En una lista en la que se mencionan futbolistas de élite como Leo Messi y Sam Kerr, también ha aparecido un jugador de League of Legends. Solo podía haber sido Faker quien rompiese esta barrera colándose como uno de los diez deportistas más influyentes del año según The Times. El prestigioso medio británico no está en absoluto acostumbrado a hablar de esports y no sabemos si tienen intención de comenzar a hacerlo. Sin embargo, ha llegado a una conclusión muy interesante después de que el jugador haya ganado su cuarto campeonato del mundo.
League of Legends brilla donde los deportes sufren
Lo cierto es que Faker es la persona más influyente del mundo si nos limitamos a los videojuegos competitivos. Su legado es imborrable tras ganar cuatro mundiales de LoL y, aunque siempre es difícil hacer comparaciones con otros títulos, está considerado como uno de los mejores jugadores de la historia de los esports. Como poco, es el mejor jugador de la historia de League of Legends y también el más mediático. Miles de jugadores tratan de imitar sus acciones y lo consideran como el gran referente del videojuego de Riot Games. Su popularidad a nivel mundial es innegable y, de hecho, es uno de los pocos jugadores profesionales que conocen incluso los usuarios que jamás se han acercado al MOBA.
Para The Times esto tiene un valor especial. Han elegido a Faker como una especie de representante de la industria de los esports porque los esports brillan donde el deporte tradicional fracasa. "La cosa es que este campeonato del mundo [Los Worlds de League of Legends 2023] rompió un récord, consiguiendo un número de espectadores concurrentes superior a los 5,9 millones [sin contar espectadores chinos] y casi todos ellos eran jóvenes. Sí, esos jóvenes que el deporte tradicional desearía tanto tener entre su audiencia. En lugar de quedarnos de brazos cruzados y asumir que esto no tiene nada que ver con nosotros, el deporte está comenzando a explorar el fenómeno porque representa juventud, números, relevancia y supervivencia", dicen desde la revista.
Faker ha conseguido este año su cuarto campeonato mundial de League of Legends.
Lo cierto es que no ha sido un gran año para los esports teniendo en cuenta que la mayoría de equipos están pagando las consecuencias de intentar vivir por encima de sus posibilidades. Sin embargo, el argumento general de The Times es certero. El propio Florentino Pérez, en su intento de convertir en realidad el proyecto de la Superliga, lo explicaba: "A los jóvenes les gusta cada vez menos el fútbol". Analizar las causas es más difícil y el argumento del presidente del Real Madrid (decía que los partidos eran ahora menos atractivos) pecaba de ser un análisis interesado. Sin embargo, ese "a los jóvenes ya no les interesa tanto" es una opinión cada vez más común. Los deportes tradicionales querrían ser capaces de crear esa conexión con el público de menor edad que, aun con todas sus limitaciones, sí consiguen crear las competiciones de videojuegos.
The Times cierra con una idea quizá demasiado optimista: "Cada vez nos acercamos más al día en el que Faker y Usain Bolt son ambos superestrellas olímpicas de masas y el deporte se juega con una consola". Aunque se están dando los primeros pasos y League of Legends ya ha formado parte de un evento olímpico oficial en los Juegos Asiáticos, parece que todavía estamos muy lejos de eso. Además, hay que tener en cuenta que en ningún caso el interés de los esports es sustituir al deporte tradicional. Se trata, más bien, de una opción alternativa algo más enfocada en el entretenimiento que puede convivir en armonía e incluso retroalimentar al fútbol o el baloncesto.
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