Tras conocer los resultados de la investigación, los directivos dijeron que no tomarán medidas contra Nicolo Laurent.
Hace poco más de un mes salió a la luz el caso de una demanda impuesta contra el director ejecutivo de Riot Games, Nicolo Laurent, por aparente conducta inapropiada y acoso sexual contra Sharon O'Donnell, antigua asistente del ejecutivo y que fue despedida de la compañía en julio del 2020. Ante este hecho un comité interno de la empresa informó que ya estaba supervisando el caso y que informaría sus decisiones tras saberse los resultados que arrojaría la investigación que estaba realizando una firma legal externa. Hoy por fin se dio a conocer dicha postura, la cual desestima las acusaciones al asegurar que no se encontraron evidencias al respecto.
Riot Games no tomará medidas contra el CEO, pero asegura que podría reabrir las investigaciones en caso de ser necesario
La investigación en cuestión fue realizada por el bufete de abogados Seyfarth Shaw LLP. Tras conocer sus hallazgos, el Comité especial de la junta directiva de Riot Games evaluó la situación y llegó a la conclusión de que no existen pruebas que puedan comprobar los comportamientos del CEO. Asimismo, dijeron que no tomarán medidas contra Laurent, aunque reiteraron que el caso podría reabrirse si surge nueva información que coincida con las acusaciones de comportamientos indebidos por parte del director.
En su momento, la demanda interpuesta por O'Donnell señalaba que Laurent hizo comentarios e insinuaciones sexuales contra su persona en reiteradas ocasiones, muchas de ellas que trasgredían su espacio íntimo e individual; y que incluso abusaba de su posición jerárquica para sacar provecho de ella o castigarla cuando le daba alguna negativa. En respuesta, el aún director aseguró que jamás incurrió en ofensas de tal tipo y hasta dijo que cooperaría y brindaría toda la información que le pidieran las autoridades durante las pesquisas.
Cabe señalar que este mismo comité ya atendió similares en el pasado. A finales de 2018, el mismo grupo fue el que decidió suspender por dos meses a Scott Gelb, director de operaciones, tras verificar las acusaciones por comportamientos inapropiados y poco profesionales que ofendían e incomodaban a sus colegas.
Curiosamente, la postura de Riot se vio acompañada de un reporte en el que se señala que la empresa también presentó cargos contra la demandante, Sharon O'Donnell, y personas que trabajaban a su nombre, por manipulación de información y testigos. El Washington Post informó que Riot interpuso tales demandas acompañadas de varias denuncias, incluidas dos realizadas de forma anónima y en las que se acusa a O'Donnell de hostigar, amenazar y chantajear a varias personas de testificar a su favor en su caso y hasta de unirse en una demanda colectiva de la que podrían beneficiarse personalmente.
Sobre estas últimas acusaciones, ni O'Donnell ni sus abogados se han pronunciado.