Horizon Forbidden West no solo puso contra las cuerdas a PS5 con su mundo abierto detallado y masivo, sino que también llevó al extremo las capacidades artísticas de su estudio. No obstante, hablamos de un proyecto de altísimo presupuesto —más de 200 millones, para ser exactos—, de esos que hoy en día tienen todos los ojos encima por tratarse de un modelo de negocio en entredicho. Una inversión enormísima que ahora, tres años después, por fin sabemos a dónde fue a parar. ¿Por qué costó tanto?
La información, eso sí, lejos de venir de una entrevista o reportaje, ha salido a la luz gracias a alguien inesperado: Tencent. Como parte del litigio que enfrenta a Sony y a la gigante china en un rifirrafe constante de acusaciones por el presunto plagio de Horizon Zero Dawn, los japoneses de PlayStation han compartido casi dos docenas de páginas donde, como parte de su defensa, se destaca el esfuerzo por crear tribus únicas y visualmente impactantes, un pilar del éxito artístico y comercial de la saga, según citan los propios documentos.
El arte de Horizon: Forbidden West requirió ingentes cantidades de trabajo
En este contexto, Jan-Bart van Beek, director de arte de Guerrilla Games, explicó que cada tribu requirió manuales de estilo de entre 60 y 200 páginas y un meticuloso proceso de diseño que abarcó desde los rasgos físicos y la vestimenta hasta la arquitectura y los accesorios de cada grupo. El equipo incluso trabajó con antropólogos y estudió culturas reales para dotar de autenticidad a cada tribu, asegurando que su estética reflejara tanto su bioma como su identidad cultural.
Parte de las reclamaciones de Sony a Tencent
Entre los ejemplos más destacados, van Beek utilizó a la tribu Nora para demostrar el nivel de detalle alcanzado: vestimentas hechas de pieles, cuero, lino y placas metálicas, decoradas con bordados, plumas, cuentas de madera y cables reutilizados. Cada decisión de color, forma y material buscaba "reforzar la identidad cultural y la narrativa del juego" en un proceso de investigación antropológica en el videojuego.
Todo esto, cómo no, conlleva importantes gastos en recursos, tanto humanos como de infraestructura. La inversión en detalle y autenticidad no solo explica la calidad visual y narrativa de Horizon Forbidden West, sino también la enorme complejidad y el alto coste que implica crear un mundo abierto de esta magnitud.
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