La realidad virtual está viviendo una segunda juventud y hay que aprovechar su buena salud y el catálogo pasado, presente y futuro.
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Puede que nos haya pillado un poco por sorpresa, que no fuera la prioridad o que incluso tuviera un futuro incierto. Pero ya es una realidad: habrá un nuevo modelo de PlayStation VR de nueva generación, con importantes mejoras respecto al modelo anterior. Para empezar, una mayor resolución y campo de visión, quizá el punto más flojo del primero, obligado a tener un precio competitivo cuando la VR estaba despegando.
Aprovechar el hardware de PS5 supone una puerta abierta a muchos juegos de PC
El dispositivo contará además con un solo cable, lo cual es también una buena noticia, ya que nos desharemos del engorro de cables y convertidores que suponía conectar (y recoger posteriormente) las PS VR. Esto significa, evidentemente, que no se trata de un modelo inalámbrico, como Oculus Quest 2. Aunque la realidad virtual inalámbrica es uno de los elementos más llamativos, se entiende que Sony apueste, en el fondo, por aprovechar la potencia de la nueva PlayStation 5 en vez de construir un chip dedicado.
Por último, pero ni de lejos lo menos importante, la inclusión de un mando dedicado para este nuevo modelo, que vendrá a sustituir ese "apaño" que fueron los PS Move; unos controladores anticuados si los comparamos con las tecnologías de rastreo actuales. La compañía habla de tecnología con aplicaciones similares a la del DualSense, el mando de PS5, pero muy probablemente guardará similitudes en sus formas con el resto de mandos de VR. No solo son cómodos y una buena forma de emular nuestros movimientos de las manos en el entorno virtual, sino que permiten la compatibilidad con una buena batería de juegos ya disponibles en el mercado.
¿Por qué es tan buena noticia que se anuncie tan pronto? Para no perder el nuevo tren de la VR, por un lado. La tecnología está teniendo una segunda vida gracias al éxito de Quest 2 y cada vez son más los estudios que están viendo un mercado llamativo. En segundo lugar, las PS VR originales funcionaron bien, pero salieron en octubre de 2016. Tener un anuncio y un lanzamiento temprano (posiblemente para 2022) permitirá que el recorrido de las nuevas gafas a lo largo de la generación sea mayor.
PS VR 2 (llamémosle así de momento) se beneficiaría de todo el catálogo ya lanzado en el anterior modelo. ¿Mejorado? Imagino que será necesario aplicar algunas actualizaciones a los juegos para aumentar la resolución y quizá la velocidad de refresco, pero algunos juegos se beneficiarían mucho de ello. Sería interesante tener un AstroBot luciendo mejor que nunca y un Resident Evil 7 aprovechando la definición extra para dar aún más miedo.
Además, aprovechar el nuevo hardware de PS5 supone una puerta abierta a muchos juegos de PC que no llegaron, en parte porque el hardware de PS4 era limitado. Y todos estamos pensando, por supuesto, en el mismo juego: Half-Life: Alyx. Tener el que es probablemente el mejor juego de VR en la plataforma sería el mejor caramelo, y Valve nunca ha tenido problemas de compartir franquicias como Portal y Half-Life en consolas en el pasado. Así que tirando de catálogo pasado, presente en el PC y futuro, PS VR 2 sería un buen entorno que ayudaría a potenciar el videojuego en realidad virtual. Eso sí, con algo de guerra de exclusividades de por medio, no me cabe duda, que Facebook viene fuerte.
Solo queda la cuestión del precio, y por fortuna los paneles son cada vez más baratos
Solo queda la cuestión del precio. Por fortuna, la tecnología ha evolucionado lo suficiente y ha abaratado costes en los paneles. Quest ha sido el alumno más listo y ha creado un casco con el equilibrio perfecto entre calidad/precio. No creo que el de Sony le vaya a la zaga, honestamente. Pese a que todavía no tenemos PVP oficial, 299 dólares sería la cifra mágica, el límite en la barrera psicológica que el usuario interesado estaría dispuesto a pagar sin que le doliera tanto el bolsillo.
Me alegra ver a la VR tan en buena forma. Que Sony renueve su apuesta es el mejor síntoma del estado de salud en que se encuentra. Una forma alternativa de jugar que, al jugador adecuado, yo no me canso de recomendar para renovar la pasión por el videojuego.