¿Sabes ese momento en La Revuelta en la que David Broncano les pregunta a los entrevistados cuánto sexo han tenido en los últimos 30 días? Pues algo parecido hace Steam. La plataforma analiza cuanto tiempo de relaciones sexuales hay en un videojuego. En base a ese dato, lo califica como contenido con sexo frecuente o como contenido con tan solo algo de sexo. La diferencia entre un término y otro parece una chorrada, pero no lo es. "Es cierto que Steam nos han dicho que desde que lo adquirió Visa/Mastercard han endurecido mucho sus consideraciones respecto al contenido +18, no sé si más puritanos sería la palabra, pero a un nivel de debate sobre la censura es interesante, ya que nuestro juego ya es +18, ya es mature content como lo podría ser Red Dead Redemption, por ejemplo. Luchamos por el calificativo de contenido sexual espóradico en vez del contenido con sexo frecuente que nos han adjudicado. Y la diferencia entre ambas a nivel de limitación de visibilidad es heavy”.
Albert Serra Leiva, director narrativo de Netherworld, me explica esto. Su videojuego es peliagudo. Netherworld trata sobre una medusa a la que le ha dejado su esposa. Tras la ruptura, se va a un bar, se emborracha, conoce a un mago que fuma y es capaz de teletransportarse, se emborrachan juntos un poco más, pierde el sentido y acaba, sin saber cómo, perdido en un desierto con la misión de volver a casa. El videojuego está lleno de escenas de drogas, insultos, peleas y también sexo; de encuentros con personajes extravagantes, adicciones y mono. Albert me reconoce que nada de esto es gratuito: "No ha sido un juego en el que quisiéramos meter todo lo que nos ocurriera por las risas. El núcleo del juego es el amor en todas sus expresiones. Los más de 200 personajes con los que te encuentras hablan de amor, de desamor, de las adicciones, como el amor a cosas materiales, por ejemplo...". Es decir, de lo que trata Netherworld, más allá de sus bromas macabras y su humor negro, es de sufrir una gran crisis de los 40 y de todo lo que conlleva afrontar este momento de tu vida. Y sí, también hay minijuegos de sexo. La pregunta es ¿cuánto sexo se puede meter en un videojuego para que Steam no crea que eres pornográfico?
Seguimos poniéndonos nerviosos con el sexo
La pregunta no es ninguna tontería. Se supone que el videojuego es un medio maduro, ¿no? Se entiende que los creadores pueden hablar de sexo sin querer que el jugador se masturbe, como pasa con el cine. Pues con Steam no es del todo así. Netherworld ha sido calificado como Frequent Sexual Content, una categoría que es más propia de juegos hentai. El problema de que esto ocurra es que pierdes casi toda la visibilidad en Steam cuando te lanzan al mercado. Siempre que un videojuego sale a la venta en la tienda de Valve, disfruta de un periodo de visibilidad especial que depende del momento del día en el que se lance, de las interacciones que recibe cuando el juego se publica, etc.
Este periodo de visibilidad es crucial para las ventas. Al ser Frequent Sexual Content, Netherworld ha perdido este momento de gracia. "Cuantas más etiquetas sensibles tengas, menos se te va a mostrar. Por el hecho de tener esa etiqueta de frecuente, aunque me tengas en tu wishlist, si tienes marcado que no quieres ver juegos de sexo, Netherworld no se te va a mostrar (...), pero nuestro sexo es dentro de un marco narrativo y las escenas de sexo están pixeladas. A diferencia de Steam, con Nintendo no ha habido estos problemas".
Ahora toca contraatacar, ¿y cómo se le ha ocurrido a Netherworld hacerlo? Pues con un cronómetro en la mano
Ahora toca contraatacar, ¿y cómo se le ha ocurrido a Netherworld hacerlo? Pues con un cronómetro en la mano. Albert me cuenta: "Hemos cronometrado todas las escenas de contenido sexual de Netherworold. El tiempo de sexo es 0,51% del total en nuestro juego, que son 15 horas". ¿Es eso sexo frecuente? ¿Es esa la proporción de tiempo sexual que se puede tener en una vida para que Gabe Newell considera frecuente? Si estuviera en el programa de Broncano, eso no sumaría ni medio punto. Es ridículo. Se supone que el videojuego es un medio maduro al que los adultos juegan, pero un título en el que hay escenas de sexo maduras, pixeladas y razonadas por el guion, reciben el castigo de la penalización de la visualización. Es más, ¡es sexo protagonizado por medusas! Lo duro es que Netherworld es un proyecto que ha costado nueve años de desarrollo, y esta penalización está poniendo contra la espada y la pared a Hungry Pixel, su equipo creativo.
Así que ahora, Hungry Pixel se encuentran ante la siguiente tarea: convencer a Steam de que hacer el amor un 0,51% de tu tiempo no es frecuente, que solo es tener algo de sexo (¿os imagináis la conversación). Para ello le están mandando esta cifra a Steam para que la revise, pero Steam responde en un plazo que puede durar hasta cinco días. Así que imaginaos el tiempo que puede llevarles esto. Menuda paradoja, ¿verdad? Queremos equipos creativos que arriesguen, queremos historias maduras, queremos narraciones que hablen de personas de verdad, pero cuando se tratan temas de verdad, todo son problemas. Netherworld es una aventura narrativa con combate en tiempo real. Su tono se encuentra entre LISA: The Painful y Undertale, con más momentos de paranoia que los dos juntos, si me preguntáis. ¿Y cómo podemos echarles una mano? Pues fácil. Pasaos por su página de Steam y probad la demo. Ojalá algún día nadie se escandalice porque se vean genitales, haya sexo o lo que sea en un videojuego. ¿Maduros? ¡Ja!
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