Llevábamos un tiempo sin saber mucho de Men of War II, el juego que nos permitirá luchar en batallas de la Segunda Guerra Mundial llevando los ejércitos aliados, ruso, o alemán con un sistema de juego de lo más táctico y que requiere de utilizar un buen número de opciones de control si queremos triunfar. Ahora, con esta secuela prevista para este año, Best Way ha querido enseñarnos qué opciones multijugador traerá su nuevo trabajo, y tras haberlo probado, os aseguro que es uno de los RTS más difíciles y desafiantes del mercado, pero que también emula mejor el fragor del combate y la tensión que supone el tener que tomar decisiones rápidamente en grandes batallas.
Y lo que seguro que más te alegra de todo esto es que tú también vas a poder disfrutar de esta prueba con una beta que estará disponible hasta el 27 de marzo en Steam. Y os espera un auténtico caramelito si sois fans de la temática o el género.
El variado multijugador de Men of War II
El estudio de desarrollo ucraniano Best Way está ultimando los detalles para el lanzamiento de Men of War II. Pese a que todavía no hay mucha información acerca de sus campañas, sí que tienen bastante avanzado lo que es la experiencia base y la jugabilidad, y han tenido a bien invitarnos a probarlo junto con los propios desarrolladores y otros equipos de prensa. Lo que me he encontrado es una experiencia que exige lo mejor de uno mismo si te gustan los juegos de estrategia en tiempo real con altas dosis de micro gestión, pero no a un nivel como lo que se puede ver en otros RTS competitivos como Starcraft II o alguno de los Age of Empires; ni siquiera del reciente y excelente Company of Heroes 3.
Men of War II basa su propuesta en la correcta combinación, gestión, y mando de las distintas unidades o tropas que componen los batallones de los que disponemos, y alzarse con la victoria en cualquiera de sus partidas con sus diversos modos de juego va a exigir que no juguemos a lo loco y no mandemos a la muerte a nuestros unidades de infantería, caballería (tanques) o fuerzas aereas de apoyo. Algo que determinará nuestra elección del batallón para la partida en cuestión, pero mejor o los explico por partes.
Men of War II basa su propuesta en la correcta combinación, gestión, y mando de las distintas unidades o tropas que componen los batallones
Las batallas entre varios jugadores de Men of War II pueden jugarse entre dos y seis jugadores, con tres por bando. En esta prueba, y para mayor guía y comprensión de los que nos estrenábamos, se optó por hacer tres enfrentamientos de 2v2 combinando cualquiera de los tres batallones iniciales -y que sumados al resto en el juego ofrecerán más de 300 unidades a controlar- de los ejercitos de EE.UU, Alemania, o Rusia. La idea es que los jugadores elijan de forma equilibrada su fuerza de ataque combinada para que se apoyen entre sí. Por ejemplo, mientras que los batallones de tanques tienen una gran resistencia y potencia de ataque, su visión en el campo de batalla es paupérrima, y requieren de la presencia de unidades de infantería para poder localizar a sus enemigos y dispararles. Así mismo, alguien que elija jugar con artillería no va a poder disparar a sus objetivos si no es que cuenta con alguna unidad adicional que pueda darle línea de visión y lanzar sus andanadas a los objetivos.
Con todo, es una experiencia que exige de un gran trabajo en equipo, y sobre todo adaptabilidad. Las partidas que jugamos no se limitaron al clasico ''deathmatch'', sino que recreaban escenarios reales de combate. La primera era la más clásica, un modo de juego por desgaste en el que la gracia es tratar de conseguir puntos eliminando tropas del enemigo. No basta con atacar indiscriminadamente lo que se vea, hay que seleccionar los objetivos más valiosos (unidades de artillería, tanques, tropas especializadas...). El saber flanquear es vital en este modo de juego y es preciso saber cuándo hacer una ofensiva o no. Para otro clásico modo en el que
Donde de verdad me ha impresionado el juego era en la forma de ejecutar esos planes de guerra
Después probamos un modo que representa la línea del frente. Ambos bandos tienen que empujar la linea divisoria entre los dos territorios lo máximo que puedan, pero sólo la infantería puede hacerlo. Además no es una línea uniforme o fija; no sirve de nada que la empujemos por un costado y descuidemos el otro, tiene que avanzar de manera uniforme. El último modo que jugamos era uno asimétrico que representaba el asalto de una fuerza enemiga tratando de ocupar las posiciones del enemigo; una vez capturadas, no es posible recuperarlas, y los defensores debían retroceder hasta el siguiente grupo de objetivos.
Control total del frente
Y vale, sobre el papel esto suena divertido y algo distinto a lo que han propuesto otros juegos de temática similar, pero donde de verdad me ha impresionado el juego era en la forma de ejecutar esos planes de guerra: no hay una producción de unidades al uso; contamos con unos puntos de mando limitados que nos permiten traer una serie de pelotones de infantería, artillería, o mecanizados al frente (más o menos de cada tipo en función del batallón que escogiésemos antes de empezar).
Los seleccionamos y desplegamos, sobre un mapa táctico que el jugador o jugadores deberán comprobar en su versión mini en la interfaz, dónde esta el enemigo, dónde están ellos, y qué se necesita para apoyar el avance o la defensa. En cuanto al control de nuestras unidades y de todo lo que podemos hacer con ellas, el abanico de opciones es asombroso pero hay que cuidar muy bien de todas ellas. Por ejemplo, la infantería es una unidad comodín que puede ocuparse de una buena cantidad de situaciones, preparar defensas, y hasta requisar vehículos enemigos con las tripulaciones de tanques. Pero es muy frágil. Aquí no hay tampoco barras de vida al uso. Hay que utilizar el terreno, la cobertura y hasta el sonido del enemigo para saber cómo aproximarnos a el. Y lo más importante, nuestros efectivos son finitos. Perder cualquier unidad es un duro golpe, y en partidas como las de la línea del frente, si no nos queda infantería ya hemos perdido el enfrentamiento.
Pero lo mejor de todo es que el juego nos permite controlar completamente una unidad. Si bien es posible hacer clic derecho y dejar que combata o se mueva aprovechando coberturas, al tomar el control directo de cualquier tropa o vehículo podemos moverlo como si de un juego de acción se tratase. Podemos mover tanques con las teclas W,A,S, o D, y apuntar manualmente la torreta con el ratón, ya sea para eliminar enemigos o hacer fuego de cobertura; y lo mismo se aplica para las otras unidades. Ha sido una experiencia intensa como pocas y muy inmersiva que no ofrecen muchos juegos del género.
Si os pica la curiosidad acerca de cómo Men of War II pretende convertirse en uno de los referentes de la estrategia en tiempo real este año, podéis probarlo vosotros mismos. Los modos de juego que os he descrito, más alguno adicional, y los batallones de los ejércitos que la prensa pudimos probar, están disponibles para que cualquier usuario los pruebe en la beta abierta multijugador que está teniendo lugar en Steam, y a la que todo el mundo puede unirse.
En cualquier caso, si Company of Heroes 3 me había revitalizado el interés por los RTS de temática de la Segunda G.M., Men of War II me ha tentado aún más por el desafío que supone el ser un buen jugador de equipo y coordinarme con mis amigos en partida. Y si ya me ha parecido completo y profundo, no quiero ni imaginarme lo que se podrá hacer cuándo conozcamos su fecha de lanzamiento y tengamos a nuestra disposición los cientos de unidades a controlar -y de forma tan precisa y quirúrgica como os he dicho- en el juego final.
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