Paper Mario vuelve a colocarse la pegatina de la innovación, pero esta vez no en sentido figurado, sino real. Nintendo 3DS recibirá a finales de año el cuarto videojuego dentro de la serie y primero en formato portátil. Un título que al tiempo que mantiene las bases de la serie (humor y jugabilidad RPG) también quiere expandir fronteras con la introducción de nuevas mecánicas, basadas en completar el particular álbum de "stickers" que supone Paper Mario: Sticker Star.
Nintendo 3DS sigue recibiendo su necesaria dosis de novedades, ahora con el cuarto Paper Mario dentro de la exitosa serie que Inteligent Systems estrenara hace ya más de diez años en una Gamecube. Una saga poco explotada, tremendamente original, con un gran sentido del humor y que se preocupa mucho por ofrecer en cada entrega los motivos suficientes como para convencer a los seguidores de la Gran N.
Con Paper Mario: Sticker Star nos tememos que no hay excepción. El talento de los nipones, autores de obras como el brillante Pullblox, nos trae así una aventura RPG que sigue por supuesto la senda plataformera 2D marcada por la serie, con diálogos delirantes, batallas por turnos y la magia que destilan los personajes del universo Nintendo.
Además, se da la circunstancia de que este Paper Mario va a ser el primero diseñado para una portátil, un argumento casi tan interesante como el del propio título, que nos propone encontrar las seis Pegatinas Reales que el malvado Bowser ha robado y esparcido a lo largo de la isla (custodiadas como siempre por sus horripilantes subordinados). Y claro, suponiendo que la pobre de Peach se ha visto de nuevo envuelta en líos, la tarea de nuestro querido fontanero será ayudarla, recuperando las pegatinas junto a una particular hada, Kersti, que nos auxiliará en nuestro periplo bidimensional a través de praderas, bosques, desiertos, volcanes y montañas nevadas.
En definitiva, todo lo que se puede esperar de un título genuinamente Nintendo, con un plantel de personajes carismático pero también muchas novedades, como que el esquema típico de la franquicia ahora se verá salpicado por unas dosis más intensa de acción y plataformeo, las cuales creemos que nos darán una renovada visión sobre la serie.
Además, hay otra gran novedad, y es que las pegatinas van a suponer el plano central de las dinámicas de juego, tanto en lo referente a las batallas como a la exploración. Así, en los enfrentamientos por turnos la pantalla táctil nos permitirá escoger la pegatina de un caparazón para realizar un ataque de ese tipo. Y habrá más. En realidad, la variedad es muy elevada, con flores de fuego, mazos o la imagen del zapato de Mario, la cual nos servirá para aplastar rivales como en los viejos tiempos.
Un esquema, por tanto, muy fácil de comprender en unos combates que integran determinados eventos para dinamizar la acción, como una máquina tragaperras que, según lo que salga, nos permitirá mejorar ataques. Sin duda, un elemento adicional que nos podrá ser de gran ayuda en más de una ocasión, como en los enfrentamientos finales.
Pero las pegatinas no ganan importancia sólo en los combates. En la exploración resultan igualmente decisivas, abriendo nuevos caminos que nos permitan seguir avanzando. De esta forma, el progreso se verá en ocasiones determinado por el hecho de disponer del "sticker" adecuado. Por ejemplo, en la demostración del E3 debíamos poner en marcha un molino, siendo necesario pegar un ventilador en el espacio indicado del decorado.
En pocas palabras, y para resumir el espíritu que rebosa Paper Mario: Sticker Star, todo es como si estuviésemos completando un álbum de cromos en formato portátil, con 3DS como protagonista. Un álbum coleccionable en el que no faltarán las pegatinas necesarias para abrir zonas secretas y hallar otra serie de objetos que nos permitan expandir la experiencia. Así, podríamos tener situaciones en las que ayudar a personajes como Toad, pegando flores allá donde las perdió.
Por tanto, las pegatinas nos darán para mucho. Serán imprescindibles, y por ello precisamente deberemos hacer lo posible por obtenerlas, ya sea encontrándolas en el escenario, comprándolas en tiendas o llegándolas a hacer nosotros mismos (algo que deberemos aprender aún en qué consiste). Y para guardarlas, nada mejor que un cuaderno que podremos consultar desde la pantalla inferior de la portátil.
Muchos aspectos interesantes y muy adictivos, por tanto, en un videojuego que también dispondrá de un sistema de progresión (basado en mejorar vida y estadísticas), además de un efecto 3D muy destacado -que resalta los distintos planos de profundidad del entorno- y un colorido inmaculado, repleto de frescura y solidez que podremos ver estas mismas Navidades en nuestras Nintendo 3DS. Está claro que el papel sigue estando de moda. Veremos si las pegatinas también consiguen encontrar su espacio en la saga Paper Mario.