algo muy concreto para poder proyectar un tornado de fuego contra tus enemigos y que requerirá algo de habilidad por tu parte: hacer un parry.
Este rechazo no tiene nada que ver con la barrera mágica que usamos por defecto en nuestros duelos. Estamos hablando de usar un hechizo concreto como es Expelliarmus. Quizás lo has usado como forma de quitarle las armas a los enemigos, ya sean varitas o incluso hachas. Sin embargo, esto tiene un efecto adicional.
Resulta que si usar Expelliarmus justo en el momento en el que un rival lanza un hechizo, lo proyectarás contra él. El caso extremo es el tornado de fuego, que aparece un segundo antes de golpearnos como una silueta en el suelo circundante a nuestro protagonista. Si en ese instante usamos Expelliarmus, el tornado se formará sobre el enemigo.
Como ves, quizás no es lo más práctico del mundo, ya que no podrás aprovechar el elemento fuego de este sortilegio en cualquier momento. Pero no me negarás que hay cierto atractivo en poder generar una enorme estructura de llamas que abrase a tus enemigos, así como la ironía de darle con su propio hechizo a un rival.
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