18 años después vuelve uno de los grandes juegos de estrategia medieval, pero no de la manera que muchos deseábamos. Análisis de Knights of Honor 2

18 años después vuelve uno de los grandes juegos de estrategia medieval, pero no de la manera que muchos deseábamos. Análisis de Knights of Honor 2

1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
Knights Of Honor 2 Sovereign

Llevo dándole vueltas a la idea de crear mi propio reino desde que leí el fabuloso arco de la Golden Age de Berserk, uno de los mejores mangas de la historia y, en muchos sentidos, pilar central de la obra de Hidetaka Miyazaki en todo lo referido a los Souls, como bien ya es sabido. No obstante, buena parte de la magia del trabajo de Miura es que no se limita únicamente a esa estética de fantasía oscura tan especial, tétrica y salvaje, sino que también se atreve con otros temas, entre ellos el funcionamiento de las sociedades feudales (con mucha imaginación, claro), la inmovilidad social y la creación de nuevos Estados. No son ideas exclusivas de Berserk, faltaría más, aunque sí que me parece que el manga trata estas cuestiones de una manera muy personal, muy expresiva, y que precisamente por eso es capaz de prender en ti un "chispazo" estratégico incluso sin que te des cuenta.

Lo bueno es que hay un montón de juegos de estrategia que te permiten hacer justamente esto, ponerte al mando de un ejército, de una corte diplomática o de un país y conquistar, tramar y dirigir hasta que por fin seas tú el que mande. Quizás el que más encaja con las aventuras y la tónica de la Golden Age son los Mount & Blade, que están más cerca del RPG occidental que de la "estrategia profunda" en sí, si bien hay otros muchos que no se salen tanto de madre: Age of Empires, Stronghold, el desconocido Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence, y Crusader Kings, cómo no. A la lista tenemos que añadir también Knights of Honor, un RTS en tiempo real de 2004 que se parece mucho a lo que ofrece Paradox en su estrategia medieval, y que ahora, dieciocho años después, acaba de estrenar su segunda parte, un Knights of Honor II: Sovereign! del que ya te adelanto que tiene ideas interesantes, pero también unos cuantos despropósitos.

La estrategia de Knights of Honor II: Sovereign!

La base de la estrategia en tiempo real de Knights of Honor II: Sovereign es bastante sencillita de explicar: tienes que pillar una de las muchísimas civilizaciones europeas, africanas o asiáticas disponibles (hay más de 200) e intentar convertirla en el centro del mundo antiguo. Decirlo es la parte fácil, claro, luego tienes que conseguirlo, que es donde está el tema. Para ello dispones de varios caminos, como es costumbre en el subgénero de estrategia dinástica: espionaje feudal, matrimonios entre familiares no demasiado lejanos, enfrentamientos abiertos, guerras santas y conquistas a mansalva y, por supuesto, muchísima economía y producción de recursos clave para la época, que oscila entre el siglo XI y el XIV, dependiendo de lo que elijas antes de empezar la partida. Nos encontramos, por tanto, en plena baja Edad Media, con todo lo que ello conlleva…. Entre otras cosas, Cruzadas, como las de The Valiant, mucha desvergüenza monárquica y un parecido más que anecdótico con las distintas entregas de Crusader Kings.

Knights of Honor II: Sovereign!

De hecho, fíjate si son hermanas ambas franquicias que sus títulos originales salieron en 2004, con un solo mes de diferencia a favor de la legendaria obra de Paradox. Todo hay que decirlo, es innegable que Crusader Kings sentó cátedra y que Knights of Honor no corrió la misma suerte, en parte porque ya era un título bastante justito en lo técnico para su época: los modelos parecían excesivamente antiguos, había algún que otro bug muy molesto rondando por ahí y, encima, la interfaz era súper contraintuitiva. El tema está en que ambas licencias plantean algo relativamente similar desde un enfoque un tanto distinto: CK siempre ha hecho especial énfasis en la diplomacia a gran escala y en ciertos componentes roleros para enganchar al jugador en sus incesantes intrigas palaciegas, mientras que Knights of Honor tira más por el lado de la conquista, de la dominación militar. De ahí sacamos algo que siempre me ha parecido un puntazo: la posibilidad de dirigir a tus tropas en combates en tiempo real, lo que viene a suponer como una especie de híbrido entre Total War y la grand strategy de la que veníamos hablando antes.

Una continuación con alma de remake

No obstante, las similitudes casi que acaban ahí, en el "qué", y es en el "cómo" donde empiezan todos los problemas de Knights of Honor II: Sovereign!. El principal es, sin duda, que más que una continuación propiamente dicha casi parece una reimaginación de la primera entrega, pues va muy, muy justito en temas de novedades e inclusiones jugables. Al margen de un mapa de campaña en tres dimensiones, de un escenario de batalla algo mejorado, y de alguna que otra opción nueva en temas de construcción o de gestión de habilidades, la verdad es que cuando estaba jugando a Sovereign! me invadió la incómoda sensación de que realmente estaba inmerso en una campaña de la primera entrega, aunque con los gráficos actualizados a los tiempos que corren. Esto no sería el fin del mundo si no fuera porque el Knights of Honor original ya pasaba de puntillas por cuestiones como la diplomacia, la interacción con otras potencias, la economía y la gestión feudal, y me parece que han desaprovechado una oportunidad perfecta para expandir la buena base que tenían en 2004, a fin de ofrecer algo distinto, rompedor o ingenioso que le permita encontrar su lugar dentro del género.

Knights of Honor II: Sovereign!

Esto nos lleva al quid de la cuestión: Knights of Honor no ha sabido adaptarse al presente. La estrategia de ordenador ha ido evolucionando a pasos agigantados con el paso del tiempo y, aunque me apena decirlo, lo nuevo de Black Sea Games no solo llega unos cuantos años tarde, sino que además sale perdiendo en temas de profundidad táctica y de gestión incluso si lo comparamos con juegos que tienen más de una década, circunstancia bastante bestia si te paras a pensarlo. El resultado, por desgracia, no es especialmente divertido, con una economía previsible, despojada de todo atisbo de caos o de circunstancias imprevistas que te mantengan pegado a la pantalla esperando a ver qué demonios pasa con ese taller que no funciona como debería (algo que Victoria 3, por cierto, hace muy bien), y con una guerra que va como a trompicones, tanto por problemas exagerados de rendimiento como por un sistema de debilidades y fortalezas demasiado básico para las distintas tropas. No le pido la elegancia ni la precisión milimétrica de un Total War porque Knights of Honor intenta hacer más cosas simultáneamente, eso por descontado, pero muy pronto te encuentras con que la opción de simular la batalla es infinitamente más atractiva que la de controlarla tú. Malísima señal.

Tiene una muy buena base, pero su funcionamiento estratégico está muy lejos de los estándares de hoy en día

El mapa de campaña tampoco ayuda, para ser totalmente sincero contigo. La perspectiva es tan local, tan limitada, y te permite alejar tan poco la cámara que te genera como una claustrofobia cognitiva muy pronunciada, hasta el punto de que a veces se hace hasta incómodo ver un condado entero sin tener que mover la pantalla a los lados, hecho que no arreglan los modos de vista para el mapa porque están muy encorsetados y no te permiten interactuar orgánicamente ni con tu nación, ni con el resto. Es decir, sigue el mismo problemón de la entrega original: la interfaz es muy poco intuitiva, está repleta de términos que crean circuitos cerrados de información, y hace que tareas extremadamente sencillas, como convocar al ejército en una ciudad concreta, se vuelvan tediosas hasta la locura al involucrar un número descabellado de clicks, gestiones y demás que, francamente, ralentiza el ritmo de juego hasta un punto peligroso. Además, los tutoriales son El Horror.

Knights of Honor II: Sovereign!

A esto súmale que los componentes roleros, del estilo de eventos relacionados con la familia, rivalidades de por vida, amores no correspondidos o incluso traiciones reales, no están ni se les esperan, y se te queda un título deslucido, un eco de una época lejana que sufre mucho para aguantar el tipo con sus principales competidores. Los modos en línea, que incluyen tanto cooperativo como competitivo por equipo y todos contra todos, no están mal, aunque ya te adelanto que la única carencia que tapan son relativas a la inteligencia artificial, cuyos patrones de comportamiento están muy telegrafiados. Al final, lo que ocurre con Knights of Honor II: Sovereign! es que no hay sorpresa, no hay profundidad, y tampoco queda rastro de adaptabilidad. Tiene una muy buena base, pero su funcionamiento estratégico está muy lejos de los estándares de hoy en día.

Estratégicamente justito

Sin sello
Knights of Honor II: Sovereign! análisis

Knights of Honor II: Sovereign!

Por: Sergi Bosch
Sin sello

No siempre es fácil volver a tus raíces, especialmente si lo haces 18 años después, y eso es justamente lo que le ha pasado a Knights of Honor II: Sovereign: se ha quedado atrás en el tiempo, totalmente ajeno a la evolución que ha tenido el género en los últimos lustros. Su fórmula de estrategia en tiempo real todavía ofrece buenas dosis de conquista bélica con algún que otro tinte de diplomacia y de economía, y sus modos multijugador tienen opciones más que interesantes, pero te quedas un poco con la idea de que hay demasiados juegos que hacen lo mismo y muchísimo mejor. Su escasa innovación con respecto a la primera entrega tampoco ayuda, hasta el punto de que muchas veces da la sensación de que más que una continuación es un remake del Knights of Honor original. Puede que te guste si eres un entusiasta del género, pero si no lo cierto es que hay alternativas mucho mejores.

Comprar Knights of Honor II: Sovereign!
5 cosas que debes saber:
  • Es un juego de estrategia en tiempo real, con elementos de diplomacia, combates y gestión de economía y recursos.
  • La entrega original salió en 2004 y proponía algo muy similar a Crusader Kings, aunque peor.
  • Añade muy poquitas cosas con respecto a su primera parte.
  • La base es buena, pero se ha quedado muy atrás con respecto a sus principales competidores.
  • Tiene modo cooperativo y competitivo en línea.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: Incalculable
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.